La crisis empuja a las casas de comida a ampliar sus horarios

En tiempos normales, las casas de comida no deben preocuparse demasiado por la publicidad. El boca a boca de un buen producto o servicio ya es suficiente. Pero, en épocas de crisis e inflación galopante, el rubro tiene que apelar a la creatividad y ensayar nuevas estrategias. En los últimos meses muchos locales de la ciudad de San Luis decidieron abrir también al mediodía y ofrecer "promos"   para atraer y retener a los clientes.

Un restaurante que ejemplifica la tendencia es La Rosa, ubicado en Illia y Mitre. "Antes empezábamos a partir de las 19. Ahora abrimos a las 11 de la mañana y estamos de corrido hasta la hora de la cena para poder atraer mayor cantidad de gente. Ofrecemos ofertas que arrancan de los 100 pesos", explicó el encargado, Leandro Cuello.

Sobre la calle Hilario Ascasubi, a pocos metros de la Legislatura provincial, está emplazada una pizzería. El dueño del local, Dante Cacace, aseguró que desde hace un mes prueban con los menús a bajo costo, por ejemplo, una oferta de hamburguesa a casi 300 pesos con la que, aseguró, pueden comer dos personas. 

"Las ventas caen y necesitamos encontrar nuevas herramientas que atraigan al público. Nosotros una vez al mes tocamos los precios, aunque absorbemos gran parte de los aumentos que semana a semana se modifican", analizó sobre su negocio, al que concurren en su mayoría personas que trabajan en el Congreso provincial. 

Sobre la avenida Illia casi Chacabuco hay una panchería que, desde el mes pasado, incorporó el horario del mediodía en su funcionamiento. En el verano solo abrían a la noche. "Para sumar ventas y debido a que el flujo de comensales disminuyó, decidimos abrir a la hora del almuerzo", dijo Cristian Caballero, encargado del local.

Asimismo, un bar que está en avenida Illia 103 abre durante todo el día y ofrece dos alternativas: una que ronda los 150 pesos en promedio y otra mayor a 200 pesos. El dueño, Carlos Gómez, contó a El Diario de la República que la temporada es determinante. "En verano se trabaja más de noche, pero en invierno se equiparan los horarios. Nosotros desde que tenemos el local, hace un año y medio, siempre abrimos al mediodía porque trabajamos con las personas que por algún motivo tienen horarios 'sándwich" y deben parar a comer. Además estamos muy cerca del sanatorio Ramos Mejía, lo que hace que quienes tienen parientes internados almuercen acá".

Pero hay comercios que deciden utilizar otras estrategias para hacerle frente al bajón económico y conservar los horarios de siempre. Por calle San Martín, antes de llegar a 25 de Mayo, hay un local de comida al paso. El propietario, Gustavo Palmiotto, aseguró que para mantener las ventas absorben los aumentos y así congelan  lo más posible los valores que después les ofrecen a los clientes.  

"Nosotros solo trabajamos hasta las 17 y nunca de noche. Para abaratar los costos todo lo elaboramos nosotros y, por el momento, no podemos ofrecer ni combos ni ofertas", contó Palmiotto, cuyo negocio está al frente de la escuela Santo Tomás de Aquino, de donde proviene la mayor cantidad de clientes. Ofrece empanadas a 150 pesos la docena y sándwiches de milanesas (carne vacuna y pollo) a 70 y 60 pesos, respectivamente.