El Laboratorio del Campo ahora clasifica a la miel por el color

Desde hace dos semanas el Laboratorio del Campo brinda un nuevo y valioso servicio a los apicultores: se incorporó un diagnóstico de colorimetría en miel.

El Ministerio de Producción, junto con el Consejo Apícola provincial, compró un fotómetro que sirve para determinar el color de la miel en una escala numérica.

El fotómetro es un aparato especial que brinda un número a través del cual se clasifica la miel con una escala denominada Códex.

Esto le permite al productor defender el precio a la hora de comercializar la miel con los acopiadores, ya que generalmente las mieles más claras se pagan mejor que las oscuras, explicó a revista El Campo Micaela Álvarez, directora técnica del laboratorio.

La profesional recordó que en 2011 abrió sus puertas este laboratorio y fue por una necesidad del entonces Ministerio del Campo  para canalizar todos los planes sanitarios provinciales y nacionales.

Actualmente también presta servicios a terceros, es decir que cualquier veterinario o productor a nivel privado puede traer sus muestras  o pedir asesoramiento.

El laboratorio se encuentra sobre la Autopista de las Serranías Puntanas, Km 797, en el predio de Sol Puntano. También se pueden realizar consultas vía correo a laboratoriodelcampo@gmail.com.

Este es un laboratorio de referencia, porque realiza análisis clínicos veterinarios y forma parte de la Red de Laboratorios del Senasa, el único con esta condición que existe en la zona de influencia de la ciudad de San Luis.

“Trabajamos bajo estrictas normas de calidad a través de las Buenas Prácticas de Laboratorio”, destacó Micaela, que está al frente de un sólido equipo de seis profesionales mujeres.

El equipo está conformado por dos médicas veterinarias, Álvarez, como directora técnica del laboratorio, y Agustina Ferreira, codirectora. También se suman las técnicas especializadas Susana Rodríguez y Carolina Godoy, más las secretarias administrativas Karen Villegas y María Reynoso.

Este ente tiene dependencia directa del Ministerio de Producción y los análisis clínicos que realizan son destinados a grandes animales de campo, como bovinos, caprinos, ovinos, porcinos y equinos.

El laboratorio cuenta con un área de serología, donde se buscan anticuerpos frente a una determinada enfermedad, entre los que se encuentran los diagnósticos de brucelosis en bovinos, porcinos y caprinos; anemia infecciosa equina y neosporosis (una enfermedad reproductiva de los bovinos) y Auyeski en cerdos.

Por otra parte, tienen métodos de diagnóstico más directos, como la inmunoflorescencia directa para el diagnóstico de campilobacter; el cultivo para tricomoniasis; coproparasitológico para el diagnóstico de huevos en materia fecal, tanto en método de flotación como de sedimentación, además del diagnóstico para triquinosis tanto para carne fresca como chacinados, describió la directora.

 Por medio de un convenio con el Ministerio de Salud, el ente realiza análisis de PCR en el Laboratorio de Biología Molecular para diagnóstico de tricomoniasis y campilobacter en el marco del Plan Toro II.

"Es una técnica más precisa y están más rápido los resultados, aunque tenemos disponibles las dos técnicas y el veterinario elige si quiere los métodos tradicionales de inmunofluorescencia y cultivo o la PCR, tanto para el Plan Toro como para particulares", explicó.

El trabajo en el laboratorio es muy estacional, ya que generalmente en julio-agosto suelen aparecer las enfermedades reproductivas. 

Los veterinarios preparan sus toros para la época de reproducción por lo que comienza el momento de raspajes y aumentan los análisis de tricomona y campilobacter.

En tanto, los análisis de brucelosis se mantienen bastante constantes a lo largo del año, lo mismo que la triquinosis y el resto de las enfermedades.

Hasta el año pasado que regía el DOES (Determinación Obligatoria del Estatus Sanitario) los análisis gratuitos ofrecidos por el Gobierno para  pequeños productores se utilizaron mucho, llegándose a procesar 56 mil muestras para brucelosis, reveló Álvarez.

Una vez que concluyó el plan, cayó bastante la demanda.

Actualmente, lo que más se pide son análisis de triquinosis, mayormente del frigorífico porcino “Don Vicente II”, que funciona en el predio de la Escuela Agraria, y de productores involucrados en el plan de sanidad para caprinos y ovinos.

“No teníamos tanto entusiasmo con los resultados esperados en brucelosis caprina, pero nos sorprendieron porque no hay tantos casos, lo cual muestra un estado sanitario satisfactorio”, valoró.

Las técnicas

Carolina Godoy es la técnica especializada que realiza las pruebas de triquinosis, con la técnica de digestión artificial, que es imitar la digestión que se realiza normalmente en el organismo del animal y buscan recuperar las larvas de triquinela espirali, el parásito que forma quistes dentro del músculo.

Cualquier persona puede solicitar este análisis, cuyos resultados estarán en menos de 24 horas. Solo se necesita una muestra de 45 gramos de carne lo más magra posible, que puede tomarse de la quijada, la entraña  o de la base de la lengua.

La sola presencia de una larva indica que el diagnóstico es positivo por lo tanto ese alimento no puede ser consumido por las personas.

“Siempre recomendamos que previo al consumo de cualquier tipo de chacinado o carne cruda de procedencia desconocida, hacerlo analizar porque es una enfermedad zoonótica.

Para brucelosis, el laboratorio tiene dos técnicas. Una es la BPA, donde cada muestra que resulte positiva  se confirma mediante otra técnica.

Desde su inauguración, el crecimiento de este laboratorio ha sido exponencial en cuanto a cantidad y diversidad de exámenes diagnósticos realizados.

Redacción / NTV