15°SAN LUIS - Lunes 06 de Mayo de 2024

15°SAN LUIS - Lunes 06 de Mayo de 2024

EN VIVO

Una ilustre maestra rural todoterreno

Se crió en el campo. Sus orígenes fueron muy humildes. No podía estudiar porque los recursos eran escasos. Fue empleada municipal y estudió libre. Se recibió en tres años. Se jubiló como directora general de la escuela N° 369 de Los Chañares. La Nación la declaró "Maestra Ilustre". Fue destacada de El Diario en 2006.

Por Johnny Díaz
| 07 de febrero de 2021
Reconocimiento. "Salí seleccionada entre otras grandes docentes que ha dado la educación en San Luis. Para mí fue un logro muy importante", dijo. Foto: Martín Gómez.

María Isabel Fernández nunca imaginó que su vida cambiaría radicalmente con el correr de los años. Esa vida que había comenzado en El Portezuelo y que ella quería modificar. Solo pedía que le dieran la posibilidad de estudiar.

 

Fue un largo periplo poder cumplir sus sueños. Pero a principios de 2006, el Ministerio de Educación la nombró "Maestra Ilustre" de San Luis, galardón que obtuvo después de que la Junta de Calificaciones del Ministerio de Educación evaluara sus antecedentes como los de todos los docentes de las seis regiones educativas que tiene la provincia.

 

La distinción le posibilitó viajar a Buenos Aires, reunirse en un encuentro educativo con sus colegas de todo el país y, el 11 de septiembre en el Salón Blanco de la Casa Rosada, recibió el meritorio título de "Maestra Ilustre". Ese mismo año, pero en diciembre, fue destacada por El Diario de la República, un reconocimiento anual que nuestro matutino entrega a quienes sobresalen por su esfuerzo, responsabilidad social, perseverancia, innovación y solidaridad.

 

Como si fuera ayer, la educadora recuerda que "la escuela Nº 369 'Gobernador Alberto Arancibia Rodríguez', pertenece a la Región Educativa I y fui seleccionada para representar mi provincia. Viajé a Buenos Aires, donde estuve cuatro días. Había un docente por provincia, fue algo muy hermoso, viajé sola, lamentablemente ningún funcionario de Educación de San Luis me acompañó".

 

"Compartí largas charlas —continúa— con colegas de otras provincias y con la gente del norte argentino, de Chaco y Formosa, que relataban la precariedad de las escuelas, muchas eran de nylon y ni baño tenían. Al escuchar eso, me decía 'en San Luis estamos en la gloria'".

 

Nada le fue fácil a María Isabel. De muy chica supo de las negaciones de la vida. Hija de Clara Irma Sosa y Ricardo Alberto Fernández, vivía en un hogar muy humilde y "carente de todo". Debía conformarse con no poder estudiar y ayudar en lo que fuere, en las tareas del campo.

 

Hoy, jubilada con el cargo de directora general de escuela, recuerda retazos de su infancia. "Vivíamos en El Portezuelo, distante, a unos 7 kilómetros de San Francisco. Éramos muy humildes y carecíamos de muchas cosas, para mí y mis hermanos Ramón, Pascua, Betino, Corina, Norma Liliana, Rosario y Leonardo, era imposible estudiar. No alcanzaba para alquilar en el pueblo y mucho menos para la compra de útiles escolares", admite.

 

Hasta que un día sus padres decidieron mudarse a Banda Sur de San Francisco, en busca de una mejor calidad de vida. Allí la pequeña María Isabel, con 14 años, vio que renacían sus posibilidades de estudiar y su objetivo de ser  maestra volvía a latir.

 

Tanto buscó hasta que tuvo la posibilidad de hacer un curso de dactilografía en la casa de Irma Pedernera, y allí dio un paso importante. A los 16, la Municipalidad local abrió un concurso para un puesto a quienes supieran escribir a máquina y ella se presentó.

 

 

 

“Yo fui —cuenta María Isabel— y a los tres días me llamaron para que empezara a trabajar como auxiliar en Tesorería. Hasta que un día quedé al frente de esa oficina y comencé a tener contacto con la Dirección de Asuntos Municipales. Entre las numerosas visitas, llegó una funcionaria de apellido Durich. Le hice saber mis deseos de estudiar, pero que no podía por mi trabajo; solo quedaba la posibilidad de hacer el bachillerato para adultos, aunque no me recibían porque era menor de edad, tenía 16. La señora hizo una nota para que me permitieran como alumna libre y así fue".

 

Orgullosa dice mientras entrecruza sus brazos: "En tres años rendí 29 materias y logré mi título de maestra, era mi sueño. Fue impensado. Me recibí en la Escuela Normal Superior 'Domingo Faustino Sarmiento'. Con el tiempo, también pudieron estudiar y recibirse mis hermanos Liliana, Rosario y Leonardo. Ellos lo hicieron porque mi hermana Pascua, que trabajaba en servicios domésticos, los apoyó durante toda su carrera. Eso me llena el alma".

 

Durante tres años, María Isabel estuvo al frente de la Tesorería del Municipio. "Conocí a quien hoy es mi marido, Aníbal Quiroga, y juntos emprendimos el camino de nuestras vidas. Hice el Profesorado de Enseñanza Primaria o maestra de grado y también el de maestra jardinera".

 

Ya con dos títulos docentes, en el 88 se le abrieron las puertas en la educación. Empezó a trabajar en la escuela de Pozo Cavado, después en El Vinagrillo, luego pasó a la escuela de Los Chañares, pero pidió la baja porque estaba mucho tiempo afuera de su casa. "No me daban los tiempos, me iba a las 6 de la mañana y volvía a las 16, mis hijos (Flavia y Lucas Matías) eran demasiado chicos y no me alcanzaba para pagar una niñera, era una mamá ausente", admite aún con culpa.

 

Relata que regresó al pueblo, la nombraron en la Escuela Normal en actividades prácticas, donde estuvo seis años, también fue maestra jardinera en la escuela Nº 162 de Banda Sur. "En Leandro Alem fui maestra titular de tercer ciclo rural, ahí me fui preparando para presentarme en la escuela de Los Chañares nuevamente y me quedé hasta el 2016. También daba clases de tecnología como profesora itinerante en Pozo Cavado, en la escuela Nº 48 'Faustino Berrondo' de San Francisco y en la Técnica Nº 29 'Comandante Luis Piedrabuena'", expresa sobre su extenso itinerario en la docencia.

 

María Isabel agrega que cuando fue a Los Chañares —en 1998, distante 60 kilómetros de San Francisco— los educadores eran dos, uno de ellos era una maestra de grado, Lilian Escudero, mamá del actual intendente de San Francisco. "Lilian fue una gran docente y compañera, y yo como directora con grados a cargo; teníamos 16 alumnos. Lo hice con la propuesta de una escuela abierta a la comunidad, que la familia se comprometiera con la educación de sus hijos, que la gente se sintiera útil. Había muy buen material humano y grandes posibilidades de hacer cosas. Así, se fueron allegando, nos organizamos y aprovechamos lo que la zona nos brindaba", expresa, y añade que en la camioneta de su marido trasladaban alumnos de Pozo del Tala a la escuela.

 

"Se hizo una huerta y un jardín, empezamos con talleres de cestería en papel y tarjetería en papel vegetal, que estaba de moda; aprendieran a esquilar y a hacer hilos, sin descuidar el plan educativo. Buscamos personas en San Francisco para el dictado de talleres de pintura en tela y en porcelana en frío, que pagábamos de nuestro bolsillo y con algunos fondos que había en la escuela. Hoy en día, aquellas alumnas, que hoy son madres, son artesanas en Nogolí y en San Luis", sostiene con orgullo.

 

Con el tiempo y mostrando una impecable foja de servicio, Fernández pidió ampliar el plantel docente de la escuela. "Después de un tiempo logré que dos docentes vinieran a la escuela Nº 369 de Los Chañares, una maestra para niños especiales (Paola Torres) y una profesora de Educación Física (María Belén Nogara); éramos cuatro mujeres", precisa. María Isabel no quiere olvidar a quienes la acompañaron durante su gestión: Marcela Suyai, Carolina, Marcela Becerra, Gustavo Muñoz, Mónica Astudillo y Delia Pedernera.

 

La destacada maestra que tiene dos nietos, Augusto y Lucio, señala que "en esos años la vida del docente rural era muy dura, eran largas distancias, caminos y huellas intransitables, grandes  fríos e intensos calores. Muchas escuelas de aquella época no tenían ni energía eléctrica. En el campo todo se aprende, sí o sí. Hoy es todo distinto. La tecnología cambió el mundo. Ojalá que también sirva para cambiar y mejorar la educación, en la que se han perdido los valores".

 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo