Infancia desigual

El trabajo doméstico no remunerado recae históricamente sobre los hombros de las mujeres y durante la pandemia esto se recrudeció, ya que a las tareas de cuidado y domésticas se le sumó el teletrabajo y las clases online. Esta desigualdad, que tiene sustento ni más ni menos que en la división sexual del trabajo y en estereotipos de género, se da desde la infancia. Según un informe de Unicef, las niñas dedican un 40% más de tiempo a las tareas de cuidado que los niños. El organismo asegura que este tipo de obligaciones impuestas generalmente por adultos de la familia surge en los primeros años de vida y se intensifica en la adolescencia.

A partir de estos datos se puede inferir que, ya desde pequeñas, las mujeres tienen menos tiempo para jugar, estudiar, leer, estar con amigos y hacer otras actividades a la par de los varones. Como trabajo doméstico no remunerado entendemos todas las tareas que se dan dentro de un hogar y que no están reconocidas ni retribuidas económicamente: preparar la comida, limpieza, pago de cuentas, compras, cuidar a niños y adultos mayores y hasta encargarse de las mascotas. Culturalmente estas tareas son realizadas por las mujeres y se convierten en un factor clave de las desigualdades de género.

El informe que dio a conocer Unicef especifica que la balanza se inclina aun más cuando entran en la adolescencia: el 43% de las mujeres de 15 a 19 años tiene responsabilidades de cuidado, una cifra que duplica a la de los varones de ese rango etario. Esta distribución desigual entre niñas y niños incrementa los estereotipos de género y la doble carga sobre las mujeres y las niñas de generación en generación. ¿No es injusto que una joven tenga menos tiempo para estudiar que sus compañeros porque tiene que lavar los platos o hacer las camas? ¿No es injusto que tenga menos tiempo disponible para hacer deportes que su hermano porque tiene que cuidar a otros niños de la familia?

El organismo, además, aclaró que esta problemática difiere en cada país y cultura. Por ejemplo, las nenas de entre 10 y 14 años en el sur de Asia y Oriente Medio y el Norte de África dedican casi el doble de tiempo a las tareas domésticas que los niños. Otro dato preocupante son los países en los que las niñas de entre 10 y 14 años soportan la carga más desproporcionada de tareas domésticas en comparación con los niños: Burkina Faso, Yemen y Somalia. En este último, las nenas de entre 10 y 14 años realizan 26 horas de trabajo no remunerado por semana