Andrés Calamaro deleitó a los puntanos en el Ave Fénix

Además de lo que dicen sus canciones, Andrés Calamaro tiene otras cosas para contar. A veces sin decir una palabra, a veces con el micrófono en mano y una postura corporal acechante y magnética. En el recital que ayer el cantante dio en el Ave Fénix hubo manifestaciones de todo tipo. Y lluvia, humor, humo, mensajes y, por supuesto, canciones. El principio y el fin de la carrera del compositor.

Bajo una lluvia no torrencial pero sí intensa en la segunda parte del concierto, Calamaro debutó en la provincia con un recorrido por toda su discografía. En el show pasaron "A los ojos" (con la voz en el mismo estado de cuando la grabó, hace ya más de dos décadas) y cuatro canciones de "Cargar la suerte", el disco que editó este año. En el medio hubo retoques de "Los Rodríguez", visitas a "El salmón", algunos que otros de "Alta suciedad" y "Honestidad brutal" y solo uno, "Los chicos", de "La lengua popular".

El temporal que se instaló en la ciudad pocas horas antes del concierto no alcanzó a poner en duda su realización, pero sí alteró su transcurrir. Para evitar el agua, los músicos tuvieron que refugiarse bajo la zona techada del escenario y cambiar la disposición que se había instalado al comienzo.

Luego de un comienzo parco y puntual (con "Nuestro Vietnam" pegado a "Alta suciedad"), Calamaro se soltó y expresó libremente sobre diversos temas, en lo que fue, a la postre, lo más divertido de la noche. Dijo que si Diego Maradona no fuera argentino sería uruguayo, porque el país vecino fue el primero en legalizar "sin hipocresías" el uso y cultivo de cannabis.

Durante toda la noche, el cielo dio su aporte a la iluminación, con relámpagos que al principio se vieron a lo lejos, pero que se acercaron sin peligro antes de la medianoche. "Esta provincia tiene un cielo que cambia de clima y de color", dijo "El salmón" en una de las referencias a la provincia, la otra (que repitió por lo menos tres veces) fue a las "Cien guitarras mercedinas".

Como es su costumbre, Andrés modificó en vivo (cuando no la letra) la armonía y la entonación de sus temas, a tal punto que el público a veces tardó en reconocer melodías que hace rato están insertas en sus mentes, como las de "Algún lugar encontraré", "Tuyo siempre", "Crímenes perfectos", "Paloma" y "Flaca", con la que cerró el show.

Pero como está dicho, tanto como las canciones, el mensaje de Calamaro fue lo que tomó por sorpresa a los puntanos. Con alguna dificultad, trató de explicar la diferencia entre "optar y elegir" que notó en las últimas elecciones presidenciales, y con menos pudor marcó lo distinto que es "escupir de esputar".

"Ser de centro en Twitter es ser de izquierda o de derecha", ironizó y se metió, una vez más, en un terreno que le ha traído problemas. Sin embargo, Andrés no tuvo empacho en continuar con su diatriba, que incluyó la postulación del "Chango" Spasiuk como ministro de Cultura y la consulta de a cuánto cerró el paco en la bolsa de cotizaciones.

En una charla con el público en el momento en que la lluvia caía con más firmeza preguntó si estaban dadas las condiciones para continuar, y ante el rugido de la gente volvió a mostrar su elegante sentido del humor: "Bueno, seguimos, pero primero lo primero: que no se les moje el celular, después está la salud".

Los mensajes mudos del cantante parecieron ser una respuesta a sus detractores, sobre todo al sector del feminismo que se encargó en los últimos años de fustigarlo. Abiertamente dijo que dedicaba "All you need is pop" a "las maricas de San Luis" y durante "La parte de adelante", una de las canciones de letra más polémica, emitió en las pantallas imágenes en blanco y negro de las luchas y las conquistas feministas. A veces, los puñales que se clavan por la espalda no son tan profundos.