Diego Nuñez
Psicólogo
Cómo aceptar las dificultades
¿Sobre qué hablamos cuando hablamos de aceptación? Hablamos de hacernos cargo, de saber permitirnos recibir, captar y entender.
En este sentido, la aceptación es la que permite a la mente acceder a la penetración profunda del entendimiento sobre cómo es la realidad, lo real y concreto. Admitir la aceptación, recepcionándola y abrazándola, es un momento de permiso para concedernos el vivir con claridad como y tal cual son las cosas. De esta manera, nos liberamos de la impulsividad de las reacciones, permitiéndonos tener conciencia plena de las contrariedades sin evitar las incomodidades y el dolor que provocan, atravesando la instancia de la mejor manera que sea posible para continuar con el guion de nuestra vida. Tomarnos tiempo para no hacer nada y permitirnos transcurrir la sabiduría de la búsqueda de opciones sin discursos mentales que generen ansiedad. Una manera de llevar a la práctica la aceptación es mediante el siguiente ejercicio.
Caminando en modo mindfulness
Si acostumbrás durante el día a dar un paseo, quizá para ir al trabajo o cuando regresás de este, o cuando vas o volvés de estudiar o en cualquier otra situación en la que debás caminar, podés emplear ese momento para adentrarte en un estado mindfulness.
Simplemente se trata de que te concentrés en esas sensaciones que a menudo no tenés en cuenta o de tan obvias las ignorás, como los pies en contacto con el suelo o el sol sobre tu piel. En esos momentos, focalizate en tu respiración y en lo que está sucediendo en tu cuerpo en ese instante, poniendo toda tu atención sobre vos. En resumen, aceptando lo que sucede en vos y a tu alrededor sin necesidad de pensarlo ni interrogarlo, solo aceptando que lo que aceptás es tal cual lo que sucede.
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