Incendios forestales: el hombre, la primera chispa
Con el ambiente climático propicio y las inconsciencias de siempre, el fuego es una amenaza latente.
Temperatura, humedad y viento son las tres claves para comprender los incendios. Sin embargo, hasta la más grande llamarada inicia con una pequeña chispa y que, si de incendios forestales se trata, el 95 por ciento de las veces son ocasionados por mano del hombre.
Temperatura, humedad y viento son las tres claves para comprender los incendios. Sin embargo, hasta la más grande llamarada inicia con una pequeña chispa y que, si de incendios forestales se trata, el 95 por ciento de las veces son ocasionados por mano del hombre.
Los incendios registrados en Córdoba en las últimas semanas superaron las 10 mil hectáreas quemadas; mientras que los registrados en Sudamérica afectaron a la Amazonía y a otros biomas como el Gran Chaco, el Pantanal y el Cerrado brasileño.
En Bolivia, los incendios arrasaron más de cuatro millones de hectáreas, afectando gravemente los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y La Paz. En Paraguay, el fuego ya consumió 70.000 hectáreas, causando una gran preocupación en la región. Por otro lado, en Brasil, se registraron 5.132 focos de incendio en un solo día, lo que evidencia la magnitud del problema en el país.
Desde el cuartel de Bomberos Voluntarios de San Luis, el jefe de la unidad, Juan José Ramirez destacó que casi la totalidad de los incendios forestales de la provincia son causados por negligencia humana.
"El 99% de los incendios son provocados por descuidos humanos, como quemas no autorizadas. Durante la temporada de vientos, estos incendios pueden expandirse rápidamente, como ocurrió la semana pasada cerca de La Vertiente. Fue un incendio muy grande provocado por una persona, el viento ayudó a que se desplazara y abarcara una gran cantidad de hectáreas", resaltó Ramirez.
El primer incendio se registró en Las Chacras, departamento San Martín, donde, aunque ya está controlado, se perdieron entre 1.000 y 1.500 hectáreas. Otro foco tuvo lugar en La Vertiente y Paso Grande, que fue de mayor duración y afectó una superficie más amplia, con una pérdida estimada entre 3.500 y 4.000 hectáreas. De manera simultánea, también se produjo un incendio en El Morro, que consumió alrededor de 170 hectáreas.
Si bien hay 14 provincias argentinas afectadas por los incendios en países vecinos, las provincias de Córdoba, San Luis y parte de La Pampa se encuentran bajo los efectos, como la presencia de humo, por focos de incendio propios que afectan la región, según remarcó el meteorólogo, Gerardo Barrera. Y agregó sobre los incendios locales que su desarrollo depende de tres factores clave: la temperatura del aire, la humedad y el viento.
La combinación de baja humedad, altas temperaturas y fuertes vientos crea las condiciones propicias para que un incendio se inicie y se propague rápidamente.
“Si hay mucho viento, los incendios tienden a avivarse y crecer con mayor rapidez, ya que el flujo de aire incrementa la combustión. En esta época del año, este fenómeno ocurre debido a los días despejados que permiten una gran insolación, elevando la temperatura del aire. Estas condiciones generan contrastes de presión con las masas de aire más frescas provenientes del Pacífico, lo que provoca movimientos de viento, primero del norte y luego del sur. Este patrón ha sido frecuente en las últimas semanas y es probable que continúe en los próximos días”, detalló.
La ayuda de los vientos
El mayor alivio ocurre cuando ingresan corrientes frías del viento sur, la temperatura desciende considerablemente. Aunque la humedad no varía tanto, el aire fresco contribuye a que el fuego pierda intensidad y da una oportunidad para que los bomberos puedan contener o extinguir los focos activos. El viento sur, si no supera los 15 km/h, suele ser beneficioso, ya que trae aire fresco que alivia la situación. Sin embargo, el meteorólogo remarcó que la ecuación es muy variable en cuanto a la intensidad y dirección del viento.
En Argentina, existen tres vías principales de llegada de humedad, factor determinante en la propagación de incendios. Una proviene del Pacífico, ingresa por Perú y el norte de Chile. Otra llega desde Brasil, a través de la costa de ese país, y la tercera entra por la costa argentina.
La humedad que ingresa por la costa argentina no es constante, solo ocurre en ciertas ocasiones cuando hay circulación desde el este, lo que aporta humedad al centro del país, pero no se puede depender mucho de esta fuente para generar precipitaciones significativas. La que proviene de Brasil se activa principalmente en verano, desde mediados o finales de noviembre hasta marzo o principios de abril. Por otro lado, la humedad proveniente del Pacífico, vinculada al fenómeno de El Niño, es variable y poco constante, lo que dificulta el desarrollo de lluvias.
“Para nosotros acá en la parte centro-oeste todavía tenemos que esperar más para que este círculo se complete y aporte humedad suficiente para generar una concentración de lluvia. Por eso es tan importante el fenómeno de la Niña y el Niño, cuando se enfría el océano Pacífico, se nos cierra una canilla, por así decirlo”, completó Barrera.
En la provincia, si bien el riesgo es generalizado de incendios, las zonas más vulnerables son el norte de San Luis, localidades como el Suyuque, La Punta y Villa de la Quebrada y, luego, los lugares turísticos como Potrero de los Funes, Trapiche o La Florida.
“En sí toda la provincia está complicada y en riesgo de incendios. Tenemos pasturas altas, no se han hecho las limpiezas ni las prevenciones correspondientes de limpieza de rutas, banquinas y lotes de campos. A eso se le suman las temperaturas que estamos teniendo a esta altura, que todavía no entramos en primavera y ni pensar en el verano, son muy altas. Entonces la gente también aprovecha salir al campo, dar una vuelta y ahí también es cuando cometemos errores o prendemos fuego en zonas no habilitadas”, contextualizó el jefe de los Bomberos Voluntarios de San Luis capital.
En Argentina, existen leyes y regulaciones para prevenir incendios forestales, como la Ley Nacional Nº 26815, que establece principios básicos sobre la prevención y combate de incendios forestales. Las autoridades provinciales también cuentan con programas de concientización y sistemas de emergencia para actuar ante este tipo de desastres.
Ante la detección de un incendio, lo primero que se debe hacer es comunicarlo de inmediato a los servicios de emergencia, llamando al 911. Es fundamental proporcionar información clara sobre la ubicación exacta, tipo de incendio y su extensión. Si el fuego está cerca de personas, viviendas o estructuras, se debe evaluar el riesgo y proceder a la evacuación de la zona afectada, prestando especial atención a personas vulnerables como niños, ancianos o personas con movilidad reducida.
En caso de que el incendio sea grande o incontrolable, es crucial no intentar apagarlo y alejarse del área, esperando la llegada de los bomberos. Al mismo tiempo, es importante no obstaculizar su trabajo, evitando permanecer en el lugar y asegurándose de que las rutas de acceso estén despejadas. Si el fuego es pequeño y controlable, se puede intentar sofocarlo con agua, tierra o una manta, siempre evitando el uso de herramientas inflamables o generar chispas cerca del área afectada.
Como medidas preventivas, en zonas rurales es esencial no realizar quemas de pastizales sin los permisos correspondientes y en condiciones meteorológicas seguras, además de mantener despejadas las áreas alrededor de las viviendas, retirando pastizales secos y ramas. En lugares turísticos o de alto riesgo, se debe evitar encender fogatas sin supervisión. Finalmente, es fundamental estar atentos a alertas meteorológicas y advertencias de las autoridades sobre condiciones propicias para incendios, como altas temperaturas, baja humedad o vientos fuertes.
Prevenir males mayores
“A nivel de prevención, las personas lo pueden hacer de la única forma correcta que con la limpieza de sus lotes; sacando la maleza, no quemarla. Más allá de que hay un plan de quema, que más que todo es para los productores, ahora está suspendido por las temperaturas que estamos teniendo”, remarcó el bombero voluntario. Y cerró: “Todos los cuarteles de jurisdicciones de la provincia se preparan. El nuestro tiene una jurisdicción amplia, tenemos tanto lo que es la ciudad como emergencias. Cada cuartel se enfoca en esta época en la preparación del personal, de las unidades, el equipamiento y mejoras para intentar estar lo más atento posible. Todos se están acomodando más allá de que sabemos que es muy difícil en un sistema voluntario tener un sistema operativo al cien”.
Temperatura, humedad y viento son las tres claves para comprender los incendios. Sin embargo, hasta la más grande llamarada inicia con una pequeña chispa y que, si de incendios forestales se trata, el 95 por ciento de las veces son ocasionados por mano del hombre.
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