En la ULP también se siente la tonada de los chicos del interior

La Universidad de La Punta está ubicada al pie de las sierras y posee una vista privilegiada para cualquier estudiante que desee inspirarse y aprender. “Desde que abrió sus puertas en 2004, fue pensada como un instrumento de conocimiento para los habitantes de San Luis. Principalmente contamos con carreras cortas y con rápida salida laboral, pero además los alumnos tienen 300 horas de prácticas y una evaluación de ellas”, explicó Sandra Solivellas, la secretaria Académica de la institución a la que asisten en su mayoría jóvenes de toda la provincia, según afirmó.

El director del Instituto de Comunicación de Arte y Deporte (ICAD), Roberto Oros, aseguró que “el 83% de los chicos son de San Luis, contando a los de la ciudad y a los de La Punta. Tengo alrededor de 400 alumnos regulares. Es una variable que ha ido creciendo, y este es un muy buen dato que obtuvimos en  los últimos tres años. La afluencia de estudiantes del interior de San Luis aumentó y disminuyó la de las otras provincias. Antes era al revés”, dijo y agregó que en la residencia estudiantil “tenemos casi 130 alumnos, que denominamos 'cautivos' porque viven en el complejo, el 60% de ellos son del interior”.

Ese porcentaje está conformado por jóvenes de Villa de Merlo, La Toma, Santa Rosa del Conlara, Villa Mercedes, Los Molles, San Martín, Naschel y Cortaderas, entre otros. El resto son de otras provincias como Córdoba, Santa Fe, La Pampa, Mendoza, La Pampa y Ushuaia.

La secretaria académica sostuvo que en la residencia los jóvenes cuentan con departamentos amoblados con dos habitaciones en las que hay dos cuchetas “y les damos la ropa de cama. Lógicamente, les exigimos un nivel de rendimiento acorde. Con los directores de los institutos conformamos una reunión y le dimos acceso a aquellos que consideramos más aptos en base al aspecto económico, las distancias o el desempeño académico en el analítico que presentan. Se les cobra un precio simbólico para el mantenimiento de las cosas mínimas, como la limpieza y la ropa de cama”, explicó y añadió que hay una encargada que visita a los estudiantes, que “no sólo sabe sobre su vida académica, sino que además ella conoce su vida social, los ayuda si tienen enfermedades, y está atenta al vínculo con los padres. Estamos en contacto con ellos permanentemente por si hay algún inconveniente. El vínculo es estrecho a pesar de que los alumnos ya son mayores de edad”.

En el Instituto de Ciencia y Tecnología (ICT), a cargo de Adrián Garraza, la tendencia indica que “hubo un incremento de los chicos que viven en la provincia y no son ni de la ciudad de San Luis, ni de La Punta. Considero que este movimiento está motivado por la promoción en el interior. Durante el año pasado viajamos por las localidades mostrándoles la oferta académica. En mi área tengo una amplia mayoría de chicos del interior”, especificó

Garraza agregó que además, en ocasiones, los profesores salen de la casa de altos estudios para brindar talleres: “Por ejemplo se creó un corredor que incluye las localidades de Balde, San Jerónimo y Salinas del Bebedero, llegamos a ellos con conocimientos sobre Turismo para que los vecinos comprendan qué mejorar para enriquecer la región a través de una mejor atención a los visitantes”.

Un paseo y visitas

Sandra Solivellas explicó que la oferta académica tiene dos modalidades: “Una dura tres días y está destinada a los alumnos secundarios de la ciudad de La Punta, porque consideramos que están muy cerca y notamos que muchos de ellos no la consideran como propia. Saben que hay una universidad pero no habían venido nunca. Así que los invitamos, tienen contacto con los docentes, visitan el parque astronómico, el PILP y recorren todo el complejo. Además en diciembre o noviembre visitamos los colegios del interior de la provincia que tienen nivel secundario asociado a la formación que dan nuestros institutos, después vamos a otras escuelas”.