Ya tiene tres títulos y peleará dos más en México y Uruguay. La campeona del mundo Yohana Alfonzo la presenta como su "hija del corazón" y Acero Cali la felicitó por su desempeño.
Yaselié Ramírez, conocida como “La Gitana”, nació en Tucumán y vivió repartida entre Burruyacu y Capital hasta sus 8 años, cuando su familia tuvo que irse de la provincia en busca de mejores condiciones de vida.
Anduvieron por La Rioja, pero la cosa no iba bien. Gracias a amigos y conocidos de su padre, terminaron en Concarán, donde hoy en día todos conocen y apoyan a la deportista tucumana.
“Los comerciantes me ayudan a seguir adelante, a no bajar nunca los brazos. Dicen ‘mirá que haya que tenido que venir una chica de otra provincia para hacernos conocidos´. Porque Concarán se hizo conocido en parte gracias al kickboxing”, expresó la deportista en una entrevista con eltucumano.com.
Cursa 3º año del secundario. Todos los días arranca el colegio a las 07:10, entrena una hora antes de almorzar, descansa dos horas y vuelve a entrenar en la Escuela Descendencia de Leones de Concarán junto a su coach y padre, Benancio Ramírez.
“Mi papá me entrenó desde los 9 años. Empecé más que nada por defensa, porque la calle no está linda (aunque asegura que no le hizo falta aún usar sus habilidades para defenderse), pero le encontré el gustito a entrenar y después a competir. Más me gustó todavía cuando empecé a ganar", expresa entre risas Yaselié.
Compite hace un año y ya lleva ganados tres títulos: uno provincial (San Luis), uno nacional y uno latinoamericano. Además, la invitaron a pelear en Uruguay y México.
Entre humilde y orgullosa, le dijo al medio tucumano que cuenta que es la única argentina con 15 años que lucha a nivel internacional. Además, expresó que la campeona del mundo Yohana Alfonzo la presenta como su "hija del corazón" y que Acero Cali la felicitó por su desempeño. Nadie más y nadie menos.
En San Luis, donde entrena, asegura que además de los comerciantes, el gobernador Alberto Rodríguez Saá le dio su apoyo al igual que todos los deportistas puntanos y que su familia siempre la alienta a seguir. “Tienen fichas puestas en mí”, comenta.
Para terminar, quiso dejar un mensaje: “Me gustaría decirles a las jovencitas y los jóvenes que en lugar de estar no haciendo nada, que se metan en el deporte, que todo se puede. Nosotros vinimos sin nada y hoy gracias a Dios tenemos para vivir y yo puedo entrenar y espero llegar lejos. Con ayuda de Dios, todo se puede”.
Fuente: eltucumano.com
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