Con 400 goles en 125 partidos, lo chicos dieron rienda a las emociones

Cargada por la temática “fulera” que prevé la superstición, la fecha número 13 se suspendió por el malestar climático entre el viento frío y la lluvia. Por lo tanto, los responsables del Departamento de Fútbol Infantil “Lorenzo Lucero” de la Liga Sanluiseña de Fútbol decidieron utilizar el feriado del jueves (del Día de la Bandera) para jugar la decimotercera edición y el fin de semana, más relajados, el total de la siguiente.

Fueron 56 partidos necesarios para ponerse al día con la grilla, y el sábado y domingo las 69 restantes para estar al día con el fixture oficial.

Como homenaje póstumo, antes del comienzo de cada partido, los árbitros formaron en el círculo central a los equipos para brindarle un minuto de silencio a Ismael Aldair Paredes, jugador de la división Sub-20 o Reserva del club Cultural y Deportivo San Lorenzo, que falleció el jueves.

Después, con la pelota en marcha, la sucesión de jugadas no estuvo exenta de ceremonias populares, como apretar rosarios de plástico o madera (aunque varios jugadores modernos los llevan tatuados en la piel), pisar el campo con el pie derecho, besar las gastadas camisetas de los clubes favoritos, o tocar el suelo y persignarse mirando al cielo.

En un rito de celebración deportiva como lo es el fútbol, plagada de tantos mitos que rebaten las aplicaciones científicas, el uso de las cábalas no queda fuera de la ecuación.

En los clubes siempre, dentro y fuera de las canchas, en las tribunas y los vestuarios, conviven supersticiones junto a realidades inalterables.

Consultados, algunos protagonistas de la jornada deportiva contaron sus preferencias a la hora de encomendarse a algún santo de su devoción. Por supuesto que hay todo tipo de obsesiones y durante el partido aumenta la neurosis.

Fiel a sus costumbres rockeras, el integrante de la comisión directiva y a cargo de las divisiones inferiores de AFA del club Estudiantes, Fernando “Pappo” Balagué, usa una remera de su ídolo y dueño del apodo. “Las cábalas son ‘el agua del rock’ y la remera del Carpo. Cuando llego a mi casa, me la saco y la guardo. Solo la uso para los partidos. Esa es fundamental”, confirmó el gigantesco simpatizante del “Verde”, que siempre invoca al Dios del Rock (a Pappo Napolitano) antes de cada juego: “Eso me ayuda seguro”.

Por otra parte, el entrenador de la Categoría 2009 de Huracán José Luis Aguilera, aseguró que antes de jugar se los incentiva con buena onda. Luis y el profe Edu les piden a sus jugadores que griten la arenga del club, para rescatar los valores deportivos y de amistad, y a jugar y divertirse.

La fecha número trece atrajo supersticiones, no faltaron cábalas antes de entrar pero el campeonato mantiene en alto la camaradería y el buen juego. Fueron 125 partidos jugados con resultados no aptos para cardíacos.

No hay cuernitos hacia abajo ni dedos cruzados que ayuden a escalar en la tabla de posiciones, la realidad está escrita en las planillas.

"Estamos llegando a la etapa final del campeonato y todos los jugadores están muy ansiosos”, declaró el responsable del Departamento de Fútbol Infantil Eduardo Godoy. Restan cinco fechas para que concluya la edición 2019 del futbol infanto juvenil y muchos le están rezando a sus santos favoritos.