Contradicciones en la investigación por la muerte de Leandro Alaniz

Pasan los días, las respuestas no aparecen y el misterio continúa alimentándose. Es que las contradicciones en la información que inicialmente surgió y el avance cansino de la investigación sobre las circunstancias que rodean la muerte violenta de Víctor Leandro Alaniz abren interrogantes en un hecho que a esta altura carga tintes de novela policial. “Todo tiempo que se demora es información clave que se pierde en una investigación”, mencionó un prestigioso abogado penalista con años de experiencia.

Lo que mayor inquietud genera es que inicialmente se informó que el cuerpo hallado a la vera del Río San Luis, cerca de las 11 de la mañana del domingo, correspondía a una persona que rondaba los 60 años y que no había vestigios de fuerza ni de violencia, pero pocas horas más tarde trascendió que era una persona joven y que tenía una herida de bala. La sucesión de informaciones cruzadas hace presumir que hubo impericia o incluso intencionalidad para confundir a la opinión pública. 

En los pasillos de Tribunales se barajan diferentes hipótesis, pero la que más peso toma es la que apunta a que Alaniz fue víctima de un ajuste de cuentas. “Por las características del hallazgo del cuerpo, por el hecho de que se mencionó que tenía elementos robados y porque la víctima tenía un fuerte prontuario, todo hace presumir que sería un ajuste de cuentas. El tema es qué tipo de cuentas y quién fue el que ‘ajustó’ o le dispararon cuando salía de robar”, precisó la fuente.

Pero entre los vecinos de la zona la conversación gira en torno a la necesidad de protección. “Nosotros vivimos casi al margen del Estado, en la zona sur de la ciudad. No sería de extrañar que alguien haya tomado justicia por mano propia. Hay vecinos que están realmente cansados”, deslizó una vecina de la zona sur a El Diario de la República.

Fue detenido por el crimen de Diego Gatica

Víctor Leandro Alaniz tenía 33 años cuando un proyectil le atravesó la cadera. Si bien su nombre ganó el foco de la atención pública luego de su muerte, ya había sido protagonista de varias notas de la sección Policiales, pero lo más grave fue cuando se lo mencionó como uno de los implicados en el homicidio de Diego Gatica, el policía que murió tras recibir una brutal golpiza en septiembre de 2022.

Alaniz fue detenido en la madrugada del 7 de septiembre de ese año, luego de que la Justicia había ordenado allanamientos en varios barrios de la capital. Uno en la calle 45 del barrio Tibiletti, donde quedó detenido Alaniz, quien se encontraba escondido en un auto en el ingreso a su vivienda. En el mismo barrio buscaban a otro joven de apellido Velázquez. La hipótesis en ese momento era que ambos habían participado de la agresión a Gatica. Sin embargo, al día siguiente quedaron en libertad porque no había evidencias suficientes que los incriminen en el hecho.
 

 El desconcierto que generaron las contradicciones en las primeras versiones fue tal que en los pasillos de Tribunales presumen que el yerro no fue tal, sino que hubo intención en echarlas a correr. "Las primeras horas son clave en una investigación", dijo un penalista de experiencia.

 El arma, los proyectiles y las vainas servidas son elementos clave para llegar al autor del disparo, en este caso, ninguno de los elementos fue hallado. Tampoco se informaron precisiones sobre el calibre de la bala que hirió fatalmente a Alaniz.

 "Murió desangrado ahí", confirmó el fiscal de Instrucción 3, Esteban Roche. Pero aún no hay certezas de a qué hora. Todo hace presumir que fue durante la madrugada, pero... ¿Por qué confirmaron luego de tantas horas la identidad y la edad de la víctima?