Se quemaron 1.700 hectáreas en el incendio en las Sierras Centrales

Este miércoles, en el reporte del Comité de Crisis, informaron que en total se quemaron unas 1.700 hectáreas en el incendio de las Sierras Centrales. Luciano Anastasi, coordinador del Ministerio de Justicia, Seguridad, Gobierno y Culto, detalló que el lugar es vigilado por una guardia de cenizas que controla los focos de calor.

"Tuvimos un gran incendio que fue producido, porque se trata claramente de algo intencional, el viernes pasado alrededor de las 14”, informó Anastasi en referencia a las llamas que comenzaron en la cumbre de las sierras entre Potrero de los Funes y La Punta. 

En los seis días que siguieron, trabajaron en el tupido monte más de 500 personas, entre Bomberos Voluntarios, oficiales y de la Policía, brigadistas de San Luis Solidario, efectivos de la Policía y de Vialidad Provincial, trabajadores de la Secretaría provincial de Medio Ambiente, la Red de Estaciones Meteorológicas y del Ministerio provincial de Salud y de Seguridad de la Nación. Además, requirieron 80 vehículos, un avión hidrante y un helicóptero del Servicio Nacional Manejo del Fuego.

El avance de las llamas

El viernes, un foco de humo que se concentraba en la cumbre llamó la atención de los bomberos, quienes inmediatamente acudieron a la sierra ubicada entre la autopista 25 de Mayo y la ruta del Portezuelo. Sin embargo, el terreno inestable y la altura complicaron el trabajo de los primeros brigadistas en llegar a las llamas, algo que se extendería durante todo el fin de semana.

El lunes la situación mejoró con la llegada de la caballería pesada: el helicóptero y el avión hidrante, aunque los cambios de dirección del viento hicieron que el frente del incendio oscile entre La Punta y Potrero. Por momentos el foco se concentraba hacia la villa turística y por otros, viraba a la autopista 25 de Mayo, en ambos casos la prioridad de los bomberos fue siempre proteger las zonas urbanas, que en ningún momento se vieron afectadas por las llamas.

Sin embargo, y tras casi una semana de arduo trabajo, no fue hasta este miércoles que la baja en la temperatura y el incesante trabajo de los bomberos, socorristas y brigadistas ayudaron a controlar las incansables llamas.