China a la vanguardia de la ciencia

China asegura haber completado las primeras fases de la máquina de hipergravedad más avanzada del mundo. Sus creadores dicen que en estas enormes instalaciones podrán generar fuerzas miles de veces superiores a la gravedad de la superficie terrestre, creando unas condiciones físicas fuera de lo común que ayudarán a entender algunos fenómenos naturales y resolver problemas de ingeniería que todavía no tienen solución.

El gobierno de Hangzhou, lugar de la instalación, dijo que la nueva máquina de hipergravedad ya ha completado las etapas preliminares del proyecto y “tal y como estaba previsto, la primera fase de la puesta en marcha tendrá lugar este año”.

Una vez plenamente operativa, la máquina de hipergravedad será una herramienta de investigación capaz de imitar fenómenos naturales, ayudar a explotar futuras reservas de energía y a comprender cómo sucede la elevación de las montañas o catástrofes como el derrumbamiento de presas.

El proyecto, liderado por los investigadores de la Universidad de Zhejiang empezó a construirse en 2020 y lleva el nombre de Hipergravedad Centrífuga e Instalación para Experimentos Interdisciplinarios (CHIEF, en su acrónimo en inglés). CHIEF es una de las 10 principales infraestructuras de ciencia y tecnología previstas bajo el 13º plan quinquenal de China entre 2016 y 2020, con un costo de más de 2.000 millones de yuanes (261 millones de euros).

Según explica el diario hongkonés South China Morning Post, (CHIEF) consta de tres centrifugadoras principales de hipergravedad, unas máquinas que hacen girar un recipiente a gran velocidad para que los líquidos y sólidos más pesados se desplacen hacia los bordes exteriores o el fondo.

La instalación de la primera de esas centrifugadoras ya ha terminado.

Según explican los investigadores, la mayor máquina de hipergravedad del mundo fue desarrollada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU y tiene una capacidad de unos 1200 g-t (aceleración de la gravedad × tonelada). Pero la que está construyendo China en Hangzhou será aún más grande, con una capacidad total de 1900 g-t. La gravedad terrestre se expresa en 1g, una unidad de gravedad, y todo lo que sea superior a esta cifra se considera hipergravedad.

Las centrifugadoras de hipergravedad son consideradas una herramienta de investigación revolucionaria por su capacidad para crear condiciones físicas extremas.

Chen Yunmin, profesor de la Academia China de Ciencias y responsable de (CHIEF), aseguró en un artículo publicado en 2019 que este tipo de instalaciones podrían comprimir el tiempo y el espacio, lo que permitiría investigar muchos problemas físicos complejos.

Sin embargo, una de las aplicaciones de esta máquina será ayudar a la exploración del lecho marino para el estudio del hidrato de metano, un combustible fósil congelado formado por agua y gas (generalmente metano) disponible en el lecho marino y bajo el permafrost.

Las reservas de este combustible son muy abundantes -llegando a duplicar las reservas actualmente reconocidas de los combustibles fósiles tradicionales- y ofrecen una combustión limpia que China considera como una de las fuentes de energía alternativas más prometedoras del futuro.

Aunque durante su extracción parte del metano puede liberarse a la atmósfera, incrementando el efecto invernadero.