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Todo lo que hay que saber sobre la encefalomielitis equina

La médica veterinaria, Lucía Gómez Rueda, brindó información sobre el virus que acecha al país. Además dio recomendaciones para prevenir la enfermedad que transmiten las aves a los mosquitos, y estos a caballos y humanos.

Por María José Rodríguez
| 31 de diciembre de 2023
Potrillos. Aseguran que se pueden vacunar a partir de los tres meses de vida, después a los cuatro y a los seis. Foto: El Diario/gentileza Lucía Gómez Rueda.

El tablero dinámico de Senasa ya marca cinco casos positivos de encefalomielitis equina en San Luis, y registra más de 1.100 en todo el país. La epidemia avanza y las medidas para prevenirla o combatirla a nivel provincial no alcanzan. Las vacunas escasean y las especulaciones sobran. “El laboratorio Tecnovac es el que provee las dosis, la población de caballos es muy grande en el país, y para la entrega han priorizado los lugares donde hay más casos”, indicó Lucía Gómez Rueda, médica veterinaria y criadora de caballos criollos. 

 

Ante la falta de medidas e información oficial, la especialista puso luz en algunos aspectos a tener en cuenta sobre el virus.

 

Lucía aseguró como punto de partida, que no todos los animales mueren por encefalitis, “la morbilidad va entre un 1 a un 40%, un 10% de los caballos infectados desarrollan signos, eso también hay que saberlo, y la mortalidad varía, y puede ser hasta de un 50%”, especificó.

 

Con todos los cambios climáticos que se presentaron e incluyen sequías, incendios y granizo, “las aves tuvieron que emigrar, la humedad aumentó junto con la cantidad de mosquitos, y ahí es cuando arrancan los casos. Sumado a esto que la vacunación es facultativa, es medio polémico lo que te voy a decir, pero ha sido responsabilidad de todos”, afirmó la profesional y siguió: “Digo de todos porque plantearle a un propietario que vacune contra un virus, cuya vacuna  no es obligatoria y que encima es bastante más cara, es lógico que opten por darle prioridad a otros aspectos”.

 

Las aves son las que tienen la viremia alta, en San Luis son gorriones y pajaritos, los principales transmisores. “Cuando la gente vea pájaros muertos no hay que tocarlos, y hay que avisar a un veterinario, para que tome una muestra. El ciclo inicia cuando el mosquito pica al ave, el virus llega a las glándulas salivales y pica al humano o al caballo, que son los huéspedes fortuitos o terminales, porque ellos no la transmiten a la enfermedad, pero mueren por ella”, aseveró la veterinaria.

 

En el caballo hace como una replicación en el músculo, “va por el sistema linfático, los anticuerpos  actúan contra el virus, que pueden frenar ahí la enfermedad y se puede seguir un tratamiento, dependiendo del estado inmunológico. Después puede llegar a otros órganos”, explicó Gómez Rueda, y añadió que en ese momento, cuando los signos son neurológicos, la viremia es baja, “generalmente uno ve un caballo con esos signos y no te animás ni a tocar al animal porque uno piensa que se puede contagiar, pero no, de por sí el caballo no contagia, eso es lo que quiero decir”.

 

Los propietarios o los cuidadores son los que conocen a sus caballos, crean un vínculo con ellos y están todo el tiempo juntos, entonces pueden notar fácilmente algún cambio de comportamiento. “Generalmente, la enfermedad empieza con fiebre y depresión, pueden notar que el caballo no está tan alerta, su conducta no es normal, disminuye el apetito y el consumo de agua. Hay que tratar de estar atentos a esos signos porque mientras antes arranque el tratamiento hay más chances de salvar el caballo, el procedimiento no es específico para la encefalomielitis, es de sostén”.

 

Después mencionó los signos neurológicos, que muchos pudieron observar en las redes sociales, se viralizaron un montón de videos, “pero podemos percibir desde ataxia, que es la incoordinación en la marcha; somnolencia; caballos que se caen; convulsiones; caballos en pedaleo; que se chocan objetos; y hay casos en que se ven perdidos, o no están en alerta o en contacto con el medio. Los signos nerviosos dependen de qué parte del sistema nervioso es donde hubo replicación del virus”, dijo Gómez Rueda.

 

Contra las aves no se puede  hacer nada porque son un millón, es decir, “tenemos que trabajar contra el mosquito. Fumigar no es recomendable porque estamos matando al mosquito y un montón de bichos más. Además solo estamos actuando sobre el mosquito adulto y no sobre el huevo”, aclaró, e hizo hincapié en que “lo que sería como prevención y se aconseja es, ponerlos en los boxes o en algún lugar cerrado para tenerlos durante las horas donde más mosquitos hay, ponerles repelentes y ventiladores. También se están usando caravanas, que en mi caso no han dado mucho resultado. Además vienen los pur on, que son productos que se ponen en diferentes partes del cuerpo, tienen diferentes drogas, y sirven bastante porque es como que se absorbe y sirve para evitar que los piquen”, dijo.

 

Hay que tener extremo cuidado de no intoxicar a los caballos, “con ansias de salvarlo los podés  quemar en el lomo, se ponen incómodos y los ves que están todo el tiempo pateando, moviendo la cola, y se pueden confundir con signos neurológicos, y resulta que solo están molestos por la quemadura del producto”, indicó Lucía.

 

Otro aspecto que se puede cuidar es  evitar los lugares donde se acumulan mosquitos y donde se replican, es decir que no haya recipientes con agua estancada.

 

Una vez que se consigue la vacuna, lo recomendable son dos dosis. Si es que no se han vacunado nunca se pueden aplicar tres.

 

“Algo importante de saber es que se cree que la vacuna genera los signos y no. Puede ser que el caballo ha estado incubando la enfermedad antes y uno justo lo vacunó y lo picó el mosquito. Tampoco es que uno coloca la vacuna y ya está protegido. La vacuna tiene que producir una estimulación a nivel del sistema inmunológico y ahí generar los anticuerpos”, aseguró y añadió que aproximadamente a partir de los siete días de la primera dosis empiezan a aumentar los anticuerpos y a los quince días ya tenemos una buena inmunidad.

 

Dentro de un plan de vacunación ideal, se colocan antes de la llegada de los mosquitos, entre agosto y septiembre. Se recomienda vacunar ahora y revacunar a los seis meses. “Las ampollas se consiguen a través del veterinario que es el que está en contacto con el laboratorio y con distribuidores. Todo va a la libreta sanitaria para que el caballo tenga la documentación correspondiente, la idea es que se coloque en la libreta, porque será obligatoria a partir de febrero”, afirmó.

 

En el caso de los potrillos también hay muchas dudas, “la vacuna se puede colocar en yeguas preñadas, entonces el potrillo consume los anticuerpos calostrales con la leche y ya está protegido. Cuando ya nacieron se recomienda inyectarlos a partir de los tres meses, después hacer un refuerzo a los cuatro y a los seis, después habrá que hacer el plan como adulto. “Sería bueno que se incluya dentro de las obligatorias para crear inmunidad”, opinó Lucía.

 

Los tratamientos son de sostén no hay nada que elimine el virus del cuerpo, en este sentido hay que consultar todo con un veterinario, sobre todo por las dosis, porque en la desesperación de salvar al animal le ponen corticoides o antiinflamatorios y también se puede generar una intoxicación farmacológica que nos va a llevar a otros problemas. Siempre hay que consultar con el veterinario de cabecera. Además hay que evitar cualquier tipo de tratamiento casero”, alertó.

 

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