Le dieron 5 años y cinco meses de cárcel por intento de homicidio
El hecho ocurrió en enero de 2021, en el barrio 500 Viviendas Norte de la capital. Luis Parrilla le dio dos tiros a un vecino con el que tuvo una discusión. Su abogado sostuvo que solo quiso asustarlo.
“A Guiraldes nunca lo quise matar. Nada más”, dijo el jueves Luis Narciso Parrilla no por motu proprio, sino por recomendación de su abogado, ya que antes había manifestado que no tenía nada que agregar. Esas palabras estaban dirigidas a la jueza María Eugenia Zabala Chacur, que terminó condenándolo a cinco años y cinco meses de prisión por intentar matar a tiros a un vecino en enero de 2021. A pesar de que su defensa insistió en que solo quiso amedrentar a la víctima y que la carátula debía ser otra, su argumento finalmente no fue oído.
El hecho por el que juzgaron a Parrilla ocurrió el 23 de enero de 2021, pasadas las 21:30, a la altura de la manzana 93 del barrio 500 Viviendas norte de la capital. La víctima fue Luciano Emanuel Guiraldes, quien recibió dos disparos de un arma calibre 22: uno le dio en el omóplato izquierdo y el otro en una nalga.
En la denuncia, el herido comentó que con su agresor eran vecinos, y que a pesar de que habían tenido problemas cuando llegaron al barrio se saludaban asiduamente. El día que lo baleó, contó, había tenido un cruce de palabras con un chico de apellido Barrientos, hermano de la pareja de Parrilla, y a pesar de que ese hecho no pasó a mayores, la mujer lo increpó cuando pasaba por la vereda de su casa.
Guiraldes dijo que el agresor intervino en ese cruce de palabras con su pareja y que sacó de entre la ropa una pistola marca Bersa calibre 22 y que comenzó a dispararle desde apenas dos metros de distancia. Él respondió tirándole un envase de vidrio, pero, herido, optó por correr hasta su vivienda.
Como había sostenido el fiscal de Instrucción Esteban Roche, ayer, el fiscal de Juicio Fernando Rodríguez dijo que el balazo en el omóplato puso en riesgo la vida del joven, aunque recibió el alta médica apenas 12 horas después de la agresión.
El debate oral comenzó el 3 de abril y ayer tuvo su audiencia final con la declaración de la última testigo, excuñada de la víctima, los alegatos y el veredicto.
Para Rodríguez toda la prueba que se ventiló no tuvo controversias y, a su criterio, los testimonios mantuvieron una coherencia sin contradicciones respecto a lo que denunció la víctima. Enumeró las declaraciones del padre, madre y hermano de Guiraldes, de vecinos que fueron testigos del hecho y de policías, médicos y peritos que intervinieron en la investigación; todo apuntó a Parrilla como el autor, para quien pidió 5 años y 6 meses de cárcel por intento de asesinato.
Diego de la Cruz Domínguez, abogado del imputado, sostuvo en su alegato que la Fiscalía no pudo probar el dolo, es decir, la supuesta intención de matar que su cliente habría tenido. Adujo que el hombre salió en defensa de su pareja y que solo quiso amedrentar a su vecino para que desistiera de su actitud agresiva. Mencionó, por ejemplo, que no necesitaba ser un tirador experto para matar a Guiraldes siendo que le disparó desde unos dos metros de distancia, y que si hubiese querido los proyectiles hubieran estado dirigidos a zonas vitales. También cuestionó el hecho de que consideraran que el herido corrió riesgo de vida diciendo que a las 12 horas “ya andaba en la calle”.
Por lo expuesto pidió que su pupilo fuera condenado, en todo caso, por el delito de “Lesiones agravadas por el uso de arma de fuego” y no por “Homicidio calificado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”, como finalmente lo fue.
Al declararlo culpable, Zabala Chacur, al frente de un tribunal unipersonal, consideró como atenuantes la falta de antecedentes condenatorios del imputado y, como agravantes, la circunstancias en las que ocurrió el hecho y el peligro en el que Parrilla puso a terceros, ya que había niños en la calle cuando disparó.
El ahora condenado fue detenido una semana después de la agresión y lleva más de dos años con prisión preventiva. Ayer, tras el fallo, pidió ver a su madre en el calabozo antes de volver a la Penitenciaría.
Redacción / NTV


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