En su primer día de flexibilización, pocos restaurantes estaban preparados

La baja temperatura climática era la condición ideal para acercarse a degustar un preciado café o degustar un rico plato caliente en un restó, pero hubo pocas mesas ocupadas en los locales céntricos puntanos.

Bajo los protocolos del Comité de Crisis, el gobernador Alberto Rodríguez Saá anunció la habilitación de bares y restaurantes en el reporte del viernes, lo que generó una ola de mensajes positivos en las redes sociales, con promesas de reuniones a almorzar y encuentros cafeteros.

Aun así, el movimiento fue menor al esperado. Los propietarios de los bares aducen que tuvieron “poco tiempo” desde que se anunció la medida, y que en las primeras horas de la mañana sabatina notaron poco movimiento, pero demasiado entusiasmo en los que pudieron volver a las añoradas charlas de café.

En un relevamiento que realizó El Diario de la República en el casco céntrico, las más ocupadas fueron las cafeterías de la peatonal y alrededores, ya que mantenían un movimiento con la venta de café al paso en las últimas semanas, y pudieron adaptar algunas mesas para la atención, como en otros negocios del ramo, frente a la plaza Pringles y en el Paseo del Padre, mientras que en Potrero de los Funes apenas un restó abierto estaba atendiendo al público.

“La noticia fue anunciada en pocas horas (en referencia al viernes a la noche) y no tuvimos tiempo de poner en condiciones”, dijo el dueño de un restaurante que abrió su negocio, pero no pudo ofrecer sus servicios de la manera que hubiera querido.

Aun así, sostuvieron que es auspiciosa la apertura de la gastronomía “bajo techo”, porque esperan que el domingo sea una gran jornada y que estarán disponibles para atender, y que en poco tiempo renovarán la grata costumbre de compartir un café entre amigos.