Nueva York sin aros de básquet, una postal de la crisis del coronavirus

Nueva York es conocida, entre varias cosas, por ser una de las mecas del básquet. Sin embargo, este deporte esta semana está de luto. Los canchas de básquet, que abundan en las calles neoyorkinas, amanecieron esta mañana sin aros o con estos tapados con maderas, algo que marca la crisis ante el coronavirus y la necesidad de reforzar las medidas de aislamiento. 

Es la ciudad más importante del país más rico del mundo, pero además es la metrópoli más basquetbolera del planeta, y el semillero de muchas estrellas a lo largo de la historia. El básquet callejero está en la esencia del estadounidense y no poder jugarlo es lo que marca la gravedad de esta situación extrema.

En Nueva York muere una persona cada seis minutos por coronavirus, aseguran los reportes médicos. Las calles lucen vacías en la “ciudad que nunca duerme” y que se caracteriza por sus atascos de tráfico.

No hay cuarentena, pero tampoco aros. El gobernador estatal, Andrew Cuomo, mandó a quitar todos, se calculan más de 200 en todo el estado, en especial en los barrios donde más se practica el deporte.

Incluso los quitaron en Rucker Park, el playground más famoso del mundo, ubicado en la esquina de la octava avenida y calle 155, en Harlem. Allí nacieronestrellas que marcaron una época en la ABA y la NBA. Earl The Pearl Manigault, Joe Hammond, Connie Dawkins y nada menos que Wilt Chamberlain, Julius Erving, Earl Monroe y Nate Archibald cautivaron en esa canchita mítica rodeada de alambrado y con unas tribunas de madera. 

“New York es una orgullosa ciudad de básquet y nunca sacaríamos los aros de no ser completamente necesario. Ante la prohibición estatal de juegos grupales, la ciudad ha urgido a los neoyorquinos para que usen el sentido común y mantengan la distancia social. Pero debido a que mucha gente sigue sin cumplir con los pedidos hemos decidido remover 138 aros en la ciudad y continuaremos con más, si es necesario”, declaró Mitchell Silver, el comisionado de los parques públicos de la ciudad. 

En la ciudad se cerraron 11 canchas bajo techo y 66 al aire libre. Esta modalidad se adoptó en el resto de la ciudades con más tradición de básquet del país, como Indiana, New Orleans y casi todo el estado de California.

“Lamentablemente es la mejor forma de evitar que la gente juegue”, aseguró Michael Klitzing, director de Recreación en Indiana, otra de las grandes cunas del básquet.

Fuente: Infobae.