La "Fray Luis Beltrán" brilló en la Feria de Ciencia Nacional

Dos proyectos de alumnos de la Escuela Técnica “Fray Luis Beltrán”  ("Agua que no has de beber" y "Tetra Placas") lograron la distinción más importante para la delegación de San Luis que otorga el Comité Evaluador de la instancia nacional de la Feria de Ciencias que se realizó en Tecnópolis. Además, los chicos de la Escuela Autogestionada “Carlos Juan Rodríguez”, Leslie Barreras y Alexis Rojo, recibieron una mención especial en esa cita por su trabajo “Te hacen falta pelotas”.  

Los alumnos de tercer año del ciclo básico de la tecnicatura en Química de la Fray Luis Beltrán, Rocío Jakowiuk (15 años) y Lucas Chirino (14), presentaron el trabajo “Agua que no has de beber” y recibieron el premio Destacado Nacional de la feria, que consiste en controlar la cantidad de contaminación de metales pesados que puede contener el agua potable que llega a cada vivienda. Flavia Pescatori, profesora de Química Inorgánica que acompañó a los alumnos, detalló que “los chicos idearon tiras reactivas para que cualquier persona que no tenga conocimientos de química pueda detectar si hay restos de plomo o cobre en el agua corriente. Porque en caso de haberlos eso produce serios problemas en la salud de las personas”. 

Reactivos. Rocío y Lucas mostraron su proyecto en el laboratorio.

Rocío contó que “fue muy linda la experiencia, aunque hubo nervios al principio porque nos costó mucho llegar a ese lugar. Pero como recibimos el apoyo de todos nuestros compañeros y los profesores nos sentimos más tranquilos. No solo adquirimos experiencia sino que hicimos nuevas amistades con chicos y chicas de otras provincias”. Lucas dijo que “a pesar de los nervios supimos responder todas las preguntas que nos hicieron los jurados. Aunque no nos hicieron tantas consultas como en las instancias anteriores, igual hubo que hablar bastante. Fue una experiencia muy linda y ahora tenemos que seguir creciendo con el proyecto”.

Los alumnos de sexto año Lautaro Tobares (18 años) y Franco Rojo (17) fueron los que idearon “Tetra placas”, un sistema de aislación para techos mediante el reciclado de envases tetra brick mezclado con brea. El profesor de Química Ambiental e Industrial, José De Negri, fue su conductor y señaló que “estas placas impermeabilizantes son a base de material cien por ciento reciclado y los chicos, además de diseñar el proceso, realizaron una investigación sobre el tratamiento y disposición final de estos residuos”.

También contó que fueron “Destacados Nacionales” y además recibieron una mención especial del Instituto Nacional de Educación Técnica que les obsequió un brazo robótico para aplicarlo en los distintos proyectos que tengan en marcha.
Lautaro explicó que “en el salón donde se realizó la muestra había 800 participantes y el horario durante los dos primeros días fue intenso porque arrancábamos a las ocho de la mañana y terminábamos a las siete y media de la tarde. Y el viernes fue totalmente dedicado a la premiación”.

Premio. Franco Rojo y el profesor De Negri posan junto al brazo robótico.

Franco dijo que “lo mejor fue que cuando bajamos del escenario y recibimos el premio, porque pudimos festejar con todos nuestros compañeros que también trabajaron durante todo el año en este proyecto”. Y destacó que el resto del equipo lo componen Marcos Aballay (17 años), Axel Barroso (18), Sofía Chirino (17) y Emiliano Latini (18).

Los chicos contaron que con esas placas “se puede reemplazar la membrana asfáltica que actualmente se utiliza para impermeabilizar los techos, porque es material totalmente reciclado, cumple las mismas funciones que la membrana ya que resiste los rayos ultravioleta (UV), los ácidos corrosivos y los golpes. Y además lo tenemos puesto en el techo del laboratorio para comprobar su capacidad, igual que en algunas cuchas de perro”. Y contaron que “desde el Ministerio de Ambiente nos dijeron que lo podíamos aplicar en los techos donde se guarda el ganado y los caballos en los campos para evitar los de paja que atraen las vinchucas”.

Lautaro contó que fue muy tenso el acto de premiación “porque iban pasando las menciones y las escuelas y a nosotros no nos llamaban. Cuando hicieron una pausa aprovechamos para salir al patio a descansar porque ya estábamos resignados.

Ahí nos encontramos con nuestras evaluadoras que nos preguntaron por qué teníamos la cara tan larga si todavía faltaban más premios por entregar. Y cuando empezaron las menciones de nivel superior 4 nos llamaron y fue una alegría tremenda.

Pero además mientras festejábamos abajo del escenario nos vuelven a llamar por la otra mención y pudimos subir con todo el grupo”.