Mujeres silenciadas: las afganas no pueden hablar en voz alta ni cantar.

Sharbat Gula tenía 12 años y estaba en un campo de refugiados de Pakistán cuando, en 1985, el fotógrafo Steve Macurry le hizo una imagen para la revista National Geographic. Su rostro recorrió el mundo, sus ojos verdes y conmovedores eran el reflejo de una vida signada por el sufrimiento. Un año después, a los 13, debió incorporarse a la purdah, lo que equivale a una vida de reclusión adoptada por muchas mujeres islámicas al llegar a la pubertad: dejan de mostrarse en público.

Ahora no solo las afganas no pueden mostrarse en público, ahora tampoco pueden hablar en voz alta.

Hace unos días nuevas leyes fueron aprobadas en Afganistán para “promover la virtud y eliminar el vicio” según entiende y justifica el gobierno Talibán. En pocas horas, la Organización de Naciones Unidas expresó que la decisión implica "una visión angustiosa para el futuro".

Las reglas fijaron también la prohibición de que las mujeres muestren sus rostros fuera de la casa. Fue el líder supremo del país, Haibatullah Akhundzada, quien ratificó las leyes y el Ministerio de Moralidad, cuyo nombre real es Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, aclaró que no hay persona en el país que esté exenta de cumplir las normas.

Los miembros de la policía moral, reconocidos como los mohtasabeen, están autorizados a interferir en la vida pública de los afganos, desde cómo se visten hasta qué comen y beben.

Las voces de las mujeres son consideradas “vicio” cuando son escuchadas en público y por eso están prohibidas. En los últimos días de la semana se sucedieron en redes sociales diversas manifestaciones de mujeres cantando como una forma de protesta. Algunas se animaron y lo hicieron con el rostro descubierto, pero hubo otras que se ocultaron con el burka. En todos los casos, entonaron canciones de libertad. “Crees que mi voz es desnuda, pero cantaré el himno de la libertad”, dice una de las melodías.

Esas expresiones en redes contradicen otra de las censuras: no se debe escuchar a las mujeres cantar o leer en voz alta, ni siquiera desde el interior de sus casas. La voz de una mujer se considera awrah y no debe oírse en público. La palabra árabe awrah se refiere a las partes del cuerpo de las personas que deben cubrirse y no pueden ser visibles en público.

Mientras más invisibles, mejor

El paquete de leyes suma más prohibiciones: las mujeres deben viajar acompañadas incluso en el transporte público y no pueden hablar con desconocidos más allá de su círculo familiar. “Siempre que una mujer adulta salga de su casa por necesidad, está obligada a ocultar su voz, rostro y cuerpo”, dijeron.

El ministerio ya había instaurado otros requisitos morales basados ​​en la sharia o ley religiosa islámica y no tuvo reparos en informar que ya ha detenido a miles de personas por no cumplirlos.

La ley que se ampara en la premisa de “evitar inducir a los hombres a la tentación y el vicio”, determina claramente que la ropa de las mujeres no debe ser fina, corta o ajustada. No pueden mostrar su cuerpo y rostro a los hombres con los que no están casadas ni tienen parentesco de sangre.

Los hombres en tanto tienen prohibido mirar el cuerpo y el rostro de las mujeres, y lo mismo se aplica a las mujeres adultas sobre el cuerpo de los hombres. Ellos deben cubrirse desde el ombligo hasta las rodillas cuando están fuera de sus casas, ya que estas partes del cuerpo se consideran awrah. No pueden peinarse de una manera que vaya en contra de la sharia por lo que el régimen talibán prohibió a los barberos de varias provincias afeitar o recortar las barbas.

Los policías morales son los responsables de hacer cumplir las leyes, en todas las provincias. Con estas normas, su poder ejecutivo aumentó porque cuentan con el apoyo del líder talibán. Ellos podrán silenciar las voces de las mujeres o la música que salga de sus casas, y también pedir a los hombres que se afeiten o se corten el pelo. Pero además tienen el poder de impedir que los taxistas lleven en sus vehículos a mujeres que no estén acompañadas.

No se pueden dibujar animales

La ley impide también que se tomen fotos de seres vivos, pero la restricción llega a la prohibición de crear, conservar o publicar imágenes de estos seres, lo que incluye desde dibujar un pájaro a llevar una foto de un familiar.

La nueva norma impide la compra y venta de estatuas de seres vivos; el "uso indebido" de grabadoras y radios, como así también la reproducción de música que la sharia considera haram.

Cualquiera que comete abiertamente un "acto reprobable", será sometido a una serie de castigos, que van desde "ser advertida y asustada por la retribución divina de Dios", hasta una multa y prisión de hasta tres días.

El Ministerio Moral informó el año pasado que detuvo a más de 13 mil personas por no cumplir con la sharia.