Cayeron dos sospechosos de cometer seis asaltos en un mes

Al personal del Departamento de Investigaciones (DDI) y de las comisarías 8ª, 12ª y 29ª no les llevó mucho tiempo deducir que Enzo Pérez y Jonathan Ávila eran los dos delincuentes que en poco más de un mes, entre enero y febrero, cometieron al menos seis asaltos en diferentes puntos de Villa Mercedes. En los últimos hechos, un par de testigos lograron identificar a uno de ellos, con el apodo o el apellido. Aunque las pruebas que terminaron de conectarlos fueron los videos de las cámaras de vigilancia de la calle, un elemento que los complicó severamente fue el hecho de que, en un viaje en remís, mientras se dividían el botín, uno de ellos comentó que cometía "estos hechos" porque estaba "harto de la gente".

En la audiencia de formulación de cargos la fiscal instructora Daniela Torres consideró que hay evidencia suficiente para imputarles el delito de "Robo calificado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha sido acreditada en carácter de autores", en hechos reiterados.

La fiscal relató que los robos fueron el 19 de enero y los días 19, 20 y 22 de febrero. En cada uno de los ataques los delincuentes procedieron de la misma manera: apuntaron con un arma de fuego a los damnificados para apoderarse de teléfonos, billeteras y dinero, y escaparon en una motocicleta.

Los primeros asaltos sucedieron en jurisdicción de la Comisaría 8ª, es decir en la zona céntrica y sus alrededores. Si bien el personal de esa seccional ya tenía la sospecha puesta sobre Pérez y Ávila, ambos con antecedentes por delitos contra la propiedad, las pistas que terminaron de guiar a los investigadores fueron las que surgieron a raíz de los últimos robos.

Uno de esos asaltos fue el que sufrió Leonela, el 19 de febrero. Ese día, alrededor de las 22:10, la mujer salió de su casa para ir hasta un negocio de calles Marconi y Perú. Poco antes de llegar al comercio, escuchó unos pasos. Cuando se dio vuelta, se encontró de frente con un delincuente, quien empezó a golpearla en el abdomen.

Seguidamente, sacó un revólver, se lo puso en la cabeza y le dijo: "Quédate quieta". Mientras la tenía inmovilizada, metió una mano en la cartera de la víctima, le sustrajo su celular y escapó a pie. Otra mujer que alcanzó a ver al ladrón huyendo lo identificó como "El Enano", quien vive en calle Peñaloza, es decir Ávila.

Tres días después, a pocos minutos de las cinco de la madrugada, dos ladrones tomaron por sorpresa a dos playeros de la estación YPF del barrio La Ribera.

Uno de ellos le apuntó con un arma de fuego y le ordenó: "Dame la plata, el celular no lo quiero". Así consiguieron hacerse de la recaudación del día, en total unos 60 mil pesos, más los tickets por compras con tarjetas de crédito y débito.

De las averiguaciones de las investigaciones surgió que luego los sospechosos tomaron un remís y no guardaron las apariencias. En medio del viaje, sin pudor, uno comenzó a decir que la plata que tenían era porque habían "metido caño" en la YPF de La Ribera. Después de repartirse 25 mil pesos para cada uno, uno de ellos prometió que iba "a arruinar a todas las personas que se le cruzaran en Villa Mercedes", porque ya estaba harto de la gente y que por eso salía a robar.