Una ONG alertó sobre una suba en el tráfico de fauna

La organización sin fines de lucro Adoptame Villa Mercedes alerta sobre un aumento en el tráfico de fauna en la ciudad. Hace dos meses denunciaron la posesión y comercialización ilegal de cinco avestruces en el barrio San José y el sábado a la siesta hallaron a diez polluelos de ñandú abandonados en un descampado sobre la avenida Presidente Perón.

Mauricio Molina, referente de la ONG, le comentó a El Diario que del último caso solo logró sobrevivir una de las crías y fue trasladada al Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS), ubicado en la localidad de La Florida, para ser atendido por veterinarios del lugar.

“Una vecina nos escribió a nuestras redes sociales para avisarnos que había encontrado a las que se conoce como “charitos” y automáticamente nosotros nos asesoramos y activamos el protocolo para hacer las respectivas denuncias. Primero, nos comunicamos con el 911 y hablamos con la Policía Ambiental, que son los encargados de llevar a cabo este tipo de sucesos”, expresó Molina.

También contó que cuando arribaron al lugar, recorrieron la zona con el propósito de encontrar alguna cámara o indicios de quienes abandonaron a las crías, pero no tuvieron éxito.

El centro al que fue llevado el pichón, recibe y asiste a diferentes especies que fueron víctimas de maltrato, abandono o mascotismo. También trabaja en el desarrollo de la investigación de la fauna, la educación a la comunidad y el bienestar animal.

El tráfico de vida silvestre es penado por la ley y es el cuarto comercio ilegal del mundo, después de delitos relacionados a la venta de drogas, la falsificación y la trata de personas.

Según información extraída de la página del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, más de cien especies de aves, veinte de reptiles y quince de mamíferos de Argentina son víctimas de este tipo de situaciones.

Por los datos mencionados anteriormente, la organización activista refuerza la concientización para que, aquellos que conozcan casos, se animen a denunciar al 911 o si quieren hacer el reclamo de forma anónima porque conocen a la persona que está incumpliendo el reglamento, que lo hagan a cualquier ONG que se dedique a la protección y cuidado de animales.

“Necesitamos respuestas concretas de la Justicia y condenas firmes para que no quede solo en el expediente”, manifestó el referente y agregó que en Facebook existen grupos donde comercializan a las especies y que es importante ponerles un freno.

El grupo de estudiantes que conforma Adoptame Villa Mercedes son asesorados y asistidos por el cuerpo de abogados de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) que ofrece servicios gratuitos y colaboran para llevar a cabo cada caso.

“En enero vamos a viajar al centro donde fue llevado el ñandú para ver cómo está y también hacer un seguimiento para que pueda volver a su hábitat natural”, dijo Molina y añadió que desde la ONG buscan ser un nexo entre los denunciantes y las dependencias gubernamentales.