Diez maestras repartieron desayunos a sus estudiantes

Docentes y alumnos experimentaron un año atípico en el que tuvieron que adaptarse a nuevos métodos de enseñanza y, debido a la pandemia, el contacto presencial no estuvo. Las maestras de la Escuela N° 113 “Juan Agustín Ortiz Estrada”, de la localidad de Saladillo, no querían terminar el año sin ver a sus estudiantes, por lo que decidieron prepararles desayunos que llevaron a los hogares de cada chico.

Desde hace un mes las docentes de Saladillo planeaban este desayuno sorpresa. Diez maestras cocinaron panes dulces, pastafrolas y magdalenas para agasajar y premiar a 80 alumnos de los niveles inicial, primario y secundario básico. En la cocina de la escuela, las docentes con sus guardapolvos y tapabocas dejaron volar su talento culinario para sacarles una sonrisa a los chicos.

"Al ser un año tan complicado pensamos en cómo terminar el ciclo lectivo, porque realmente al ser esta una escuela rural de un pueblo que tiene más o menos 500 habitantes, la mayoría de los docentes no somos de la localidad y realmente nuestro contacto había sido solamente virtual durante todo el año. Queríamos cerrar el ciclo lectivo de una manera distinta y ver a los chicos", explicó una de las maestras del nivel secundario básico, Ana Guevara.

El miércoles las docentes decidieron reunirse en la escuela para cocinar, dado que allí tienen amasadoras y hornos, por lo que se les facilitaba la producción de todos los desayunos. El jueves a la mañana salieron en caravana a repartir el premio al esfuerzo de los estudiantes. Cada una llevaba su sombrero de Papá Noel e iban tocando la bocina de sus autos para despertar a los alumnos.

"Hace un mes empezamos a juntar las cosas que necesitábamos. Compramos las tazas, las bandejas y de a poco fuimos armando la idea. El miércoles nos convocamos todas las docentes en la escuela y amasamos. Después también les compramos juguitos y galletitas", describió Ana.

Del total de 80 chicos, 77 recibieron su desayuno en sus domicilios y el resto lo retirará en la escuela debido a que estaban de viaje. Para los padres de los alumnos también fue una grata sorpresa el regalo de las docentes dado que ellas no habían avisado que irían a las casas a hacer la entrega del regalo del fin de ciclo lectivo.

"Los chicos tenían caras de dormidos y no entendían nada. Esas caritas fueron gratificantes, un mimo para el alma. Estamos contentas porque los pudimos ver, realmente fue un año muy difícil para todos", comentó emocionada.

Ana destacó el esfuerzo que hicieron los alumnos de Saladillo para mantenerse conectados a la virtualidad y seguir estudiando a pesar de la pandemia.

"Tenemos anécdotas muy lindas de estudiantes que viven alejados en el campo y se tenían que subir a una lomada para tener mejor conexión o se conectaban a la noche, cuando tenían mayor señal para comunicarse con los docentes", destacó la maestra.

Además, una vez finalizado el reparto, las docentes editaron un video con las fotos del proceso de producción y de la entrega del regalo para guardar el recuerdo del reencuentro después de un año de esfuerzo y satisfacción.

 Redacción - NTV