Las pastillas del abuelo dejaron en cada verso una historia
Veinte años celebró la banda de amigos que tiene el rock como estandarte y canciones que dejan moralejas.
En la lírica atrapante de sus canciones, Las pastillas del abuelo dejan en cada verso una historia. Muchas con moraleja, otras con desamores y algunas con conexiones reales a las propias de quien los escucha. El grupo, que pasó por San Luis el viernes pasado en el club Huracán, encuentra la conexión con el público gracias a las palabras que adornan cada pieza de su extensa discografía y que, a esta altura, salvo por los singles que sacaron hace pocos meses, ya se transformaron en clásicos inolvidables.
No importa cuánto tiempo pase para que la banda liderada por Germán “Piti” Fernández se encuentre con su público en el escenario, siempre vuelven con un repertorio adecuado para que el show sea una verdadera fiesta pensada para los “pastilleros”. Los seguidores, esperan a los músicos con globos, banderas y narices rojas características del folclore de sus presentaciones en vivo.
Para San Luis no fue la excepción ni las banderas, que se desplegaron en la recta final del concierto que duró dos horas exactas: ni los globos, que rebotaron de un lado a otro con la ayuda del público que no dejó que cayeran al piso aunque algunos los explotaban con sus cigarrillos, ni tampoco las narices, aunque fueron pocas, pero se hicieron notar, desparramadas en las caras de algunos fanáticos más frenéticos.
“Inmediatez”, canción que grabaron junto con Germán Daffunchio, líder de Las Pelotas y forma parte del próximo disco de la banda, fue el tema elegido para abrir el concierto que escondió en su lista también a “Dulce”, que interpretan con Abel Pintos, entre los himnos pastilleros como “La creatividad”, “Enano” o “Skalypso” dueños del jolgorio tanto arriba como abajo entre fiesta, pogo y sentimiento.
MFB / NTV
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