Puro rock nacional: Piti Fernández en San Luis

Entre las nuevas concesiones que tendrán que hacer los artistas en la nueva etapa que se avecina en sus carreras, algunas serán visibles y otras no tanto. En los cuatro shows que Piti Fernández dio en Villa Mercedes y San Luis se decidió por fin a tocar “El sensei”, el protohit de su grupo, “Las pastillas del abuelo”, que sistemáticamente se negó a interpretar en los recitales en vivo de la banda.

En versión acústica y con algunos anexos en la letra, la canción sorprendió a los puntanos, que la celebraron como a la gran mayoría de los temas que se escucharon en la hora y media del recital. 

La llegada del cantante en plan solista —aunque acompañado de un guitarrista y un percusionista, ambos mendocinos— representó un gran desafío para los organizadores locales, que tuvieron que pensar cómo hacer un recital de rock con las nuevas disposiciones y los sistemas de ubicación y comportamiento del público implementados para los shows en vivo.

“¿De cuántos es tu burbuja?”, preguntaba el personal de seguridad de “El Tinglao” y El Boliche Don Miranda a cada uno de los espectadores que ingresaba. Los resultados de la producción —compartida entre Diego Sosa manager group, Jorge Fernández y los lugares donde se hicieron los recitales— fueron óptimos y se reflejaron en dos recitales de 130 asistentes en Villa Mercedes y 150 en San Luis.

La buena respuesta de la gente, la puntualidad y la calidad del show (que no repitió lista en ningún caso) superaron esos inconvenientes previos, a los que se sumaron el desalojo de las salas de una función para preparar la otra, dificultado porque buena parte de la gente hizo cola para sacarse fotos con Piti, quien, en otra de sus concesiones, accedió gentilmente.

La idea de versionar himnos del rock nacional en formato country y blues convirtió el show de Fernández en un atractivo momento que, en un año flaco de conciertos en San Luis, se postuló en el mejor de los que pasaron por la provincia en el todavía naciente (aunque también indescifrable) 2021.

“Virus”, (“una banda muy actual”, al decir del solista), “Kapanga”, "Pappo", “Sumo”, “La Renga”, “Divididos”, “Los ratones paranoicos”, “Las Pelotas” y hasta “Vilma Palma e Vampiros” llegaron al recital en la voz del cantante que para todos sus homenajes eligió temas de reconocido éxito. A ellos sumó, a poco de iniciado el concierto, una versión bluseada de “¿Quién se ha tomado todo el vino?”.

“¿Qué prefieren: Los redondos o Charly?” preguntó en un momento Piti para medir el semblante de la gente en una disputa que tuvo un ganador por poco margen. De inmediato tocó “Gualicho”, el electrónico tema del Indio Solari.

No pasó mucho tiempo hasta que acercó los extremos con “La ciudad de la furia”, que lideró el ranking de las más cantadas de la noche junto a “Rezo por vos”, que se constituyó en la revancha de García.

Por supuesto que las noches tuvieron conexiones a “Las pastillas…” y a su carrera solista, que se alimentará el año que viene con la edición de “Caminos bríos”, su segundo disco. La atención y la respuesta que la gente brindó a esos temas abrieron el interrogante sobre cómo hubiera sido el show compuesto por canciones propias. Gente dispuesta a escuchar a Piti, había.