Cinco años y seis meses de prisión para un conductor que mató a un motociclista
Lo decidió la Cámara del Crimen de Concarán por el delito de homicidio culposo. Malestar de los familiares por la condena.
La Cámara del Crimen de Concarán dictó cinco años de prisión para Emiliano Schiaverano por el accidente en el que mató a un motociclista, Cristian Munyau, en las calles de Merlo. Fue condenado por el delito de homicidio culposo. El fiscal de Cámara Zudaire había solicitado una pena de 15 años por homicidio simple. La decisión no fue bien recibida por los familiares de la víctima.
Uno de los jueces, De Battista, opinó que debía ser condenado por homicidio simple. Sin embargo, Sandra Piguillem y Saa Zarandon estuvieron de acuerdo en que lo condenen por homicidio culposo.
El sábado 22 de julio de 2017, Munyau y Schiaverano, cada uno con su grupo de amigos, acudieron a bailar a un boliche de Merlo y luego continuaron la fiesta en un kiosco de calle Poeta Agüero.
El problema se habría originado cuando Rodrigo Munyau, hermano de Cristian, recibió una golpiza tras un altercado que habría iniciado luego de que éste provocara a Schiaverano verbalmente. Nunca quedó claro si el acusado y Cristian Sterzer, el joven que lo acompañaba esa noche, participaron de la pelea, pero la víctima estaba segura de que sí y, tras enterarse de los golpes a su hermano, salió a buscar a Schiaverano en su Motomel S2 150.
El motociclista alcanzó a Schiaverano, que conducía un Ford Fiesta Kinetic, en Avenida del Sol y Presbítero Becerra, y se vengó pateándole el espejo retrovisor izquierdo.
Enfurecido, el automovilista persiguió a Munyau a más de 70 kilómetros por hora, según estimó un perito, y lo encerró frente a la sucursal del Banco Nación en Merlo, provocando que cayera y derrapara 21 metros junto a su moto.
Las heridas que sufrió fueron tan graves que se cobraron su vida cinco días después, en la terapia intensiva del Hospital San Luis, a donde había sido trasladado.
La única vez que declaró durante la etapa de investigación, el 3 de agosto de 2017, Schiaverano dio a entender que se trató de un accidente y que, más que encerrar a la víctima, en realidad quiso pararlo para pedirle una explicación.
Jorge Pinto, juez instructor de la causa, se valió de una pericia para determinar que la maniobra de encierre fue intencional, sumado al hecho de que el acusado escapó de la escena sin ayudar a Cristian y luego intentó ocultar las marcas que habían quedado en su Ford.
Más Noticias