El Sanatorio Ramos Mejía, única entidad de la ciudad que atiende a los afiliados de Pami, suspendió todos los servicios programados para la atención de los jubilados y pensionados, aunque aseguraron que están garantizadas las atenciones por urgencias.
La decisión fue comunicada por uno de los miembros del directorio del nosocomio, Ricardo Agundez, quien se mostró muy enojado por los cambios continuos de metodología del Pami y que, a su criterio, los afecta y también a los afiliados.
En rigor, la entidad y la obra social de los jubilados mantienen un conflicto que se circunscribe a una decisión nacional de dejar de pagar un monto general (una especie de paquete) y por el cual se promedia la cantidad de atenciones a uno "per cápita", es decir, por cada intervención que hagan los sanatorios.
Agundez dijo que a pesar de la decisión adoptada, hay especialistas que siguen atendiendo las cirugías programadas, pero que hay otros que no lo harán.
El médico explicó que el 11 de mayo se realizará una reunión a nivel nacional con entidades nacionales que agrupan a otros médicos en Buenos Aires y que a partir de ese encuentro es que se conocerán más lineamientos generales. Además adelantó que el 15 de mayo se mantendrá una nueva reunión para saber cuál es la decisión que tomarán, ya que rechazan de plano la propuesta nacional.
El responsable de la sede del Pami en Villa Mercedes, Lucas Zeballos, aseguró que los prestadores en esa ciudad “siguen brindando el servicio a los afiliados de manera regular".
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