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Un recurso que gana valor para la agricultura y el medio ambiente

Un especialista en compostaje expuso ante productores y asesores técnicos de San Luis sobre los pasos necesarios previos al uso de desechos de feedlot para mejorar los suelos y reemplazar fertilizantes químicos.

Por redacción
| 03 de agosto de 2024
Aprovechado. Buscan dar valor a los desechos bovinos a través de su recolección, tratamiento y aplicación.

Las innovaciones en la gestión del estiércol para una agricultura más sostenible comienzan a tomar fuerza en San Luis, a partir de la exitosa experiencia de Ser Beef en el aprovechamiento de los desechos de su imponente feedlot en reemplazo de los fertilizantes químicos para mejorar suelos de lotes agrícolas.

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Las innovaciones en la gestión del estiércol para una agricultura más sostenible comienzan a tomar fuerza en San Luis, a partir de la exitosa experiencia de Ser Beef en el aprovechamiento de los desechos de su imponente feedlot en reemplazo de los fertilizantes químicos para mejorar suelos de lotes agrícolas.

 

Productores y asesores técnicos preparan diferentes ensayos de mediana escala y para eso, quisieron escuchar al especialista rosarino ingeniero químico Juan Kabush, sobre las pautas profesionales que deben adoptarse para preparar el estiércol antes de esparcirlo en el campo.

 

Sobre las ventajas del compostaje del estiércol en feedlots y tambos, Kabush destacó que ese guano tiene una relación carbono-nitrógeno ideal para compostar, a diferencia de otros tipos de desechos.

 

Su empresa se enfoca en dar valor a los desechos de la industria pecuaria a través de su recolección, tratamiento y aplicación. El compostaje fue presentado como la tecnología más desarrollada y de fácil uso para convertir el estiércol en un fertilizante valioso.

 

“Cambió el concepto de intensificación de los sistemas ganaderos; hay cinco razones por las cuales se debería compostar”, aseguró el profesional cuando habló ante los ingenieros agrónomos Ramiro Goncálvez, Martín Puigdellibol, Juan Cruz Domínguez Camu-sso, Gabriel Aguilera y Josefina Contreras; el médico veterinario Martín Puigdellibol; el ingeniero industrial Fabián Funcia, y el productor Federico Risma.

 

Las cinco razones que justifican un compostaje son que el estiércol tiene una relación carbono-nitrógeno perfecta; convierte ese desecho en un fertilizante valioso; es una tecnología de fácil aplicación y rápida implementación; tiene cortos tiempos de repago en comparación con otras tecnologías, y es un tratamiento netamente aeróbico, lo que lo hace más eficiente y efectivo.

 

 

"El reciclado de subproductos orgánicos de origen animal podría contribuir a mitigar la deficiencia en la reposición de nutrientes” (Juan Kabush)

 

 

El fósforo químico comercial que se aplica en cada campaña agrícola hace subir los costos de manera considerable.

 

Pero Ser Beef le encontró la vuelta y suspendió hace tiempo la compra de este fertilizante para reemplazarlo con las enormes cantidades de estiércol que genera su feedlot, actualmente con más de 70 animales.

 

"Lo estamos regalando, porque en los últimos 4 años el fósforo en los lotes pegó una levantada más que fuerte. Hoy estamos en valores cercanos a las 36 partes por millón, que es buenísimo, pero lo que me asusta un poco a mí es la velocidad de la levantada", anunció hace poco Nicolás Ríos Centeno, ingeniero agrónomo y responsable de Agricultura de Ser Beef.

 

Aguilera asesora un campo en la zona de La Petra y analiza cómo mejorar suelos con el uso de estiércol bovino: “El campo llegó a su piso de productividad, está ya en coma; o paramos la moto y replanteamos todo y empezamos a generar suelo otra vez, y una alternativa buena es que Ser Beef está regalando el guano. Sobre su uso estamos prendiendo”.

 

Reduce la compactación. La fertilización con estiércol compostado mejora la estructura del suelo y el drenaje.

 

Kabush advirtió que toda gestión de estiércol debe ser estabilizada antes de salir del campo, para bajarle patogenicidad, entre otros aspectos, y calculó en 40 días la duración de ese proceso.

 

A la hora de los números, tomó como ejemplo un feedlot con mil bovinos, que genera 8.000 toneladas al año de desechos húmedos y 900 de secos, que, a su vez, la enmienda orgánica fertilizante total genera 46 toneladas de urea y 30 de fosfato diamónico.

 

El profesional representa a la firma Eco Management, una empresa de Marcos Juárez, Córdoba, especializada en tecnologías para el manejo de efluentes agropecuarios, con la fabricación de estercoleras, abonadoras, compostadoras, plantas de biogás y sistemas de compostaje.

 

Mostró tres mapas con el porcentaje de extracción de nutrientes, como nitrógeno, fósforo y azufre, en las distintas zonas agrícolas del país donde se hace habitualmente soja, maíz, girasol, sorgo, trigo y cebada.

 

“El reciclado de nutrientes por medio del uso de subproductos orgánicos de origen animal podría contribuir en gran medida a mitigar esta deficiencia en la reposición de nutrientes”, sugirió.

 

Para el profesional, el uso de subproductos no solo aumenta la producción de cultivos por su función como fertilizante, sino que también contribuye a generar un sistema sustentable, ya que mejora las condiciones químicas, físicas y biológicas de los suelos.

 

¿Por qué compostar antes de aplicar?, preguntaron los asistentes: “Porque contiene microorganismos, semillas de malezas, entre 70 y 90% de agua, no es un material uniforme ni maduro, y porque la legislación no lo permite”.

 

La recomendación de aplicar esta fertilización orgánica se basa en que mejora la estructura del suelo y el drenaje; incrementa la lámina almacenada de agua en días calurosos y meses secos; aumenta la biota del suelo y la aireación; reduce la compactación; sube la cantidad y disponibilidad de los nutrientes, y corrige deficiencias de materia orgánica en el suelo.

 

Una tonelada de excrementos de bovinos de feedlot contiene cerca de 5 kilos de nitrógeno, 1 kilo de fósforo y 4 de potasio. Si no se considera la fracción líquida, el excremento resulta en 2,5 kilos de nitrógeno, 1 de fósforo y 0,8 de potasio, según los cálculos de Aníbal Pordomingo, técnico del INTA Anguil, La Pampa.

 

“Como regla general, se sugiere disponer de una hectárea a fertilizar cada 20 a 25 animales en el feedlot, en sistemas de secano. En áreas bajo riego, con cultivos de mayor intensidad, se utiliza una relación de una hectárea por cada 10 a 15 animales. Si se implementan algunas prácticas de manejo y manipulación de las dietas, podrían reducirse las emisiones de nitrógeno en las excretas y, consecuentemente, podría incrementarse el número de animales por superficie a fertilizar”, recomendó.

 

“Estamos aplicando estiércol en los cuatro campos agrícolas de la empresa. En San Bernardo, que es el establecimiento ganadero de monte que está al sur de la ciudad de San Luis, hasta allá no vamos con la bosta. Pero los cuatro campos que tenemos en Eleodoro Lobos, Granville, Fraga y Liborio Luna, tiramos bosta en todos los lotes”, describió Ríos Centeno.

 

Esas aplicaciones las realizan una vez cada tres años en el mismo lote.

 

"Las nuevas tecnologías se orientan a reducir el impacto negativo en el ambiente y evitar así la degradación de los recursos renovables como el agua, el aire y el suelo", sostuvieron María Clara Giusti y Aldana Ruth Recuero, autoras de una investigación para la Universidad de Córdoba y citadas especialmente por el expositor en San Luis.

 

Las innovaciones en la gestión del estiércol para una agricultura más sostenible comienzan a tomar fuerza en San Luis, a partir de la exitosa experiencia de Ser Beef en el aprovechamiento de los desechos de su imponente feedlot en reemplazo de los fertilizantes químicos para mejorar suelos de lotes agrícolas.

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