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Una historia debajo de la roca: la mística ciudad intraterrena

Misterio, ufología, despertar de la conciencia y hechos paranormales en La Toma. Afirman que en las entrañas de los Cerros del Rosario habita una civilización. 

Por Nicolás Gatica Ceballos
| 08 de enero de 2023
Vecinos y especialistas hablan de una civilización desconocida. Documentación y testimonios de un fenómeno que cautiva a miles. Fotos: Martín Gómez. Multimedia: Lisardo Martínez.

Ciudad subterránea en los Cerros del Rosario - Capítulo 1

 

Cualquiera que quiera penetrar los enigmas de los Cerros del Rosario se encontrará con un marco al menos fascinante. Descubrir esos misterios es una tarea que atraviesa el misticismo, el esoterismo y las pericias más escépticas. Cuenta la historia que debajo de la formación rocosa, ubicada a aproximadamente unos 100 kilómetros de la capital, se encuentra una ciudad subterránea donde habitan seres espiritual y tecnológicamente superiores a la raza humana. Los vecinos de la zona aseguran que, desde hace tiempo, varios investigadores arriban para encontrar respuestas.

 

El tema parece naufragar en un hermetismo totalmente sellado para el ojo profano y al mismo tiempo da la sensación de que, para quienes viven en la profundidad del monte, el viento serrano los remueve en una energía iniciática que les da un entendimiento imposible de adquirir: han visto cosas inexplicables y se han acostumbrado a vivir en ese escenario.

 

¿De dónde surgió la idea de que en los cerros hay una ciudad intraterrena? ¿Qué evidencias hay? ¿Qué afirman los expertos? Para dar luz a estas preguntas, El Diario de la República recorrió la zona y habló con lugareños, investigadores y referentes ufológicos. La información adquirida no se agotará en esta publicación: será vertida en una serie de notas alusivas que se publicarán los domingos de enero.

 

 

Paraíso. Los Cerros del Rosario se ubican cerca de La Toma. Por partes, simula una serie de pirámides que cambian si se observan desde distintos planos.

 

 

Historia

 

Los Cerros del Rosario fueron generados por procesos volcánicos hace millones de años. Su forma, con segmentos piramidales, conforma un verdadero hito de la naturaleza. Creyentes y ateos podrían afirmar que es la expresión de la magnificencia de Dios o de la energía creadora.

 

Un relato del periodista Stephens Wrapp para la revista Dimensión Desconocida define que debajo de las rocas se ubica una ciudad subterránea. Sin embargo, la referencia se consigna en La Rioja, no en San Luis. En el portal especializado Crónicas Subterráneas, se indica que más allá de la cita a la provincia riojana, el hecho apunta al territorio sanluiseño. El concepto es compartido por diferentes investigadores.

 

Según el texto, en el año 1970 un jesuita de origen argentino pensó en desarrollar una comunidad cristiana en los cerros. Con un grupo de familias, empezó a dar forma su proyecto. Del sacerdote solo se conoce su nombre de pila: Guillermo. Inicialmente, partieron cinco familias, un médico y un arquitecto.

 

En la noche del 23 de septiembre de 1970, el padre Guillermo y el arquitecto estaban junto al médico, en su casa. Eran las 2 de la madrugada y mientras conversaban, un hombre golpeó la puerta y pidió auxilio: presentaba un principio de infarto y una oclusión laríngea, relata el periodista.

 

Una vez que se recuperó, el hombre les contó que ese día, alrededor de las seis de la tarde, estaba junto a sus cabras sobre la ladera de los Cerros del Rosario. Ni bien empezó su tarea de arreo, se generó un viento muy fuerte y se refugió en una cueva.

 

Le llamó la atención que había una serie de escalones de piedra. Pensó que era una mina abandonada y empezó a descender los peldaños, que se distribuían en forma de caracol. De acuerdo a lo que describió, una luz tenue de color anaranjado iluminaba el camino. Llegó a contar 360 escalones.

 

 

 

Al llegar al fin de las escaleras, lo que vio lo dejó en éxtasis: una ciudad con un sistema urbano desconocido, con edificios brillantes (como de aluminio). Las calles se asemejaban al acrílico y debajo de ellas corrían hilos de agua de diversos colores. Los vehículos no iban por la calle, se desplazaban silenciosos y flotantes, a tres o cuatro metros de su cabeza.

 

Lo que selló la sorpresa del arriero eran los habitantes, seres cuya estatura sobrepasaba la de un humano en dos o tres metros y medio. Vestían túnicas blancas las mujeres y negras los hombres.

 

El hombre caminó por la ciudad y la recorrió de lado a lado. Al llegar al final del recorrido, se encontró con otra escalera idéntica a la que usó para ingresar. El ascenso le jugó en contra a su salud, por el esfuerzo que implicó subir los 360 escalones.

 

Al salir, se dio cuenta de que quedó en el lado opuesto al que había ingresado. Una vez que logró recuperarse, encontró a la comunidad del jesuita y llegó en busca de ayuda. Al ver que en la puerta había un cartel que decía “médico”, no dudó en golpear para pedir auxilio.

 

Frente a los dichos, el padre Guillermo y el médico fueron al lugar de los hechos, guiados por las referencias del paciente. Llevaron cámaras de fotos para traer pruebas. Ambos encontraron la escalera de caracol y bajaron.

 

Volvieron en silencio: no tenían palabras para describir lo que sus ojos habían visto. Advirtieron la situación a las autoridades y tras eso, se dispuso un equipo técnico para investigar el caso. Cuando los especialistas llegaron al lugar, solo se veían tres escalones; el resto había quedado tras un muro de piedra que cubría la entrada en su totalidad.

 

 

¿Hay pruebas?

 

Para conocer los misterios, un equipo periodístico de El Diario viajó a los cerros. El recorrido se concretó el 3 de enero, a las 6 de la mañana: para los cabalistas, son números que referencian a la sabiduría y el servicio, respectivamente. Toda una coincidencia. Se tomaron imágenes de los cerros desde diferentes perspectivas: en el embalse Río del Rosario (a 5 kilómetros de La Toma), en el puente que sobrepasa al río Conlara, cerca de Paso Grande, y en distintos tramos de un camino de tierra, dispuestos a unos 7 y 10 kilómetros de la ruta 2.

 

Los vecinos conocen muy tímidamente la historia; ignoran su origen. El relato no es algo que todo el mundo conozca. El Diario dialogó con un lugareño que concretaba tareas rurales por la zona: “Cuando me vine a vivir, me decían: ‘Te van a llevar los marcianos’. Lo único que vi, una vez, fue una luz. Una noche hubo una especie de explosión sin ruido; se iluminó todo en un segundo. Fue raro, en el cerro”, dijo Ramón, quien por diferentes razones pidió no revelar su identidad. Además, confirmó que varios interesados en el tema llegan en busca de respuestas.

 

Ingresar al punto central donde estaría ubicada la ciudad subterránea es muy difícil. De hecho, para entrar a los cerros hay que pedir permiso a los propietarios de los campos colindantes, que son privados.

 

El periodista e investigador de La Plata, Carlos Eduardo Cappuccio, forma parte del Grupo de Investigación de Fenómenos Aeroespaciales (GIFA) y mantiene una conexión de trabajo con la Unión de Investigadores de Fenómenos Aeroespaciales (Unifa); incluso fue presidente de esa organización hace unos años.

 

En 2013, concretó un trabajo de campo en los cerros con Unifa. Pudo registrar testimonios de tomenses que detallaron avistamientos de luces en el cielo, pero no halló la más mínima referencia concreta sobre la ciudad subterránea. No hay registros de esa comunidad cristiana, no hay datos del sacerdote. No hay ningún indicio fehaciente, destacó.

 

 

 

“Nosotros vamos a lo real, necesitamos evidencia tangible y no la obtuvimos. Vas a Capilla del Monte, por ejemplo, y hay un montón de historias inventadas. ¿Suceden cosas ahí? Sí, ocurren, pero hay gente que lucra; ese es el gran problema de la ufología en Argentina”, lamentó.

 

El ingeniero y docente de La Toma, Carlos Quiroga, fue consultado por Unifa en su recorrido por el pueblo en el año 2013. Tanto a los investigadores como a El Diario, no pudo confirmar que haya una ciudad subterránea, pero fue determinante en los avistamientos de naves espaciales: presenció un encuentro cercano de segundo tipo en Colonia Delia (ubicado a alrededor de 40 kilómetros de los Cerros del Rosario y a 15 kilómetros de San José del Morro, muy cerca de una línea de espacio a la que se le atribuyen cuestiones magnéticas/esotéricas).

 

En octubre de 2021, el guía turístico y escultor Sergio Ratto fotografió un OVNI en una zona cercana a La Toma. Lo describió como un objeto plateado enorme.

 

Blanca Acosta, referente del Café Ufológico Volcán, explicó que las ciudades intraterrenas respaldan la teoría de que la Tierra es hueca. “Estos seres (intraterrenos) están en misión y nosotros también. La enseñanza más grande de estos temas es haber despertado la consciencia, que nos lleva a transformarnos en una nueva humanidad. Cuando el ser humano descubra que el universo está lleno de vida, no tendrá miedo, porque descubrirá su propia divinidad”, manifestó.

 

 

El triángulo

 

Algunos especialistas sostienen que los Cerros del Rosario se ubican dentro de lo que se denomina el Triángulo Magnético Gravitacional Energético Terrestre. Ese segmento está al noroeste de San Luis y ocupa parte del oeste de Córdoba, en la zona limítrofe.

 

 

 

Según la teoría, dada a conocer en la comunidad virtual OVNI Villa Dolores, dentro del espacio que delimitan los vértices se encuentran portales dimensionales, ingresos a ciudades subterráneas, bases extraterrestres y hasta un centro de comunicaciones interestelares. Cada lado del triángulo mide 133 kilómetros.

 

En los hechos, no hay nada que confirme esta información. Tal como referenció Cappuccio, es totalmente incomprobable desde lo tangible.

 

Sin embargo, un halo místico despiertan las teorías que se anclan en mensajes enviados por entidades que se denominan “Los hermanos mayores”. Estos mensajes son recibidos por una suerte de médiums que bajan los códigos estelares. Muchos remarcan que para entrar en este tipo de contactos hay que estar preparados espiritualmente.

 

¿Es verídico lo que indican los adeptos a estos temas? ¿Qué sentido tiene la existencia de las ciudades subterráneas? ¿Por qué estos hechos solo se manifiestan a un grupo reducido de personas? ¿Por qué hay tanto hermetismo?

 

Estas son algunas de las incógnitas que se detallarán en profundidad en los siguientes capítulos.

 

Redacción / NTV

 

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