Un avión hidrante, clave para sofocar el incendio en Potrero y El Volcán

El avión hidrante que logró sofocar el fuego que se reavivó en El Volcán forma parte del Sistema Nacional de Manejo del Fuego: uno de ellos tiene su base permanente en el Aeropuerto San Luis y otro está asignado en Santa Rosa del Conlara. “Pero además como San Luis forma parte de la Regional Centro Cuyo, en nuestra área de cobertura podemos solicitar otros dos que están en Villa Rumipal y Villa Dolores, en Córdoba”, informó José Torres, jefe del Programa San Luis Solidario.

Según donde se desarrolle el incendio, las autoridades de la provincia pueden solicitar el envío de cualquiera de las aeronaves y en caso de ser necesario se puede pedir que las cuatro hagan la cobertura. “El sistema se divide en diferentes regionales y cada una de ellas cuenta con distintas bases donde están los aviones que cuando son necesarios se pueden requerir al Sistema Nacional. Por ejemplo hoy se solicitó el que está en el aeropuerto que pudo ir hasta El Volcán y ayudó a sofocar ese rebrote del incendio grande del domingo”, agregó Torres.

San Luis está en comunicación permanente con los coordinadores de las regionales y a medida que son necesarios los van solicitando a las distintas bases, siempre y cuando el clima lo permita. “Ayer fue imposible que un avión nos asistiera en el incendio de El Potrero de los Funes por la velocidad del viento. Digamos que es una herramienta más que se utiliza en la lucha contra el fuego pero no es la solución. Esto quiero dejarlo claro porque mucha gente piensa que es la única solución y no es así”, señaló el Jefe del Programa San Luis Solidario.

Cada aeronave puede llevar entre 2.500 y 2.000 litros de agua que es la cantidad que se utiliza para estos casos, aunque el funcionario explicó que “para que esa cantidad sea efectiva se depende del viento, la cantidad de vegetación y el ángulo de tiro, entre otros factores”. 

Además destacó que “la temporada de incendios comenzó hace uno tres meses porque ya estamos hace rato en la época de riesgo porque han bajado los niveles de humedad en el ambiente y las ráfagas de viento ahora están entre los 30 y 70 kilómetros por hora”.