La comunidad chilena de San Luis celebró el Día de su Independencia

El hall de entrada del Centro Cultural “José La Vía” fue el escenario elegido por la comunidad chilena de San Luis para llevar adelante el acto por el 213 aniversario de la Independencia de Chile. Alrededor de las cinco de la tarde y ante un viento chorrillero que se comenzó a sentir con fuerza, la exestación de trenes fue testigo del recuerdo de aquellos que tuvieron que dejar su país de origen por distintas razones, políticas y económicas, pero que aún lo recuerdan con cariño y emoción.

El acto también estuvo atravesado por el 50 aniversario del golpe de Estado de 1973, por lo que la figura ineludible del encuentro fue el presidente derrocado Salvador Allende. A su vez, se recordó a Mauricio López, primer rector de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), quien ayudó a exiliados chilenos en los primeros años de esa dictadura y los recibió en la provincia.

A pesar de que la fecha puntual es mañana, en el país vecino se suele festejar por varios días la emancipación de España, por lo que el festejo puntano no desentonó. Hubo bailes, comidas típicas como mote con huesillo (una mezcla de jugo, durazno y maíz hervido) y sentidos homenajes.

Claudia Miranda Suazo, delegada de la Asociación Civil PACA y coordinadora en San Luis del Consulado General de Chile en Mendoza, ofició de maestra de ceremonias. El afecto entre el país que dejó la comunidad y el que los recibió se hizo palpable de dos formas: por un lado, se colgaron ambas banderas en una de las paredes; por el otro, se entonaron ambos himnos.

Luego, fue el turno de distintos grupos de bailarines que dejaron la impronta de su país. Un dúo local hizo de representación de las danzas argentinas; dos vecinas chilenas, del país trasandino y, por último, el cuerpo de danzas de la Sociedad Española hizo su

parte.

“Un nuevo 18 nos toca vivir en un contexto especial. Nuestra memoria no puede omitir lo sucedido el 11 de septiembre de 1973, un quebrantamiento de la democracia que nunca más debe pasar. Ahora, en esta festividad, nuestro derrotero se aproxima a la instancia de sufragio, en diciembre, donde los chilenos y chilenas se pronunciarán respecto a un nuevo texto constitucional. Sepamos superar los desafíos de nuestra democracia con más democracia”, expresó mediante una salutación el cónsul general de Chile en Mendoza, David Quiroga.

Posteriormente, se recordó la figura de Salvador Allende, de quien se detalló que fue elegido por el voto democrático en 1970 y en tres años impulsó políticas como la estatización de la producción de cobre, la reforma agraria, el salario mínimo y el congelamiento de precios. El 11 de septiembre de 1973 fue derrocado por las fuerzas militares lideradas por Augusto Pinochet, tras el bombardeo de la casa de gobierno. El líder político se quitó la vida antes de ser detenido.

Santiago Rovera, trabajador del Concejo Deliberante, dio a conocer a través de una investigación que llevó adelante en el Poder Legislativo que los concejales de ese tiempo impulsaron el nombramiento de una calle en la ciudad en honor al fallecido presidente. El nombramiento sería revocado tres años después, con el inicio de la dictadura militar en Argentina. Años más tarde, el nombre volvería como calle principal del barrio Unión.

Más adelante fue el turno de la doctora en Ciencias de la Educación, Sonia Riveros. Ella fue la encargada de detallar, a través del vistazo breve a un documental realizado por la UNSL, los esfuerzos del rector Mauricio López, de-saparecido en la última dictadura cívico-militar, para dar refugio a estudiantes y docentes en los primeros años del régimen pinochetista.

“Mauricio López fue una persona de profunda humanidad y de unos ideales inquebrantables de solidaridad, y una filosofía y espíritu de integración. Con profunda emoción, quiero contarles que casualmente encontramos, hace unos 10 días, legajos de unos 20 estudiantes que Mauricio López recibió en la universidad, al igual que docentes, quienes venían de Chile. La universidad fue una casa para el pueblo chileno”, aseguró la docente, quien dirige el Archivo Histórico de la UNSL.

“Del 1.100.000 chilenos en el exterior, 400 mil estamos en Argentina, situados en Cuyo, la Patagonia y algunos pocos en Buenos Aires. Hay que conservar la democracia, los pueblos americanos se lo deben a sí mismos y debemos seguir así; para eso son las elecciones. Más allá de quiénes nos dirijan en los estados, es el pueblo el que dice sí o no a quien quiere”, concluyó Miranda Suazo. Así se dio cierre a un acto que celebró la independencia de un pueblo y sus deseos de seguir eligiendo con libertad a sus líderes y no por la vía de la violencia y la represión, como ocurrió hace 50 años.