Crecen las quejas por falencias en hospitales del interior provincial
Recién en La Toma atendieron a los pacientes. En La Punta, vecinos denuncian falta de insumos y médicos.
Otra vez, la mala gestión del gobierno provincial vuelve a castigar a la gente. En esta ocasión, los episodios que encendieron las alarmas fueron en Tilisarao y La Punta. Diversos motivos dejan al desnudo la crisis en la que están hundidos los hospitales y centros de salud en el interior provincial. Por ello, las quejas de la gente crecen sin pausa.
El domingo, en Tilisarao, mientras jugaban al fútbol Sarmiento de esa localidad ante Pringles de La Toma, un joven de 16 años que jugaba en el equipo visitante sufrió un golpe en la cabeza que le generó pérdida de conocimiento. Como no había ambulancia en la cancha, el chico fue trasladado en auto hasta el hospital de la localidad. Allí fue bien recibido por un veterano enfermero que le hizo las primeras revisiones. Tras ello lo vio un médico, pero el gran dilema fue que, aunque el adolescente se despertó, no reconocía ni a su madre y no sabía dónde estaba. El nosocomio jamás contó con un tomógrafo. Es sabido. Pero lo grave fue que el equipo de rayos X no funciona. No hay. El doctor optó por dejar al pibe en una de las camas en observación. Y nada más. Las horas pasaban y el chico seguía perdido. Continuaba sin reconocer a sus padres ni a los dirigentes de su club.
Minutos más tarde, llegó otro chico tomense lesionado. Con un fuerte dolor en uno de sus tobillos. Todos pensaban que se había fracturado. Intentaron bajarlo del auto de su papá (la ambulancia seguía sin aparecer en la cancha de Sarmiento). Pero el hombre, enterado de que no había para hacer radiografías dudó en bajarlo del coche. Luego, el médico de guardia y otro enfermero más joven lo revisaron. Recomendaron que se quedara “en observación”, pero para el papá eso era en vano. No había equipos que ayudaran a conocer el diagnóstico.
“Vivimos momentos de mucha angustia, primero con uno de nuestros chicos y luego con otro. Lo más grave fue el golpe en la cabeza. Si bien un enfermero, un hombre mayor, nos atendió muy bien, el chico estaba mareado y asustado. Lo dejaron solo en una cama. Hasta que sus padres decidieron volver a La Toma, donde, tras revisarlo, decidieron derivarlo al Hospital Central de la capital, algo que se negaron a hacer en Tilisarao, donde, salvo ese enfermero servicial, nos atendieron de manera pésima. No hay nada en ese hospital”, contó Elina Carrizo, dirigente del Club Pringles de La Toma, quien acompañó a los jóvenes ese día a Tilisarao, en diálogo con El Diario de la República.
“Más tarde llegó el otro chico, muy dolorido y no sabíamos si lo habían fracturado. Entonces cada papá, cada uno por su lado, decidió llevarse a sus hijos a La Toma. Cada uno en su auto. Allí le hicieron la placa al niño con dolor de tobillo y era solo un golpe y al otro lo derivaron en ambulancia al Hospital Central, donde le hicieron una tomografía e igualmente lo dejaron en observación. Ahora está bien. Pero el Hospital de Tilisarao, atiende de manera pésima”, lamentó la mujer.
Lo cierto es que, una vez más, y sobre todo Tilisarao, mostró la pobreza que reina en materia de salud en el interior provincial. Algo que la administración de Poggi no resuelve. Por descuido o por objetivo marcado, la realidad es que el ajuste y las decisiones erradas llegaron para quedarse en la cartera sanitaria.
Problemas en La Punta
La falta de equipamiento no es exclusividad de Tilisarao. Lo mismo ocurre en La Punta, en el Hospital “María Juliana Becker”.
Hay especialidades en las que son muy pocos los médicos para la gran demanda que hay en la comunidad. Las denuncias en las redes sociales son múltiples.
A raíz de eso, deben hacer largas filas de varias horas de espera y desde muy temprano para poder acceder a uno de los pocos turnos que se entregan en cada jornada.
A eso, hay que sumar que para algunas especialidades solo se dan turnos una vez a la semana.
No se entiende la saña del cordobés con la salud.


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