Objetivos para el nuevo año

El fin de un año y el comienzo del nuevo, la mayoría de las veces, nos abren la puerta para reflexionar y pensar en lo que queremos a futuro, y programar aquellos objetivos que a veces no podemos conseguir, pero que sabemos en nuestro interior que podemos lograrlos.

Una alternativa ante esta situación es evaluar el cómo estamos formulando los mismos y en qué podemos mejorar. Para llegar a cumplirlos se necesita iniciativa, además de un trabajo personal con responsabilidad y determinación.

El primer paso es reflexionar y ser conscientes en dónde estamos y hacia dónde queremos llegar, cuáles son las piedras que tenemos en el camino, qué tipo de creencias limitantes nos acompañan y qué no nos está dejando avanzar, con qué capacidades o virtudes contamos para transitar el camino y llegar al final, en qué zona de confort nos encontramos, cuáles son las excusas más frecuentes, qué nos falta en nuestro actuar que no nos deja cumplir con esos objetivos.

Un consejo desde el coaching es mirar hacia adentro, porque desde este lugar es de donde la magia se inicia para el cambio. Todo fluye y se transforma si es desde adentro hacia afuera, y nos guiará a una elección acertada de propósitos deseables para el año que se inicia y para cumplir nuestros objetivos.

Para plantear nuestros propósitos tendremos las siguientes preguntas que nos servirán de guía para evaluarnos y crear un plan de acción:

¿Qué estamos haciendo en este momento?

¿Qué es importante en este momento para nosotros?

¿Qué vamos a hacer para conseguir lo importante?

¿Qué cosas van a ser diferentes si lo logramos?

¿Qué obstáculos podemos tener en el camino?

¿Qué emociones nos bloquean para seguir?

¿Cómo serán nuestras acciones si eso pasa?

¿Cómo nos sentiremos al final de nuestro logro?

Debemos tener en cuenta que todo es un proceso y para lograr cumplir nuestros objetivos se necesita decisión de cambio y pensar que todos los logros o los proyectos no cumplidos o fallidos y las situaciones malas y buenas que vivimos en el año deben dejar de ser un freno para impulsar nuestro crecimiento y así poder avanzar.

Se debe tener clara la diferencia entre objetivos, expectativas y deseos; debemos ser inteligentes usando nuestro lenguaje en las frases de estos, con las que, con responsabilidad y compromiso, le damos poder a nuestro listado de intenciones. Por ejemplo:

                Este año me gustaría hacer deporte.

                Este 2023 voy a hacer pádel, que tanto me gusta.

Para recordar:

Los pensamientos forman nuestras palabras, las palabras forman nuestras acciones y nuestras acciones determinan nuestro camino.