SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

EN VIVO

Una paciente con cáncer sigue sin recibir atención médica

Celeste Domínguez tiene leucemia y para cumplir su tratamiento necesita la guía de su doctora. Está a la deriva.

Por redacción
| 30 de mayo de 2024
Tratamiento. Tras cada sesión requiere controles específicos. Foto: gentileza.

Ejercer, con corazón y garra, una lucha desigual contra una maldita enfermedad ya implica una energía mayúscula. No contar más con la médica que la atendía porque no le renovaron contrato es un golpe duro, lleno de incertidumbre. Pero que llamen fingiendo que hay una solución, ilusionen con que todo volverá a la normalidad y que al final todo eso sea mentira es de malnacidos y afecta tanto como el cáncer en la sangre. Eso es lo que vive actualmente Celeste Domínguez, una paciente de 46 años que llegó al Centro Oncológico Integral (COI) en junio de 2023, luego de que le diagnosticaran leucemia. Su tratamiento corre riesgo de verse interrumpido porque la única especialista que quedó al frente de todos los pacientes está saturada de trabajo. Y tanto los medicamentos que le inyectan como los estudios posteriores no pueden esperar.

 

Su tratamiento, como todo en torno a esa enfermedad, es muy complejo. Además de los medicamentos que ingiere vía oral, recibe en sus venas un anticuerpo

 

monoclonal que activa el sistema inmunitario y lo empuja a que destruya las células patológicas en su médula y sangre.

 

Celeste sufre una terrible insuficiencia en su médula y por eso hay que ayudarla con esa medicación endovenosa, para que su cuerpo no baje de los 500 neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco).

 

Ella siempre está entre los 800 o 700 neutrófilos, pero debería tener más de 2.000. De ahí su gravedad. Ella siempre está al límite de sufrir una infección. Incluso de su propia flora bacteriana (NdeR: todos lo tenemos en nuestro organismo de forma natural). El drama es que si cae en 500 neutrófilos —o menos— deben internarla aislada.

 

Cuando por sus venas le ingresa la medicación de la inmunoterapia, es clave que una semana después de ese tratamiento la mujer se someta a exámenes de sangre: hemograma y hepatograma (entre otros), cuyos resultados inmediatos observaba su médica especialista, Florencia González Mercado. Ella, con los números de la sangre de Celeste, direccionaba el tratamiento para mantener a la paciente con defensas. Todo dentro del Centro Oncológico Integral, hasta abril. 

 

El gran dilema es que el ajuste económico que impulsa Poggi generó que a la oncohematóloga no le renovaran su contrato. El 31 de enero venció, pero la médica siguió trabajando, ya que, según contó Celeste, nunca le comunicaron que ya no trabajaba más en el COI. Siempre le prometieron que “ya entrarían sus pagos”.

 

El primer síntoma de que algo andaba mal fue que González Mercado dejó de cobrar su sueldo. Siguió trabajando a la espera de firmar contrato. Pero a fines de marzo consultó telefónicamente ante Salud y le respondieron que “ya no trabajaba más para el Ministerio desde enero".

 

Si bien le propusieron seguir sin contrato y un pago a futuro, ella se alejó. Y así los pacientes que atendía pasaron a manos de la doctora Noelia Masachessi, la única médica oncohematóloga que queda en el COI.

 

Por la gran cantidad de pacientes, esa médica está saturada de trabajo y los turnos que otorga son para, mínimo, 20 días de demora, plazo que muchos pacientes no pueden esperar.

 

Además, entre los enfermos y González Mercado existía un gran vínculo humano, más allá del conocimiento clínico que ella tiene sobre esos hombres y mujeres.

 

“No es un capricho mío o de todos los pacientes con patologías similares a la mía. La doctora Florencia es mí médica de cabecera. Cada vez que me someto a mi tratamiento, ella me controla durante ese mismo día, y sin demoras, a los 7 días debe revisar mis análisis de sangre. De lo contrario es muy tarde y todo lo que me meten en el cuerpo es en vano. Por ejemplo, el martes próximo tengo que sacarme sangre y hacerme los análisis en el COI, pero si no tienen reactivos tengo que hacerlos en la faz privada y pagar altos coseguros, y de ahí recurrir a consulta privada con mi doctora”, explicó Domínguez en diálogo con El Diario de la República.

 

 

Viles mentiras

 

Ante ese escenario, Domínguez no se rindió. Le escribió una carta a la ministra de Salud, Claudia Spagnuolo, donde le explicó su caso. Esto fue el 8 de abril. Jamás tuvo respuestas. Fue en persona una vez más hasta el ministerio. No la recibieron, ni le brindaron respuestas. Pero cuando su caso se hizo público en los medios la llamaron desde la dirección del COI. En ese contacto le comentaron que convocarían nuevamente a González Mercado y que a la doctora no solo le pagarían, sino que también tendría nuevo contrato esa misma semana. Celeste se llenó de esperanzas, pero todo era mentira. Tras llamarla, su doctora le contó la verdad: solo le pagarían una parte y le ofrecieron regresar, pero sin contrato, de manera irregular. “El manoseo es horrible. No entiendo por qué hacen esto. Es jugar con nuestra salud. Además de luchar contra mi enfermedad, también tengo que pelear por acceder al derecho a la salud pública para mis tratamientos. Es doloroso e inhumano”, destacó Celeste.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo