El encuentro entre “Vorsoto” y “La Manija de don Níspero” tiene en su denominación palabras claves de cada uno de los grupos. La noche se llamará “Niño Manija” y es otro paso en la unión de los músicos locales en pos de fomentar las propuestas de unos en los seguidores de otros.
En un encuentro con ETC, fueron los encargados de las cuerdas vocales quienes revelaron sus intenciones grupales y artísticas con miras en el crecimiento y la camaradería. Martín Viñals, bajista de “Vorsoto”, como el guitarrista de “La Manija de don Níspero” Gustavo Resa, van adelante con este emprendimiento.
Ambos -también cantantes en sus grupos- se reunieron en la oficina de Viñals, un santuario con música y ventanales que iluminan demasiado. Una guitarra acústica apoyada contra la pared de lajas y una pequeña ventana a un patio interno para fumar los cigarrillos armados, como lo hacían los abuelos fueron parte de la escenografía. “Esto de compartir escenario nace porque nos hemos ganado el respeto entre las dos bandas, unos de otros", contó Viñals mientras Resa asentía con la cabeza.
“El respeto de hacer rock en San Luis, lo que es muy altruista porque no hacemos canciones para versionar sino para realizar una pieza artística”, destacó el fundador de “Vorsoto”, mientras el líder de “La Manija” compartía la dirección en la que iba el comentario en lo que comprende tanto un repertorio como la puesta en escena, equipos y hasta el vestuario.
“Ése es el primer punto de afinidad que tenemos con ‘La Manija’, estamos en la misma frecuencia” dijo Martin, quien concluyó ante la risa de sus colegas que “todos queremos vivir en el arte”.
Para Gustavo, "la cultura y la música local están tomando un vuelo muy alto, desde hace bastante no de ahora, lo único que le falta es salir de San Luis y apuntar con nuestra música hacia otros lados”, declaró Resa en referencia a una camada con músicos de distintos géneros y propuestas muy atractivas.
Su creencia es que todo está “en un florecer cultural”.
La presencia del público es otra apuesta combinada, ya que entre los asistentes estarán los seguidores de ambos grupos, lo que formará “un público ecléctico y diverso” al decir de Viñals.
Entre los integrantes hay muchas ganas de sumarse a la idea de compartir la jornada: “Llevamos gente de otro palo y se pone lindo, es un crisol de quienes no van a Panacea, por lo que la asistencia será variada y el show tendrá un tono cosmopolita”, dijo Martín.
Resa confía en que la noche “explote como siempre pasa con las ‘fiestas manijeras’, más ahora que vamos con gente amiga”, a lo que su ocasional compañero de velada acotó: “Tenemos un respeto artístico entre nosotros y ahora somos amigotes, somos dos grupos que estamos en la misma”.
Gustavo y Martín bromearon porque el clima interno es tan bueno y cordial que no saben quién abrirá la noche y la tentativa de apertura sería al mejor estilo partido de fútbol: tirar una moneda. “Queremos pasar una buena noche y divertirnos” agregó Resa.
A su lado, Viñals continuó la ronda de mates y sus pensamientos también indican una adhesión en ese sentido. “La competencia del ego mata el arte, la competencia artística no, porque si alguien compone una canción que me encantó quiero salir a hacerlo mejor desde la música, no por querer ganarle a algo”, dijo.
Ambos coincidieron en la participación actual del público, que asiste a los nuevos espacios y consume los productos artísticos. Para Viñals “apoyar la cultura es creer también desde el punto de vista del seguidor local, que comparte, que va al show y lo difunde, eso es ser parte también”.
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