Iban a hacer negocio, pero la venta no resultó y le robaron
El comprador y su familia habrían atacado a golpes al hombre que le vendió un terreno.
El negocio que Alberto Alejandro Díaz y su hermana habían logrado con Fernando Carlos Lucero en la venta de un terreno cayó. Entonces para que la transacción no fuera una pérdida total los vendedores acordaron con el comprador darle un auto y una camioneta a cambio de lo abonado. Habían quedado en que durante la semana les entregaría los vehículos. Pero, según denunció Díaz, Lucero no respetó nada de eso y fue hasta su casa con otros tres hombres a exigirle los rodados. Primero lo golpearon, luego lo amenazaron con una pistola, lo intimidaron con un cuchillo y le robaron una moto. Nada de eso les valió, pues a las pocas horas los cuatro atacantes fueron aprehendidos.
Los que acompañaban a Fernando Lucero eran su padre Eleuterio, de 60 años, su hermano Carlos, de 30, y otro familiar llamado Daniel Palacios, también de 30. De los cuatro sólo el hombre de mayor edad recuperó la libertad. El resto está imputado por intento de robo y ya fue indagado por la jueza Mirta Ucelay.
Los tres se defendieron con la misma historia. Fernando contó que después de comprarle un terreno a Díaz se enteró de que esa tierra no estaba en condiciones de ser vendida porque había un juicio sucesorio en trámite. “Me vendieron el terreno a 260 mil pesos. Yo le pagué 143 mil y después hice una segunda entrega de 7 mil y pactamos 22 cuotas de 5 mil pesos”, detalló.
“Cuando nos enteramos del problema deshacemos el trato de la venta y acordamos (con los Díaz) que nos daban una camioneta Chevrolet C10 y un auto Chrysler”, aseguró. Le dieron la chata y quedaron en que el coche se lo entregarían el sábado, porque hacía falta pintarlo.
Todo iba bien, según él, hasta que descubrió que el motor de la camioneta era el de otro rodado. Dijo que llamó al vendedor para reclamarle y el hombre le respondió que fuera a su casa, para solucionar el problema. Una vez en lo del denunciante y después de charlar por un rato, acordaron que Díaz le daría una moto Honda 250 si le devolvía la pick up. “Daniel (Palacios) se lleva la moto, la deja en mi casa y tenía que traer la camioneta”, contó. Mientras esperaban que eso último sucediera llegó la Policía y los detuvo a él y a su padre.
Esa versión no se parece ni por cerca a la que sostuvo el denunciante. Detalló que la venta del terreno fue el 15 de marzo. Lucero le dio como parte de pago un Volkswagen Gol, valuado en 130 mil pesos, le abonó 20 mil pesos, tres cuotas de 5 mil pesos y el resto se lo pagaría en cuotas.
Cuando tuvieron que hacer marcha atrás con la venta porque el sitio de calle Vinuesa, entre León Guillet e Yrigoyen, era reclamado por otros familiares, le ofreció la Chevrolet y el Chrysler. Primero le dio la camioneta y acordaron que el sábado le cedería el coche. Pero el lunes, como a las 17:40, cuando Díaz se duchaba, alguien golpeó fuertemente la puerta de su casa.
Eran Lucero y compañía. Los atendió mojado y con una toalla sola cubriéndolo. “(Lucero) Me dijo que le diera el Fiat y no el Chrysler y que lo quería ahora. Me sorprendí”, denunció. Le pidió que le dieran unos minutos para cambiarse y, luego, hablar.
Cuando caminaba para su dormitorio uno de los hombres lo empujó hacia adentro, le pegaron trompadas en el rostro y, una vez en el suelo, lo patearon, expuso.
Relató que cuando consiguió ponerse de pie el hombre de 60 años sacó una pistola y le apuntó a la cabeza. En tanto otro comenzó a tirarle puntazos con un cuchillo que halló en la cocina y le exigía las llaves del Fiat. Luego lo tomaron del cuello y le golpearon la cabeza contra una puerta vidriada.
Cuando María, la novia de Díaz, salió de un dormitorio a advertir que había llamado a la Policía, dos de los agresores se llevaron la Honda 250. En la casa quedaron, además de la víctima, Fernando Lucero y su padre, quienes a los pocos minutos fueron detenidos allí mismo.


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