Alucinante: así fue la segunda jornada y cierre del festival “Rock en la Casa”

Con el primer acorde del sábado a las 17 se cortó la pausa que mantuvo en ansiedad extrema a los que estuvieron el día anterior en la explanada del Molino Fénix y querían repetir su dosis musical en la segunda parte del festival "Rock en la Casa".

Fueron 23 grupos que entregaron todo su buen hacer en pos de entretener de la mejor manera posible. Y lo lograron.

La grilla se nutrió con integrantes de diferentes franjas etareas con la juventud y la experiencia de la mano, en conjuntos tal vez distintos en sus géneros, pero con la misma pasión por el arte y la composición propia.

Los asistentes conocieron las historias de Ulises Balza de La Saga, un joven guitarrista descubierto en edad escolar por el jurado de los Intercolegiales Culturales hasta la del "Gringo" Gimbernot, guitarrista de La Crema, que este año superó la barrera de las cinco décadas en la actividad musical.

Las 17 bandas sanluiseñas, seleccionadas de las cientos que son parte del proyecto de Casa de la Música "Dale play a tus Sueños, graba tu EP", recibieron de los organizadores una plaquetas en reconocimiento a la participación de semejante Festival. Las sonrisas del equipo de la directora de Molino Fénix, Anabella Lucero, no dejaban margen a la duda.

Se vivieron alegrías entre amigos y reencuentros con seguidores de otras provincias, se saldaron deudas con las bandas favoritas y algunos oyentes agregaron nuevas propuestas a sus playlists, talentos descubiertos por haber compartido con respeto y educación las propuestas ofrecidas por los músicos.

En un espacio ordenado, tanto en la coordinación táctica como en limpieza, más de 40.000 rockeros vivieron en dos días la electricidad sonora que emanaba de los amplificadores y demandaban los cuerpos.

En orden, sin prisa pero sin pausas (por la calidad del equipo técnico que asistía en vivo) tocaron Anhelo de Satisfacción, Lo Artesanal, Yuls, La Crema, DAC2 y Efecto Bloc, mientras el predio recibía ingentes cantidades de aficionados que cubrían cada espacio del sector frente al escenario.

Guernica tuvo su "funky moment" junto a Sista Sabrina, la vocalista de Lo justo y boca seca, que se sumó en dos temas.

Pasado Verde, conjunto mendocino que hace pocas semanas grabó tres canciones en Casa de la Música y en pocos meses cerrará su placa, cumplió con su tarea y le siguieron los merlinos Ormigas y su rock denso y nutrido de bases.

El Bordo y un agite barrial que logró varios coros populares en sus temas, mientras ondearon los pocos 'trapos' que lograron pasar el cacheo. El combo de los hermanos Kurz dejó al público caliente, y a los punkrockers Daltónicos no les tembló el pulso al demostrar que tocaban ante su gente, bien localistas, y con gran esmero profesional lograron ser la apertura provincial de las estrellas.

Llegaba el final y los presentes saboreaban con angustia el término de una jornada en la que disfrutaron de sus bandas favoritas, reforzaron amistades en el pogo, forjaron nuevos lazos con pares de otras localidades, y renovaron su gusto por la música.

Pero faltaba Babasónicos, y los desfachatados pop del Oeste bonaerense saben cómo entretener a la audiencia. Entre hits imbatibles, estrenos y algunas (per)versiones sónicas, demostraron porqué continúan siendo los embajadores del buen gusto.

Comenzaron con Cretino y recién al cuarto tema, La Lanza, un carismático Adrián Dargelos gritó eufórico "buenas noches" a las guapas y los pendejos. ¿Y qué?

De las viejas, Patinador Sagrado, de las nuevas, La Pregunta. En el medio de la lista convivieron Ciegos por el Diezmo con Soy Rock, Risa con El Maestro.

Algunas noches Dargelos es fácil, por lo que para el bis se despacharon con El Colmo

Al cierre, entre sonrisas melancólicas y la adrenalina activa, los ansiosos dejaban el predio y preguntaban cuándo será el próximo. Por los buenos resultados obtenidos, la segunda edición del festival "Rock en la Casa" volverá a hacer vibrar los cimientos del Molino Fénix.