La UEP ovina y caprina cerró un año de avances

A mediados del año pasado, la Unidad Ejecutora Provincial (UEP) ovina y caprina estaba paralizada. A su coordinador, Oscar Cheratto, el gobierno nacional le debía meses de sueldo y finalmente lo desvinculó en uno de los tantos recortes que hizo en áreas sensibles que tienen que ver con los pequeños productores. Le tocó en su momento al INTA, a la Subsecretaría de Agricultura Familiar y también a estos organismos diseminados en las provincias, que son vitales para canalizar las solicitudes de subsidios que hacen los criadores de cabras y ovejas.

Ante la disyuntiva, y con la clara intención de apoyar a los pequeños productores puntanos que de otra manera no podrían acceder a mejorar su infraestructura, sumar genética o armar un proyecto que les permitiera crecer, el gobierno provincial decidió colocar al nuevo coordinador. La designación recayó en Gabriela Delgado, quien hasta ese momento se desempeñaba como directora del Laboratorio del Campo.

Delgado es una profesional inquieta, proactiva, que siempre empuja hacia adelante. Por eso no extrañó que rápidamente la UEP recuperara su ímpetu, cerrara el año con otra actitud y empezara 2019 con las mejores expectativas. La presidencia del organismo es potestad del gobierno provincial, que a través del Ministerio de Producción tenía (y aún tiene) al socio ideal de la coordinadora: Juan Manuel Celi Preti, el jefe del suprograma Producción Pecuaria. Entre ambos le dieron forma a un buen año, encabezaron las reuniones de rutina, mantuvieron cohesionada la UEP con un trabajo esforzado para tener en la misma página a los productores y los organismos oficiales (que no siempre tienen buena disposición) y todo eso se reflejó en los números finales que expusieron en la reunión de cierre, realizada hace pocos días en el Parque de las Naciones.

De los 10 proyectos ovinos y caprinos formulados y presentados ante la dependencia correspondiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, nueve fueron aprobados, un porcentaje altísimo, que infló de orgullo tanto a Delgado como a Celi Preti. Y así lo hicieron saber en el encuentro, del que participó una veintena de productores, aunque faltaron las autoridades de Senasa e INTA, quienes forman parte de la estructura, al igual que Agricultura Familiar, la organización que aporta varios formuladores muy capacitados.

“Esta reunión sirve para ponerle el moño a un año espectacular. Hay mucho para mejorar, por supuesto, pero el cambio de gestión, la llegada de Gabriela (por Delgado), fue una bocanada de aire fresco para la UEP”, resumió Celi Preti, quien anunció una presencia muy esperada, que un rato después daría una charla a pedido de los propios productores. Se trató de Ricardo Esteban, el gerente de Producción de Carnes de Sol Puntano, quien les vino a brindar detalles sobre la incorporación del cordero al menú de ofertas de Carnes San Luis.

Balance de gestión

A su turno, Delgado comenzó detallando algunos números sobre la producción puntana, destacando que tanto en caprinos como en ovinos hay más establecimientos que hace algunos años, pero el stock se mantiene igual. No se privó de "retar" a los productores, porque “muchas veces no tenemos quórum, tienen que participar más. La UEP es para ustedes, nos tienen que marcar el paso”, dijo.

Sobre lo que encontró en septiembre de 2018, cuando tomó el mando de la unidad ejecutora, repasó que había regularizado los proyectos pendientes que habían sido observados, recordó la capacitación que organizó en octubre con la presencia de personal técnico llegado desde San Juan, dijo que en noviembre puso al día los pagos pendientes, abrieron una cuenta bancaria, compraron equipamiento e insumos; para cerrar el año con una correcta ejecución de los fondos, más un recupero de la movilidad que se había perdido. “Estaba la gente, pero la UEP no funcionaba”, resumió.

Ya en terreno firme, el año que se va le permitió cumplir objetivos más importantes.

“Hubo capacitaciones, viajes a San Juan y Villa Mercedes, comenzamos a supervisar los proyectos que estaban en marcha y pusimos mucho énfasis en la promoción, difundiendo las leyes ovina y caprina con jornadas, notas de prensa y eventos”, aseguró Delgado, quien trabajó en el diseño de un manual instructivo de perfil de proyecto, “basado en observaciones técnicas que se fueron repitiendo. Para eso llegaron funcionarios de Buenos Aires que nos dieron pautas sobre cómo hacer un proyecto exitoso y no morir en el intento”.

“Para eso sirven las reuniones regulares de la UEP, para definir ejes temáticos, como por ejemplo el valor agregado. Debemos ponernos de acuerdo hacia dónde queremos ir con nuestros proyectos. Por supuesto, nosotros convocamos a la parte técnica, de la tranquera para adentro los que conocen la realidad de cada campo son ustedes”, apuntó Celi Preti en respaldo de la idea anterior. También, los instó a “trabajar en la transversalidad”, y puso como ejemplo que “había fondos para proyectos caprinos y ninguno presentado, así perdemos plata, porque la destinan a otras provincias ante la falta de uso”.

En cuanto a difusión, Delgado contó que se sumaron durante el año a las charlas que daba el Ministerio de Producción sobre el Plan Toros o las capacitaciones para huerteros. “Todo suma, también la presencia en la 4ª Feria del Chivo que hizo la Mesa Caprina del Norte de San Luis, o la 1ª Jornada Ovina que organizó la Sociedad Rural. Vamos donde nos inviten”, resumió.

Como una muestra de que las cosas mejoraron rápido, contó que “en 2018 nos supervisó San Juan el desempeño, mientras que este año se encargó la Comisión Asesora Técnica (CAT) de Buenos Aires, porque querían saber cómo trabajaba la nueva UEP”. Además, la unidad comenzó a visitar a los productores que habían recibido fondos en el período 2016/17, “algo que no se había hecho nunca y sirve para ver si se cumple lo prometido en las formulaciones. Además, comenzamos a charlar con ellos para ver cuál es la factibilidad de que puedan devolver la plata en tiempo y forma. Eso le da seriedad a todo el trabajo”.

En el debe, la coordinadora incluyó a una de las patas de la gran mesa de la UEP, la de los productores. “Necesitamos que quieran estar, sin ustedes la UEP no tiene sentido”, los arengó, para luego invitarlos a que “en 2020 trabajen en conjunto con las instituciones. Son ustedes los que van a traccionar a los vecinos, no alcanza solo con Cambio Rural, una organización aislada o tener ahora a Carnes San Luis. Se necesita de todos al mismo tiempo”.

De a poco, los productores se fueron soltando y empezaron las preguntas. Sobre valor agregado, Delgado les propuso “dejar un remanente de sus producciones para hacer, por ejemplo, escabeches que se pueden vender en las ferias o directamente a turistas. Otra idea que se me ocurre es un estofado de chivo en un restaurant, una unidad de negocios que suele no trabajar este tipo de carne”. Claro, para eso deben dejar de pensar en el animal pequeño que se vende por pieza y apostar por capones, chivatos o cabrillonas. “Hay una demanda por cubrir”, reflexionó Hernán Fontana, un criador de Naschel, de los más activos en el ida y vuelta.

Juan Echanis, un colega de Las Barranquitas, apoyó esta idea: “Prefiero vender un cordero de 25 kilos a $10, que uno de 10 kilos a $20. Ahorro flete, con el animal chico pierdo tiempo y me arriesgo a un decomiso para llevarlo a faenar”. La coordinadora se mostró de acuerdo y apuntó a lo que vio en La Rioja (ver páginas 16 y 17): “Quiero que sientan el orgullo que percibí en esos productores, que se queden en el campo por decisión propia, porque pueden vivir bien. Ese es el verdadero arraigo rural, el que nace del productor”.