Piden no derrochar agua potable por el bajo caudal del río Quinto

Las lluvias se hacen desear en casi toda la provincia y el caudal del río Quinto es cada vez más bajo. Eso puso en alerta a los técnicos de Obras Sanitarias Mercedes (OSM), quienes a través de comunicados les piden a los vecinos que eviten el derroche para no quedarse sin reservas y sufrir problemas con la provisión.

La reducción de las cotas no es exclusiva del afluente que transita por el terreno de Villa Mercedes, sino que se repite en casi todos los acueductos, los naturales y los artificiales, de la provincia. Pero en la ciudad pone en riesgo el abastecimiento de las dos plantas que potabilizan y distribuyen el recurso para el 90% de la población: la de La Ribera y la del dique Vulpiani.

“San Luis está atravesando una emergencia hídrica y el río Quinto está con bajo nivel en todos sus sectores. Es grave y problemático, y debemos cuidar nuestras reservas porque suministramos el agua potable a todos los vecinos”, planteó Walter Libaak, el coordinador de Obras y Servicios Sanitarios.

El ingeniero dijo que, debido a las elevadas temperaturas, ha crecido el consumo desmedido en los hogares: “Se usa para los alimentos, para la higiene, para lavar el auto, para baldear la vereda, para regar y hasta a veces para hacer barro. Se están produciendo actividades en demasía y estamos pidiendo que cuidemos el recurso, que en este momento es escaso”, sostuvo.

En el organismo incluso prevén que el uso del servicio sea mucho mayor durante los próximos meses, cuando el verano llegue a pleno. Porque la pandemia obligará a muchos villamercedinos a quedarse en sus casas y no viajar tanto para las vacaciones. “La mayoría de la gente va a querer agarrar la 'Pelopincho' y llenarla con la manguera. Pero hay diferentes camiones que suministran agua cruda, que es muy buena y limpia, y después se puede tratar con productos. Se hace el gasto una sola vez y se mantiene toda la temporada”, sostuvo.

La semana que viene, el equipo de Obras Sanitarias comenzará a realizar las pruebas de llenado de la pileta de decantación sur de la planta del Vulpiani, luego de realizar una serie de refacciones. Si los testeos dan buen resultado, la infraestructura volverá a funcionar al 100 por ciento de su capacidad y succionará mucho más líquido del embalse.

Libaak explicó que, de esa forma, tendría una capacidad de reserva de doce millones de litros, más otros seis millones que hay en  La Ribera. Además, cuentan con el tanque emblemático del centro y hay perforaciones en diferentes puntos de la ciudad. “Pero todo esto no va a alcanzar si los vecinos no nos ayudan”, advirtió.

La llegada de precipitaciones tampoco es una garantía para recuperar los caudales. “Tiene que llover durante muchos días y en abundancia, y en este momento no está pasando", cerró.