Ballet Tarpuy y Supervien: al ritmo del blanco suelo y el celeste cielo

Los pies ágiles y flexibles enfundados en las botas negras de los bailarines resaltan y se separan del paisaje blanco y pulcro de las Salinas del Bebedero. Acompañados de una versión folclórica del tema “La argentinidad al palo”, y con sus trajes oscuros y rostros serios, el ballet Tarpuy y la banda Supervien homenajearon a la Patria por el Día de la Bandera con un videoclip de pasos fuertes y ritmo marcado.

Iván Suárez y su solo de bajo, con la introducción del Himno a la Bandera, es la primera imagen que se aprecia del cortometraje que dura poco más de tres minutos. Luego, ingresa inesperadamente la guitarra eléctrica de Gustavo Rodríguez, quien incorpora el rock nacional; Fernando Sosa, en la guitarra criolla, y Fernando Orteu, en la batería.

A los músicos se le incorporan seis bailarines con un folclore estilizado. Se trata de Rocío Jofré, Rocío Rosales, Lucía Sosa, Natalia Morán, Nicolás Rosales  y Nicolás Miranda. Zapateo, ponchos, polleras floreadas, escarapelas y banderas argentinas inundan la escena.

“Fue algo que nos llevó varias semanas de ensayo por separado, por el tema del virus y los protocolos. El sábado nos juntamos a grabar, los bailarines por un lado y los músicos por el otro, y el domingo lo publicamos”, explicó Carolina Ramírez, profesora y directora del ballet junto con Fernando Orteu. Ambos, con la coordinación musical de Gustavo, produjeron el video.

A la mitad del cortometraje resalta el solo de dos bailarinas:  Jofré y Rosales. Vestidas con un pantalón negro, rastras de gaucho y zapatos de danza hicieron una interpretación libre de folclore combinado con pasos de contemporáneo.

Carolina fundamentó: “La mujer también tiene carácter en esta danza y su rol es importante, ya sea sola o con el varón. Sin embargo, no es necesario su acompañamiento para que ellas brillen”.

Para el cierre y en sintonía con el paisaje blanco de las Salinas y el cielo celeste del firmamento puntano, los bailarines ondearon banderas. En una fotografía redonda por sí misma.

“Pudimos entusiasmar a los chicos con este nuevo proyecto. El mayor mensaje es que la pandemia no nos haga desilusionarnos. Los artistas tenemos que buscar los recursos y la manera para mostrar lo que hacemos de forma constante”, reflexionó la docente, que, según sus propias palabras, a veces ocupa el rol de madre, psicóloga y acompañante de sus alumnos.