Terror, acción y un cocodrilo cantor

Mientras la cartelera de Villa Mercedes sigue con su revisión anual con la "Maratón de cine" —que permite, con entradas muy accesibles, ver las películas más exitosas del año—, en San Luis tres estrenos llegan como antesala de un noviembre que promete ser muy nutrido en estrenos.

De hecho, ya están a la venta los tickets para los próximos estrenos, lo que anuncia la expectativa que hay por su llegada. En las plataformas digitales ya se pueden comprar las anticipadas para "One piece film: Red", el esperado animé que llega la semana que viene, y para "Wakanda por siempre" y el reestreno de "Harry Potter y la cámara secreta", ambas previstas para el 10 de noviembre.

Los ansiosos que quieran ver novedades esta semana tendrán para elegir el terror de "La luz del diablo", la acción de "Amenaza explosiva" y la risa infantil de "Lilo, Lilo cocodrilo".

Justamente, la producción infantil tuvo una nutrida avant premiere el martes a la tarde, cuando los invitados pudieron ver la historia basada en los libros de Bernard Waber. En realidad, la película es una comedia musical que mezcla acción real e imágenes generadas por computadora que lleva al personaje a un nuevo público global.

Cuando una familia se muda a Nueva York, el menor de los hijos lucha por adaptarse a la nueva vida hasta que conoce al cocodrilo cantor que ama los baños, el caviar y la buena música.

En el otro extremo argumental y de público, la producción de terror que llega hoy se basa en el aumento de casos de posesión demoníaca reportado por El Vaticano y la apertura por parte de la Iglesia de escuelas de exorcismo para capacitar a los sacerdotes en este rito sagrado.

"La luz del diablo" es la descripción de una de esas instituciones y la llegada al exorcismo de una monja, cuando el canon católico indica que solo los sacerdotes pueden hacerlo.

Desde Corea, una plaza cinematográfica que creció mucho últimamente, vendrá el tercer estreno de la semana, una película de acción que muestra a un hombre que mientras va a su trabajo recibe un llamado que le informa que hay una bomba en el asiento de su auto. La situación se agrava porque el protagonista —gerente de un banco— viaja con sus dos hijos.

Redacción/MGE