GEPU se quedó sin nada: le quitaron la franquicia en la Liga Argentina

El deporte de San Luis atraviesa uno de los momentos más sombríos de su historia; nunca tuvo este nivel de decadencia y desidia. Los responsables tienen nombre y apellido: el gobernador Claudio Poggi y su secretario de Deportes Gabriel Rivero.

A la cancelación del Mundial de Pelota Vasca, de los Juegos Sudamericanos de la Juventud y la vista gorda para la realización de los Juegos Binacionales, ahora se suma el básquet. GEPU perdió la plaza de la Liga Argentina, en la que fue protagonista hasta hace un par de meses.

La continuidad de GEPU en la Liga Argentina quedó trunca por el desmanejo de la Secretaría de Deportes del Gobierno provincial. El "Lobo" nunca tuvo el respaldo que en su momento Rivero prometió. La noticia se conoció ayer a través de una resolución emitida por la Asociación de Clubes de Básquet de la Argentina.

La misiva expone que, vencidos los plazos para presentar el libre deuda (fijado para el 5 de julio), el silencio de los dirigentes de GEPU a manifestar su voluntad de jugar el torneo o de ceder (vender) la plaza, el tribunal resolvió dar por perdida la franquicia correspondiente a su participación en la Liga Argentina; multar al club puntano a pagar a pagar 200 mil pesos por no presentar la documentación requerida, y otros 200 mil pesos por abandonar la Liga Argentina. Todo, más las costas del proceso.

Y finalmente emplazó al club a acreditar antes de las 48 horas posteriores a esta resolución, el libre deuda bajo apercibimiento de ejecutar los avales correspondientes.

Hasta el último momento, GEPU esperó una ayuda del Gobierno provincial para encarar una temporada que se preveía difícil, pero las puertas en la Secretaría de Deportes se cerraron a pesar de la visita que Rivero realizó el lunes pasado a la institución.

Sumado a esto, la quietud de los dirigentes puntanos para comunicar alguna determinación a la Asociación dejó a GEPU sin la chance de vender su plaza y por lo menos así recuperar algo de la inversión realizada. Resumiendo, GEPU se quedó sin nada. 

La historia se repite

No es de ahora, siempre que apareció Claudio Poggi cerca de una cancha o un ring, los protagonistas padecieron consecuencias desafortunadas.

Basta recordar la noche de olvido para el boxeador "Flaco" Aumada o cuando se le dio al actual gobernador por aparecer en el estadio de Juventud o acompañarlo a Misiones (perdió 1 a 0 ante Guaraní), ni qué hablar de los encuentros con el otro Ahumada (en Estudiantes), el "mexicano" o esta última (foto) del estadio "Emilio Perazzo".

Desde ese día, GEPU se vino a pique.

Una vez más hubo falsas promesas

Aquella imagen del 25 de abril, del gobernador Claudio Poggi y el secretario de Deportes Gabriel Rivero presentes en el “Emilio Perazzo” viendo a GEPU en la Liga Argentina de Básquet, con la promesa de reunión para encarar el respaldo del Estado en esta temporada, se diluyó sin explicaciones.

Las últimas dos semanas transcurrieron con argumentos inconsistentes desde la Secretaría de Deportes, que negó la nota que presentó GEPU el 21 de junio, que llevaba la firma del vicepresidente Rafael Costa, y generó un conventillo a través de un grupo de periodistas en Whatsapp, lejos de un comunicado oficial de la Secretaría, en la que se informa que Rivero visitó GEPU y nadie del club le hizo mención a la situación del básquet.

En ese punto sale a la luz el conflicto interno del “Lobo”. El presidente Hugo Páez fue quien recibió a Rivero. Y Páez está muy cerca del fútbol y enfrentado ideológicamente con quienes manejan el básquet.

En GEPU, Páez y el básquet son agua y aceite en el mismo recipiente.

La subcomisión de básquet se reunió el miércoles por la noche y sus integrantes coincidieron en que el Gobierno no tiene la obligación de apoyar al básquet, pero sí están sorprendidos de que Poggi y Rivero fueron quienes abrieron esa puerta que ahora cierran por completo, sin siquiera responder. GEPU es más que un club. Fue la gloria del básquet puntano y es la bandera actual del básquet de la provincia.

El deporte de San Luis atraviesa uno de los momentos más sombríos de su historia; nunca tuvo este nivel de decadencia y desidia. Los responsables tienen nombre y apellido: el gobernador Claudio Poggi y su secretario de Deportes Gabriel Rivero.