Una obra en pleno centro puntano generó un caos vehicular

¡¿Qué opino?! ¡Que no se puede ser tan gil para hacer esto al mediodía! ¡Mirá el embotellamiento que armaron, son un desastre!", la bronca se le notaba en la piel a Raúl, un taxista que al responder la pregunta del cronista hasta se puso colorado. Fue uno de los tantos automovilistas que ayer se ofuscaron por la larga interrupción al tránsito vehicular que ordenó la Municipalidad de San Luis para realizar tareas de reasfaltado.

La molestia de la gente apuntó al momento elegido para hacer el trabajo: plena mañana hasta superar el mediodía. Y el enojo radicó en que se trató de la calle General Paz, entre Belgrano y Ayacucho, pleno centro de la capital provincial.

Obreros y técnicos de Vialidad Municipal desarrollaron labores de fresado, además de cortar el tránsito, lo que era fundamental no solo por las tareas, sino por el gran porte de la máquina que manejan para rehacer la calle. La primera etapa consta del levantamiento total de la carpeta asfáltica actual. Antes de que llegue el nuevo asfalto es clave sacar lo viejo, dejar la superficie áspera y limpiarla. Cada etapa lleva su tiempo. 

Aunque un inspector de tránsito municipal se esforzó por darle ritmo y circulación a las largas columnas de autos que venían hacia el sur por General Paz o los que iban al este por Belgrano, la paciencia de los conductores se evaporaba rápido porque avanzaban de a pocos metros.

"No sé por qué eligieron este momento. Arrancaron temprano, pero es un trabajo de varias horas. Cuando salí de mi casa ya estaban  con la máquina levantando el asfalto. Estamos a pocas cuadras de la plaza Pringles, era sabido que se iba a armar lío con la pasada de los autos", opinó Miguel, un vecino que vive por General Paz mientras miraba el accionar de los obreros.

Para peor, antes de las 13, un enorme camión de la Comuna accedió a la cuadra en cuestión desde el oeste y eso frenó aún más el andar. Por el efecto del corte, las arterias aledañas también se vieron sobrecargadas. 

El peor cóctel se armó cuando media docena de autobombas de Bomberos Voluntarios giró por el centro con sus sirenas a pleno: festejaban la compra de una escalera para rescates en edificios de altura que aprobó el Concejo Deliberante.

El tránsito del centro puntano estuvo imposible ayer. Pero nadie del Municipio explicó lo ocurrido. Los teléfonos de Vialidad Municipal sonaron, pero nadie atendió.