Sobre los medicamentos
Los márgenes de ganancia de distribución y los impuestos, añaden 30,5 mil millones al precio de fábrica de los medicamentos en América Latina, lo que significa un valor del 63% más alto para los pacientes y sistemas de salud de la región.
El porcentaje está muy por encima del valor de referencia internacional de 24% encontrado en 35 países fuera de América Latina.
Si los márgenes de beneficio y los impuestos se redujeran a este nivel, el ahorro en los países latinoamericanos podría alcanzar los 19.000 millones de dólares, dice un artículo publicado en la revista Value in Health Regional Issues.
En el estudio, los investigadores analizaron datos de ventas minoristas de productos farmacéuticos de 2020 en los ocho mercados principales de América Latina: Argentina, Brasil, Chile, México, Perú, Centroamérica y el Caribe (incluidos Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá), Colombia y Ecuador.
Utilizaron la metodología Price Decipher, desarrollada por el equipo de Negociación y Gobernanza Global de Precios de Novartis -la compañía farmacéutica que financió la investigación- para separar el precio final de los medicamentos en tres componentes: precio de fábrica, márgenes de distribución (mayorista y minorista) e impuestos.
El valor total de mercado de los medicamentos analizados, a precios de fábrica, fue de 49.000 millones de dólares.
Los márgenes de distribución agregaron 20.000 millones de dólares a este valor, y los impuestos agregaron otros 10.500 millones.
El impacto del IVA y otros impuestos es significativo en Argentina y Brasil, provocando aumentos de 32% y 35% en los precios de fábrica, respectivamente. Argentina agrega un impuesto provincial a la circulación -Ingresos Brutos- y un impuesto de dispensa sobre los márgenes de ganancias minoristas. Chile impone un IVA del 19% a los medicamentos, agravando aún más el problema, detalla el análisis.
El estudio también reveló grandes disparidades entre los países de la región. Mientras Brasil y Argentina presentaron los mayores porcentajes de aumento (75% y 73%, respectivamente), en Colombia y Ecuador la situación fue ligeramente mejor: 35% y 30%, aunque aún por encima del parámetro internacional de 24%.
La realidad no es tan alentadora. Aunque México, Colombia y Ecuador ofrecen cierto alivio al eximir del IVA a los medicamentos esenciales, otras estructuras tributarias aún representan barreras para las poblaciones de bajos ingresos, con tasas de 16%, 19% y 12%, respectivamente.
En los países de ingresos bajos y medios, las cadenas de suministro y distribución de medicamentos tienden a ser complejas y menos transparentes y reguladas.
Las cadenas de suministro en estos países a menudo incluyen múltiples intermediarios, como los propios fabricantes, importadores, almacenes médicos centrales, almacenes regionales, centros de salud y farmacias. Cada una de estas capas puede influir en el precio final que pagan los pacientes.
Para los investigadores, la solución al problema pasa principalmente por dos aspectos: reducir o eliminar impuestos a los medicamentos esenciales y fortalecer la regulación sobre los márgenes de ganancia, es decir, limitar el valor al que se puede incrementar el precio de un producto en cada etapa de su distribución.


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