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La gimnasia artística sueña con un 2021 con mucha actividad

Eneas cerró la temporada 2020 y ahora apunta a lo que viene. Aspiran a varios torneos importantes.

Por Daniel Valdés
| 01 de enero de 2021
Pura potencia: Victoria Argüelles y Cecilia Anzulovich, dos gimnastas sanluiseñas destacadas.

La pandemia le puso un freno de mano a toda la actividad deportiva y la gimnasia artística no fue la excepción. Las atletas de Eneas, lejos de apichonarse por la falta de competencia, pusieron todas las energías en el entrenamiento y en superarse día a día. El 2020 aparecía con objetivos claros y muchos certámenes en el horizonte, pero el coronavirus impidió todo y hubo que reinventarse. Trabajaron hasta el 22 de diciembre con pausas obligadas en el medio. Ahora le apuntan al 2021. "El balance es positivo. Dejó de primar el objetivo de un torneo. Se priorizó elevar la dificultad técnica, se entrenó bajo expectativas a corto plazo, con presiones propias y externas acorde al sistema. Fue un año atípico, pero que nos dejó aprendizajes y apuntamos a otras metas", comenzó diciendo la profesora Daniela Anzulovich.

 

La profe y las alumnas tuvieron que amigarse más con la tecnología. Zoom, Meet y WhatsApp, todo servía para las clases, ya que por un largo período no se pudo entrenar. Fue la parte más dura, pero no bajaron los brazos y siguieron con la rutina para tratar de pulir detalles y crecer. La camaradería fue el común denominador. Una temporada donde los abrazos y los besos se tomaron vacaciones forzosas, pero cada una desde su casa y con sus herramientas nunca dejó de entrenar.

 

 

Se incorporó el grupo de adultos, también gimnasia artística masculina (nivel escuela), iniciación, telas, lyra y trapecio.

 

El año había comenzado de la mejor manera. En enero fue el turno de la pretemporada. Las alumnas estaban enfocadas en llegar afiladas a cada cita. Había un calendario nutrido y la idea era estar en todos los torneos, hasta que llegó el 20 de marzo y se paró todo. "Todo se cerró de repente, primero vimos cómo seguir los primeros quince días donde se envió una planificación para continuar con lo que se venía trabajando, pero pasó la primera quincena y el tiempo se extendió, así guardamos la planificación anual prevista y ahí comenzó todo nuestro nuevo y completo aprendizaje. Empezaron las clases guiadas por canales virtuales, las gimnastas del grupo avanzado entrenaban con rutinas que les íbamos enviando quincenalmente ajustando las cargas, se filmaban y nos enviaban los videos. Luego se flexibilizó la situación y continuamos entrenando en domicilios, algunos personalizados o en grupos reducidos, la verdad que las familias increíble la buena predisposición y el apoyo que nos brindaron, nos abrieron las puertas de sus hogares donde instalábamos todo lo que se podía transportar, barritas, colchonetas, trampolines, vigas metodológicas", comentó la profe.

 

 

 

Después del parate total, que fue de marzo a junio, apareció una luz al final del túnel. A mediados de junio, cumpliendo al pie de la letra con el estatus sanitario, se pudo volver a entrenar presencial. Las gimnastas volvieron a tener contacto con la pedana, la paralela y el caballo de salto. Les volvió el alma al cuerpo. Regresaron a su hábitat natural. Ahí donde se sienten cómodas haciendo lo que más les gusta. Ese ida y vuelta fue increíble.

 

Después vino otro pequeño parate, pero duró poco y tanto la profe como las alumnas ya estaban más familiarizadas con las clases virtuales y se hizo todo más fácil. "La dinámica de trabajo ya estaba muy bien aprendida, así que resultó más simple ese corto mes, para regresar en octubre con todas las pilas y entusiasmo para retomar lo que habíamos dejado en el tintero en agosto", contó Daniela.

 

A nivel deportivo se consiguieron excelentes resultados, se afianzaron elementos, la condición física general aumentó notablemente, hubo un incremento de la fuerza, flexibilidad y la coordinación, donde se vio reflejado a fin de año en la altura de los mortales, la amplitud de los gimnásticos, el aumento de dificultad en la paralela y en salto; y lo más importante con deportistas sanas, sin lesiones y con muchas ganas.

 

 

 

 

El 2020 casi termina y las atletas están con la mente en lo que viene. Sueñan un mejor escenario. Piensan en el primer torneo de la próxima temporada, que será el Nacional de Clubes C y D que se disputará del 23 al 26 de junio en Chaco. Del 3 al 7 de agosto, en Río Negro, se desarrollará el Nacional de Clubes nivel B. En octubre habrá que viajar a Tucumán para competir en el Federativo C1 y C2. En noviembre Mendoza será sede del Federativo B1, B2 y B3. Y ese mismo mes se hará en Santa Fe el Federativo para los niveles C3 y D. "La idea es estar en todos los torneos. Nosotros soñamos con un año con mucha competencia, ya que este 2020 no se pudo competir por la pandemia", cerró la profe.

 

La gimnasia artística sigue con las piruetas y las figuras. Después de un año complicado llegó el turno de las vacaciones. Es hora de descansar y recargar pilas, ya que luego vendrá la exigente pretemporada para encarar un año lleno de competencias, siempre y cuando la pandemia lo permita.

 

 

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