Hubo allanamientos en San Luis por un homicidio en Mendoza
En casas del barrio Padre Mugica secuestraron un celular que era de Jesús David Calderón, el hombre asesinado en la provincia vecina.
Entre las últimas horas del 31 de diciembre último y el comienzo de 2021 Jesús David Calderón fue asesinado en el departamento que alquilaba en el cuarto piso de Gutiérrez al 600, en Mendoza. Hay indicios, y estos han orientado hacia San Luis. Ayer (martes), una comisión policial de la vecina provincia recorrió los casi 260 kilómetros que separan la ciudad mendocina de la capital puntana con la perspectiva de acercarse a él o los autores del crimen. Realizaron allanamientos a la mañana y a la tarde en domicilios del barrio Padre Mugica. En cuestión de horas hubo aquí importantísimos avances en la causa, que pueden derivar en otras medidas tendientes al esclarecimiento. Secuestraron un celular que era de Calderón, la víctima.
Los investigadores mendocinos —que trabajan bajo la coordinación de la Unidad Fiscal de Homicidios de Mendoza— contaron con la colaboración de policías de la Unidad Regional de Orden Público (UROP) 1, y con la autorización de la jueza Penal 3, Virginia Palacios, para revisar los domicilios.
No ha trascendido cuáles fueron las direcciones exactas en las que se hicieron los allanamientos. A media mañana, la medida ya se había concretado y, como resultado de ella, dos personas fueron llevadas después al Juzgado Penal 3 para tomarles declaración, tal como indicaba el oficio. Se hizo mediante videoconferencia: del otro lado de la pantalla estaban los investigadores mendocinos.
Por lo que surgió de esas declaraciones, desde Mendoza solicitaron la realización de otro allanamiento en el mismo barrio ubicado en la zona sur de la ciudad, que se hizo a la siesta.
El móvil del crimen aún se trata de establecer. Pero, según lo informado por los medios de Mendoza, se sabe que del departamento de Calderón faltaban unos 70 mil pesos y bienes, como un televisor. Y si bien hubo un robo, se presume que pudo haber otra motivación, de orden personal, y que quien o quienes cometieron el homicidio hayan sido conocidos del joven, ya que la puerta no fue forzada. Se cree que la víctima les abrió a los homicidas y les permitió pasar.
En los días posteriores al asesinato, los portales contaron que la víctima era empleado de la tienda Castellanas y, además, asesor de vestuario. Vivía solo en el departamento en el que fue hallado atado en la cama. Lo golpearon con un elemento contundente en la cabeza y presentaba marcas en el cuello, al parecer producto de la compresión.
Se sabe que en las últimas horas del 31 de diciembre, el muchacho mantuvo una comunicación telefónica con su madre, que reside en España. Fue la última persona con la que habló. Era para saludarla por el Año Nuevo, que ya había comenzado en el Viejo Continente. El diálogo finalizó porque Calderón entró al edificio y al subir al ascensor, para dirigirse a su departamento, perdería la señal. Al parecer, quedó en hablar de nuevo con su madre después, pero eso no sucedió.
Michelle Ampuero, hermana de la víctima por parte de madre, les contó a los periodistas que le llamó la atención que David no contestara mensajes entre el 31 de diciembre y el 1° de enero. Por ello, le pidió a una conocida que fuera a su departamento, pero nadie le respondió. Finalmente el 2, a solicitud de los familiares, que estaban sumamente preocupados por no tener noticias del joven, un cerrajero abrió la puerta del departamento y lo encontraron asesinado.
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