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Cárcel para dos sospechosos de asaltar una estación de servicio

El robo fue la madrugada del martes 21. Uno de ellos primero negó haber robado. Luego admitió su participación y desligó al otro.

Por redacción
| 01 de febrero de 2020
Vega. Tres días antes del procesamiento, admitió ser uno de los autores. Molina. Cuando fue indagado, aseguró que jamás asaltó al playero. Fotos: Relaciones Policiales.

Hacía apenas cuatro meses que Diego Vega y su cuñado Hugo Molina abandonaron el Penal, donde habían terminado por cometer un robo. Uno de ellos, Vega, le había asegurado al juez instructor Leandro Estrada, cuando lo indagó por el asalto a una estación de servicio la semana pasada, que desde que había salido de la Penitenciaría no se había vuelto a meter en problemas con la ley. Pero las pruebas que el juez recolectó en estos días le indicaron todo lo contrario: le señalaron que tanto él como Molina atacaron a un playero de la estación de servicio de Justo Daract y le robaron casi 12 mil pesos. Por eso, ayer los dos volvieron a la cárcel. 

 

Los procesó por "Robo calificado por el empleo de un arma de fuego cuya actitud para el disparo no pudo ser acreditada". Para Estrada, quien subroga por estos días el Juzgado de Instrucción Penal 3, el martes 21 de enero a las 2:16, entraron a "La Vieja Estación", en San Luis y 9 de Julio, y asaltaron a Edgardo Gómez. 

 

El playero contó que él estaba detrás del mostrador de la oficina donde descansan los empleados, revisando su teléfono, cuando vio a dos delincuentes caminar desde los surtidores hacia donde estaba él. Estaban encapuchados y uno empuñaba un arma de fuego, indicó el juez en su resolución.

 

El hombre quiso cerrar la puerta antes de que pudieran ingresar, pero no lo consiguió. El que estaba armado le ordenó que se tirara al piso y lo amenazó: "Dame toda la plata, que si no sos boleta. Dame también tu billetera". 

 

Los delincuentes vaciaron la caja, donde el personal guarda la recaudación del día, y también tomaron lo que el playero tenía en su billetera y su celular. 

 

Cuando los policías de la Comisaría 18ª arribaron, lo primero que hizo Gómez fue mostrarles la grabación de la cámara de seguridad que había registrado el asalto. 

 

A los efectivos les tomó segundos reconocer con nombre y apellido a los sospechosos. Estaban seguros de que se trataba de Vega y Molina. Los ubicaron por las características físicas, porque son cuñados y porque son rostros conocidos en la seccional, donde más de una vez estuvieron detenidos. 

 

Con esa certeza y el aval del juez de turno, los policías allanaron las viviendas de ellos. Allí encontraron prendas idénticas a las que usaban los ladrones, según pudieron ver en la filmación. 

 

Más tarde, la ropa fue reconocida por la víctima como las que efectivamente vestían los asaltantes. 

 

Cuando los cuñados fueron indagados por primera vez, ambos negaron haber tenido que ver con el robo. Pero tres días antes que el juez resolviera si los procesaba o no, Vega reconoció: "Fui el del asalto, pero Molina no tuvo nada que ver". Dijo eso y mencionó con nombre y apellido a su cómplice, alguien que había conocido en el penal. 
 

 

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