"La falta de recursos causa una atención deficiente en Pami"

Representantes de tres gremios del Pami, dieron una conferencia de prensa para replicar la encuesta que publicó el lunes El Diario de la República que exponía que el 42% de más de 600 encuestados, había experimentado una “mala atención” por parte del personal de la entidad estatal.

Ante este resultado, Elena Pérez de Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Graciela Peña de Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), y María Elena Corvalán de Unión de Trabajadores de Pami, aseguraron que la falta de personal, las medidas que se ejecutan a nivel nacional -como por ejemplo la quita de los subsidios a los medicamentos- y la extrema burocratización en las gestiones son factores que generan descontento en los jubilados.

"Las condiciones de trabajo llevan a este tipo de desbordes, que no se justifican, pero hay que entender el contexto. Estamos en una etapa en la que necesitamos descomprimir este malestar generalizado que es de ambos lados. No es fácil, y menos cuando a una persona, con la vulnerabilidad social y de salud que tiene, le tenés que decir cien veces que no. Eso impacta en cada uno de los trabajadores", argumentaron.

Para los trabajadores de la dependencia de Pami existen varios factores que generan malestar, tanto a ellos como a los afiliados. Los cambios repentinos: como por ejemplo la tramitación de la modificación para poder acceder a los medicamentos sin cargo, es uno de los que desembocó en una mayor afluencia de gente en el edificio.

Esto dejó entrever que uno de los mayores problemas con los que lidian desde hace muchos años, es la falta de personal. "Estamos trabajando con los compañeros en asamblea y planteando los problemas que tenemos sobre las condiciones de trabajo. Cada trámite lleva tiempo y tiene que pasar por diferentes sectores. Entonces medidas como el acceso a la medicación o el pedido de una ambulancia, que antes se hacía por teléfono, y ahora deben concurrir a las oficinas, hace que venga más gente. Y nosotros somos cada vez menos, porque los compañeros se jubilan y no toman gente nueva", explicó Pérez. 

Más personal
La representante de ATE manifestó que "se le planteó a la dirección ejecutiva local viabilizar y poner en funcionamiento todos los mecanismos que sean posibles para tener más personal. Sabemos que hay un decreto que deniega nuevos nombramientos para acceder al organismo del Estado, pero dentro del Instituto Nacional existen los 'llamados internos'. Hay mucha gente que quiere vivir en San Luis, acá se necesitan y se pueden generar estos traslados".

"Por otro lado, todas estas medidas, como el cambio de médico de cabecera y el de receta, que son muy sensibles, nos atravesaron en medio del período de vacaciones. Faltaba gente y estas políticas se aplicaron en un momento estratégico, en el que es difícil organizarse e implementarlas", completó Peña. 
 

Corvalán remarcó que gestiones que antes se podían resolver en pocos minutos, ahora con estas medidas se volvieron engorrosas y dificultan que se atienda rápido a la gente. "Además cambiaron los programas y los sistemas informáticos, lo que implica un tiempo de reacomodación. Y esto no es nuevo, burocratizar las gestiones también es parte de una política", denunció.

Exceso de burocracia
"La burocratización es una barrera con el afiliado", asintieron las tres delegadas. "Eso es básicamente lo que queremos dejar en claro. No es falta de voluntad cuando tenés que decirle a un jubilado 'no tengo la silla de ruedas, ni el colchón antiescaras, ni las muletas, ni andadores, ni bastones'. Eso hace que se complique todo, entonces la jornada termina siendo más larga y tiene una carga emotiva muy grande, porque entendemos que pueden ser nuestros padres", admitieron.

Explicaron que la realidad es que no les dan partidas para comprar insumos y que tienen deudas con los proveedores. "Entendemos que un recorte en la prestación genera incertidumbre, y los jubilados vienen con la idea de que no saben si van a acceder a las cosas. Entonces se genera una actitud negativa que tratamos de resolver", agregaron.

Chivo expiatorio

"A veces la intención de estas políticas que se bajan a nivel nacional es enfrentar pobres contra pobres. Y lo que hoy puede ser una coyuntura política local que sirve para pegarle al Pami, para descalificar, se da paralelamente con un cambio en la cabeza de la entidad. Sabemos que hay un camino que se recorre, y es empezar a mostrar que algo no funciona para después generar un ajuste. Ante estas cosas nos ponemos de pie y nos organizamos", advirtió Peña y subrayó: "Queremos que se escuche la voz de los trabajadores, ante esta encuesta que nos deja muchos 'por qué', pero no aceptamos de ningún modo ser la triangulación de políticas implementadas por un nivel nacional y las necesidades de nuestros afiliados". 

"Nosotros no somos el enemigo, estamos en el medio. Nuestros afiliados vienen con la incertidumbre porque han tenido beneficios que en este momento se están recortando, vienen inquietos y mal, y nosotros somos los que damos la cara. Por eso es que les pedimos a las autoridades que salgan a hablar, que aclaren cómo son las prestaciones y los trámites", dijo Corvalán.