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Lápiz, cámara y acción

La actriz supo llevar una carrera tan variada como multifacética. Desde aquel debut en "Verano del 98" hasta su última película, todavía sin fecha de estreno, "La fiesta silenciosa", Jazmín logró consolidarse y mantenerse siempre en escena, tanto delante como detrás de cámara.

Por redacción
| 23 de marzo de 2020
"Cuando las mujeres accedan a espacios de poder en el cine va a impactar en lo que contamos y en cómo lo hacemos".

Por: Luciano Martín Mezher

 

 

Jazmín Stuart egresó a los 21 años como directora en la Universidad del Cine pero comenzó su carrera en televisión como actriz en una de las series furor de Telefe: “Verano del 98”. Este semillero de actores y actrices creado por Cris Morena duró tres temporadas, hasta el 2000.

 

La telenovela le abrió la puerta a una carrera en televisión que fue creciendo y continuó en otras series como “22, El loco” y “Son amores” en el 2003. Ese mismo año debutó en el cine con “Ciudad del Sol”, dirigida por Carlos Galettini; compartiendo elenco con Darío Grandinetti y Nicolás Cabré.

 

Yendo y viniendo de la pantalla grande a la chica; también colaboró en importantes miniseries como “Historias de sexo de gente común” y “Mujeres asesinas”. Con la necesidad de contar historias, primero incursionó en el teatro con su obra “La mujer que al amor no se asoma”, dirigió y escribió su primer cortometraje “Juego de Grandes” y codirigió “Desmadre” junto a Juan Pablo Martínez; sobre la historia de una madre ausente (Claudia Fontán) que irrumpe en la vida de su hija adolescente (Florencia Otero).

 

En el 2014 debutó como directora y guionista de un trabajo propio con el filme “Pistas para volver a casa”, sobre dos hermanos (Érica Rivas y Juan Minujín) que deben reencontrarse en el camino para ayudar a su padre.

 

También incursionó en las series de género fantástico como “Nafta súper” en el Canal Space, secuela de la película “Kryptonita”. En esta versión argentina de los súperhéroes de DC Comics interpretó a “La Mishi” (Gatúbela).

 

En el 2018 tomaría los tres roles que la apasionan con el largometraje “Recreo”; en donde no solo actuó sino también que escribió y dirigió junto a Hernán Guerschuny. Compartiría la pantalla grande junto a Carla Peterson, Juan Minujín, Fernán Mirás, Martin Slipak y Pilar Gamboa.

 

Cerró el 2019 con el estreno de “Tu parte del trato”, la nueva serie de Canal 13 y TNT que protagoniza junto a Nicolás Cabré y Eleonora Wexler.

 

En 2020 Jazmín Stuart no descansa. Ya se puede ver “Cartas a mi ex”, una serie web dirigida y creada por ella sobre ocho historias de relaciones de parejas. Y este año se estrenará “La fiesta silenciosa” de Diego Fried que coprotagoniza con Gerardo Romano.

 

—Venís trabajando de diferentes roles tanto en cine como en televisión. ¿Qué diferencias encontrás en cada uno?

 

—Tienen un territorio en común. Siempre que estoy actuando, escribiendo o dirigiendo estamos hablando de contar una historia. Pero sí son roles muy distintos, en la actuación uno se siente más expuesto. Es más extrovertido y tiende a mostrarse hacia afuera. En cambio, escribir es todo lo contrario, y me sumerge en mi mundo. Y la dirección es un punto intermedio, estás con tus ideas, pero también tenés que explicarlas a cuarenta personas y a las diferentes áreas del rodaje.

 

 


Dirigiendo "Pistas para volver a casa", su primer trabajo como directora y guionista de manera individual.

 

 

 

—¿Qué te pasa cuando tenés que dirigirte a vos misma?

 

—Es una locura, pero al mismo tiempo es como un juego. Cuando éramos chicos imaginábamos que el patio era una jungla y una vez que entrabas a ese mundo te lo creías. Dirigir y actuar es más o menos lo mismo. Armás el escenario y después entrás a jugar. Estás concentrada en tu papel, pero también tenés que tener una visión de 360 grados para estar atenta al resto de la escena.

 

—¿Te lo tomaste como un desafío?

 

—Sí, pero me es bastante natural, al principio empecé a dirigir y después me puse en ambos roles. Creo que era más fácil hacerlo yo misma, que estar explicándole a otra actriz lo que quería de ese personaje. Se acortó el proceso.

 

—¿En televisión pudiste dirigir?

 

—Para televisión no, pude dirigir la serie web “Cartas a mi ex” para la plataforma de la Universidad de Tres de Febrero UN3.

 

—El ritmo es completamente diferente que en cine.

 

—Si, según el formato. En una tira diaria debe ser agotador, pero en una miniserie de ocho capítulos, la experiencia puede ser más acotada.

 

—Protagonizás "La fiesta silenciosa" ¿cómo te llego ese proyecto?

 

—Hace un par de años me junté con el director Diego Fried y charlamos la idea. Varias cosas cambiaron desde entonces. Me pasó una primera versión de guion y después quedó sin realizarse. En el medio hice otras cosas y después nos volvimos a juntar con el texto cambiado y luego de un tiempo la película se reactivó. Empezamos a trabajar el guion más a conciencia, yo le di algunas ideas para trabajar y otras que fueron mutando por el mismo paso del tiempo. El proceso final fue bastante rápido nos juntamos con los demás actores y comenzamos el rodaje.

 

 


En "Tu parte del trato" Jazmín Stuart interpreta a Patricia, quien le propone un pacto supuestamente inocente a Carlos (Nicolás Cabré) para librarse mutuamente de las personas que odian.

 

 

 

—La película es una mezcla entre un thriller de venganza, un drama y un toque de comedia. ¿Por qué crees que pasa tan seguido hoy en día en el cine esto de mezclar géneros?

 

—Creo que las historias se van complejizando. Hay mucho que viene de las series y recae en el cine. Pensando en "Tu parte del trato", que hice con Polka, es un thriller pero tiene algo de comedia negra.

 

—Puede ser que, debido al cambio social, reímos de cosas nuevas pero ya no nos da gracia algo que antes sí.

 

—Absolutamente. Me parece mucho más interesante mezclar diferentes géneros que atarte a uno solo.

 

—Ya lo habías hecho con "Recreo", tu último proyecto como directora y escritora.

 

—Sí. La comedia y el drama en un mismo terreno es algo en lo cual me gusta trabajar.

 

—¿Qué es lo que te atrapó de tu personaje en "La fiesta silenciosa"?

 

—Hay algo poco convencional en el relato ya que es una mujer que está a punto de casarse, pero se siente incómoda por no sentirse amada. Se aleja tratando de buscar el deseo y la vida la castiga. Hay un despliegue de la violencia en el personaje, seguramente heredado por el padre. Y cuando ella explota es la figura del hombre la que la intenta detener diciéndole que la venganza está en manos de ellos y que ella lo único que tiene que hacer es sentarse y llorar como víctima.

 

 


Cartas a mi ex, una serie web de ocho capítulos de doce minutos cada uno que pueden verse en el canal de Youtube de la UN3

 

 

 

—Con respecto a los personajes. ¿Hay alguno en particular al que a veces le ponés un poco de tu personalidad?

 

—Más que de mi personalidad es más de mi faceta como guionista. A veces leo un personaje y pienso que estaría bueno sumarle una característica que quizás no es importante pero suma al desarrollo. Otras veces soy muy intuitiva y el guión está muy cerrado o los directores son muy celosos de su trabajo y me quedo en mi rol como actriz.
Pero en mi carrera por suerte me ha pasado de encontrarme con varios directores que sabían que soy guionista y no dudan en charlar sobre los personajes.

 

—¿Tuviste la oportunidad de improvisar en alguno de tus últimos proyectos?

 

—Yo siento que siempre hay algo de improvisación. No me gusta tener todo planeado antes de filmar. Qué voy a hacer o cómo me voy a mover o cómo va a sonar el texto. Pero prefiero no saber mucho y esperar a estar en el lugar con mis compañeros. Capaz que algo accidental, el frío o el calor o limitaciones técnicas hacen que la escena se reconfigure de cierta manera. Y eso no lo podés saber a priori. Entonces siempre aparece un poco de improvisación.

 

—¿Te pasó de rechazar personajes que no te gustaron?

 

—Me pasó seguro, aunque no recuerdo alguno específico. En el teatro lo he hecho ya que está basado en la repetición, hacer una obra varios días y eso cuesta mucho. Por eso amo tanto el cine, lo que se filmó quedó.

 

—¿Eso es lo que más te define a la hora de elegir trabajar en cine que en teatro?

 

—Sí, el cine es un arte fragmentado de rompecabezas en cada toma. En cambio en el teatro hay que estar de principio a fin sin cortar, pase lo que pase. Hay que estar arriba del escenario. Solo haría teatro si encontrara un papel que me hiciera sentir muy cómoda para someterme a la repetición.

 

—¿Cómo te llegó el proyecto de "Tu parte del trato"?

 

—Polka me convocó y me mandó los guiones. Los leí y aluciné porque la serie está muy bien escrita. Y no dudé en hacerla. En poco tiempo empezamos a hacer unas reuniones y ensayos y comenzamos a grabar.
Fue todo muy vertiginoso porque es una serie de ocho capítulos que filmamos en dos meses y medio. Que parece mucho, pero es muy poco porque tuvo muchos planos y fue más compleja de filmar.

 

—Y con respecto al personaje ¿Qué pensaste que podía sumar al formato serie?

 

—Patricia es un personaje con muchas aristas. Dentro de la trama es la que genera el conflicto. A grandes rasgos es la villana, pero es mucho más compleja que eso. Puede ser muy aterradora, pero en otros muy frágil y sufrida. Y hay otras ocasiones que es delirante y hasta graciosa. Es un personaje con muchas capas que se van abriendo a lo largo de los capítulos. Y ella va cambiando mucho.

 

—¿Es difícil romper la barrera de los estereotipos? Principalmente entre los espectadores más acostumbrados a ver novelas argentinas en la tele.

 

—Yo creo que el público que consume "Tu parte del trato" es habitué a las series en Netflix o Flow. Tienen mucho más criterio pero al mismo tiempo son más exigentes porque ven tanto que ya es un lenguaje que conocen. Pero sí hay una franja que lo veía por Canal 13 que viven una experiencia más virgen e incluso muchos la nombraban como una novela pero en realidad es una miniserie.

 

 

 

 

—Se cumplieron 20 años de Verano del 98, ¿cómo fue volverse a juntar?

 

—Fue divertido el encuentro y recordar la época; pero no me imagino volviendo a hacer una tira diaria o una nueva versión de Verano del 98. Hay tantas cosas interesantes por hacer o contar que no creo que volvería a un personaje que ya hice.

 

—Entre tantos proyectos de cine y televisión ¿cómo haces para encontrar un equilibrio entre tu vida familiar y el tiempo que estás en los set de filmación?

 

—La verdad es que mi hijo creció con esta dinámica, de hecho yo estaba embarazada de ocho meses y estaba filmando "Fase 7" de Nicolás Goldbart. Y a los diez meses filmé mi primer largometraje como directora. Él ya conoce cómo es mi oficio y ahora tiene mucha curiosidad y lo entiende. Lo voy a buscar a la escuela y hago lo cotidiano, pero de repente desaparezco por dos meses porque estoy filmando, pero sabe que voy a volver.

 

—¿Qué sentís cuando pensás que va a ver el trabajo que hiciste en estos años?

 

—Me da mucho pudor. Hay escenas que espero que nunca las vea, pero creo que él va a sentir el mismo pudor y antes me va a preguntar si puede ver tal serie o película.

 

—Con respecto al rol de la mujer en el cine y la tv, hay algunas cosas que están cambiando, pero ¿qué otras todavía hay que modificar?

 

—Hay mucho por hacer. Los espacios de trabajo tienen diferentes dinámicas, algunas más actuales preocupadas por el rol de la mujer y en otros no. Se tiene que establecer una serie de nuevos acuerdos.
Por otro lado, también se va a terminar de modificar y los espacios van a ser más cómodos cuando las mujeres accedamos a los lugares más altos de decisiones. Hoy en día algunos gerentes de programación son hombres, todos los jefes de las productoras son hombres, la mayoría de los directores o jefes de casting son hombres. Cuando las mujeres comiencen a acceder a esos espacios de poder va a impactar en las modalidades de trabajo y también en lo que contamos y cómo lo contamos. Y probablemente esa incomodidad que sufrieron las mujeres en un set de filmación sea solo un recuerdo. Y esa comodidad también beneficie a los hombres.

 

—Hay escenas donde has tenido que exponer tu cuerpo tanto en "Tu parte del trato" como en "La fiesta silenciosa" ¿cómo se maneja eso hoy en día?

 

—Antes las actrices estaban más a la merced de la dinámica en el set y lo que el director esperaba de nosotras. Más allá de que ahora se están manejando protocolos diferentes para filmar ese tipo de escenas, también hay algo en el inconsciente colectivo que se siente mucho más cómodo que antes. Estamos más conscientes de hacer una toma hasta lo que uno o una pueda. En escenas mucho menos comprometedoras me ha pasado de sentirme incómoda, ya sea un beso o algo que me hizo sentir rara.

 

—¿Creés que el poder feminista que está surgiendo en el mundo impacte también?

 

—Si un poco sí, pero creo que en Argentina es distinta esta conciencia feminista. Cuando Actrices Argentinas se unió mucha gente decía es como el “Me too” y no iba por ese lado y es algo que viene de mucho antes, desde el “Ni una menos”. Se consolida popularmente a partir del debate por la legalización del aborto y dio pie a revisar un montón de cuestiones como el acoso o el abuso en los ámbitos de trabajo.
El hecho de que nos estemos preguntando qué narrativas trabajamos y qué vamos a contar en nuestras historias tiene que ver con el movimiento de mujeres que viene sucediendo hace años en Argentina.

 

—El 34º Encuentro Nacional de Mujeres se va a realizar en San Luis ¿va a participar el colectivo de Actrices Argentinas?

 

—De Actrices Argentinas siempre hay alguien. Yo en el 2019 no pude estar porque estaba filmando, vamos a ver este año. Pero seguro vamos a estar ahí.

 

 

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