Robaron una cuantiosa suma, pero el dinero aún no aparece

Al margen de que su abogado quizá ya lo había hecho, ayer, tanto el juez de Garantías como el fiscal del caso les explicaron detallada y pausadamente de qué se trataba la audiencia a la que fueron conducidos. Y es que Sergio Axel Reyes González y Mauricio Díaz Aguilera son ciudadanos chilenos y, según consta en los informes, no cuentan con antecedentes penales en Argentina, por lo que no conocen cómo funciona el proceso acusatorio en el país. Ambos están señalados por robar una cuantiosa suma de dinero de tres oficinas en pleno centro puntano, el martes a la siesta. No declararon y seguirán detenidos.

Reyes González tiene 48 años, es soltero, se dice comerciante y su último domicilio está asentado en San Rafael, Mendoza; Díaz Aguilera tiene 25, también es soltero y comerciante, llegó al país hace menos de seis meses y estuvo de paso en Buenos Aires, contó. Ambos son nacidos en la región de Los Lagos, en Chile, quizá de allí la relación entre ambos.

El martes, minutos después de las 14, aprovecharon que la puerta de un edificio en Belgrano 777 estaba abierta y entraron. Luego, según relató ayer el fiscal de Instrucción Ricardo Barbeito, subieron al segundo piso y forzaron las puertas de tres oficinas.

De la primera, perteneciente a la firma de recursos humanos ManPower, “sustrajeron la suma de 14 mil pesos que se encontraban en dos cajas metálicas que también estaban cerradas con llave y que también rompieron. Luego, con el mismo modus operandi, ingresaron a la empresa de Servicio e Inversiones, allí también revolvieron las dependencias y sustrajeron una mochila color verde con la suma de 4.800 dólares, guardados y destinados a una transacción comercial que se iba a realizar esa tarde. Posteriormente, de un cajón de escritorio también sustrajeron la suma de 150.000 pesos argentinos”, detalló el fiscal.

De la tercera oficina, la 203, no se llevaron nada según denunció su propietaria, que sí dejó asentada una exposición por los daños en el ingreso.

El portero del edificio, de apellido Díaz, notó en uno de sus monitores que las cámaras del segundo piso habían sido movidas o giradas, por lo que subió a ver y se topó de frente con los sospechosos. Inmediatamente descendió, trabó el ascensor y la puerta de ingreso, y le avisó lo ocurrido a un efectivo de la Policía Ciudadana.

“Advirtiendo que habían sido descubiertos y que no iban a poder salir por adelante, intentaron salir por una ventana del piso en el que estaban, pero el tamaño no se los permitió, aunque finalmente pudieron egresar del edificio por una ventana oscilante del pasillo y desde allí lograron descolgarse a los techos colindantes” hasta llegar a calle Colón, donde saltaron al patio delantero de una vivienda ubicada justo frente al edificio del Concejo Deliberante, siguió Barbeito.

En esa acción, Díaz Aguilera se fracturó el tobillo izquierdo y, al no poder seguir corriendo, se escondió debajo de un auto. Su cómplice continuó la huida hasta calle Ayacucho al 805, donde fue interceptado por efectivos del Comando Radioeléctrico.

El fiscal mencionó que hasta el momento no pudo recuperarse nada de lo sustraído, por lo que consideró que el robo se consumó. Como pruebas mencionó las distintas actas policiales, la denuncia de las tres víctimas, la entrevista y declaración del portero, pero más importante, las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio que captaron a los detenidos en pleno acto.

En consecuencia, pidió formularles cargos por los delitos de “Robo agravado por escalamiento, dos hechos, en concurso real con daños, un hecho”, en calidad de coautores, y encarcelarlos por 60 días para preservar la investigación y, sobre todo, “porque existe un riesgo muy serio de fuga”, ya que no tienen arraigo en la provincia.

El juez Juan Manuel Montiveros Chada les ofreció declarar a los imputados, pero ambos se abstuvieron. Luego, Santiago Olivera Aguirre, quien asumió la defensa de ambos, solicitó 8 días de prórroga de la detención para reunir pruebas a favor.

Redacción/MGE