El algodón en San Luis ilusiona a productores y a la industria

Trabajamos a través de una línea de actividades que articulamos con un proyecto nacional en el que están involucrados especialistas de INTA Roque Sáenz Peña, en Chaco, bajo la coordinación de  Mauricio Tcach. Estos trabajos se  van renovando cada tres años. El aporte de San Luis es hacer seguimientos de las variedades INTA. El último encuentro fue en Quines, en octubre del año pasado, y asistieron productores, industriales, técnicos y asesores. San Luis tiene muchas virtudes para trabajar el cultivo de algodón”, indicó Héctor Andrada técnico de la agencia experimental del Instituto. Volverán a reunirse entre abril y mayo.

El trabajo a campo consiste en tomar demandas y necesidades con los actores locales, ellos son quienes proveen y brindan datos que van quedando en un registro. “Este proyecto inició en 2023 a partir de una reunión. Actualmente estamos siguiendo el campo de la Aceitera General Deheza (AGD), y Puramel. Estamos trabajando en ensayos en Tilisarao, con el ingeniero Marcelo Bongiovanni, y en la Estación Experimental Villa Mercedes llevamos adelante acciones junto a Ricardo Rivarola”.

El objetivo de este exhaustivo trabajo es relevar información, hacer seguimientos, contrastar materiales genéticos de las variedades Guazuncho 4 INTA BGRR, Guaraní INTA BGRR y Porá 3 INTA BGRR, las tres fueron creadas en Chaco y el coordinador de este trabaj eso Mauricio Tcach.

“La calidad de la fibra y del cultivo es muy buena. Una de las preguntas que nosotros nos hacíamos en la primera reunión de la cadena algodonera, aclaro que fuimos ambiciosos en el título, era si el algodón en San Luis se puede considerar como un cultivo estratégico. Desarrollamos la jornada, con mucha responsabilidad, estaban los actores principales, desmotadores, productores, empresarios, institucionales, los directores nacional y provincial de INTA, y llegamos a la conclusión de que sí es un cultivo estratégico porque llegó, se va desarrollando y las condiciones ambientales de nuestro norte es propicio para la producción y se puede expandir en cantidad y en calidad”, aseguró Andrada.

Agregó que en la provincia, específicamente en la zona del Valle de Conlara, la producción de algodón es una actividad incipiente y muestra unos datos que son promisorios y muy positivos. “Pensamos que la zona es muy parecida al Chaco, en cuanto al ambiente. También es similar a  un área productora muy importante de Estados Unidos”, afirmó el técnico del INTA Quines.

La industria del algodón en San Luis “se ha desarrollado desde el año 78, después cobró un gran impulso porque la gente de Navilli, con Federico Lisa a la cabeza, fue haciendo ensayos introductorios localmente y después despegaron con las producciones bajo riego por aspersión. Es uno de los cultivos que hizo que las empresas se desarrollaran y den mucha mano de obra a nivel local”, contó el técnico y añadió que la actividad se convirtió en un sostén económico regional importante.

“Estamos convencidos de que el algodón es un cultivo estratégico para nuestra provincia”, aseveró totalmente convencido y siguió: “San Luis cuenta con un estatus libre de picudo, con suelos propicios y con una heliofanía (cantidad del brillo del sol) importante. El cultivo de algodón y sus variedades, más otras privadas, andan muy bien, se adaptan a todo. Llega por aspersión, llega por goteo y hace que den un margen positivo. Ahora, ¿qué nos está faltando? Superficie, si bien somos muy ambiciosos, la superficie comparada con otros niveles en otras provincias, es baja. Pero ahí nos están faltando servicios, tanto en preparación de lotes, como también el aprovechamiento de la cosecha”.

Una de las preguntas que le surge al equipo del INTA es: “¿Podemos pensar en un ensayo de diez hectáreas?”. Sí, porque tenemos gente capacitada y tenemos la empresa desmotadora Solvie SA de Walter Viegener, que nos está apoyando en esto, pero no podemos llevar adelante la planificación porque el servicio de cosecha es muy limitante para nuestra región. Entonces eso es un techo que tenemos que superar, creemos que la situación se puede revertir en estos años. Sería como un objetivo a cumplir”, dijo Andrada.

El sector privado es el que debe traccionar, “nosotros, como institución pública, hacemos seguimiento y ensayos, generamos información, promovemos y acompañamos. Mostramos estos baches que tenemos para que sean aprovechados por la parte privada”, especificó Andrada.

En cuanto a la producción de semillas, primero el foco estuvo puesto en la obtención en Chaco, allí trabajan con Gensus. “San Luis es productora y hay convenios que tiene INTA con la misma firma. Los técnicos de la semillera van siguiendo los cultivos, los protocolos y lo que se cosecha. Esta zona hace semillas porque el clima es seco, para producirlas, no solo las de algodón, sino de otras especies también, hace falta que el ambiente sea seco, para que se pueda manejar todo ese proceso de limpieza y demás. Entonces acá se cosecha, lo que se lleva la empresa y hace la terminación con un sublineamiento. Ellos también se ocupan de la comercialización”.

Con el tiempo INTA Quines creció, “conformamos un equipo, tenemos compañeros en Villa Mercedes, como Ricardo Rivarola, Belén Bravo, Eduardo Montiel, y de la agencia quinense se sumó el ingeniero Jorge Santillán y el ingeniero Miguel Tello. Podemos decir que tenemos material y materia gris especializada como para ir discutiendo cosas, ideando los protocolos de seguimiento, y elaborando los informes con los técnicos de las empresas que nos acompañan”.

En la campaña actual el equipo está en proceso de elaboración de seis informes, “actualmente vamos por el tercero, ideando una metodología de seguimiento, para llegar al final, a lo que es material genético, caracterizar el ambiente, y hacer una observación detallada también de qué pasa con esa fibra productiva”.

El algodón en San Luis

Los meses propicios para la siembra de algodón en la provincia son octubre y noviembre. “En enero hubo cultivos que pasaron del estado vegetativo, son lotes que relevamos hace 15 días y estaban en inicio de floración. Creemos que de acá un mes van a estar en inicio de bocha, y ahí vamos conociendo el cultivo con más profundidad”, indicó Andrada.

Las lluvias del último mes beneficiaron el desarrollo del cultivo, “aunque el riego es por aspersión, hemos tenido algunas inclemencias climáticas, por ejemplo, la gente de Puramel, donde asesora Federico Lisa, tuvo lotes completos que se llevó el granizo. Arrasó la piedra”, contó y agregó que si bien en la zona llueven anualmente 450 milímetros el requerimiento de agua de las plantas se cumple ya que cuentan con el sistema de riego por aspersión, “el algodón necesita entre 800 y 900 milímetros de lluvias anuales”, acotó.

La cosecha está totalmente mecanizada. “Allá en el año 78 sí se hacía a mano, pero ahora se contrata a una empresa que brinda ese servicio. Hay productoras que tienen prevista la cosecha, y hay empresas que tercerizan este trabajo. De las 4 o 5 firmas que trabajan el algodón, realizan esta actividad de esta forma”, afirmó el técnico.

En cuanto a la plaga de picudo, un insecto dañino para la producción de algodón, San Luis tiene estatus libre. “Cuando empezamos a realizar el seguimiento de los campos en 2010, observábamos que no hay, para nada. Una de las direcciones que nos trazamos fue trabajar en la prevención, porque entra de la mano del hombre”, explicó Andrada. El especialista de Quines añadió que los agentes de Senasa les informaron sobre el funcionamiento de las barreras sanitarias, cómo eran las iniciativas de prevención en cuanto al manejo de las maquinarias que entraban de otras provincias, los cuidados que tenían que hacer acerca de la limpieza, y el trampeo. “Después, en el tiempo, a estas actividades comenzó a realizarlas específicamente Senasa. En la actualidad ellos son los que realizan los monitoreos y llevan adelante los protocolos de seguimiento. El ingeniero Javier Bartolomé está a cargo, y en la última jornada nos contó los avances, y destacó que San Luis es una de las regiones que se mantiene libre”.

En esa misma ocasión Bartolomé les dio el dato de cantidad de superficie en la que se trabaja el algodón en San Luis, “nos dijo que son más de 4 mil hectáreas, y dijo que si se suman algunas hectáreas que están en la zona limítrofe llegamos a las 6 mil, es un lindo número, que, si bien sigue siendo escaso a nivel nacional, en distintas discusiones nos pusimos de acuerdo y consideran a la provincia dentro de la cadena algodonera nacional”.

Las semillas de San Luis

“Realizar la producción de semillas con calidad y ser considerada una provincia libre de picudo, son características que hacen que el algodón puntano esté dentro de la cadena productiva. Entonces eso se ve con ojos distintos, este no es un cultivo que se hace un año sí, un año no. Hay una permanencia y una continuidad en el tiempo”, opinó Andrada.

Otro punto que destacó el técnico del INTA es que a partir de esa primera reunión, que fue en octubre del año pasado, “salieron puntos interesantes en cuanto a generar información, que es lo que estamos haciendo. Se está pensando en la segunda reunión o un foro. A través del seguimiento de esta campaña, volveremos a campo en abril o mayo, en esa oportunidad vamos a poder cruzar datos, protocolos, información y la vamos a presentar en una nueva jornada”, concluyó.